13-09-2006
Jesús:
Oh, Jesús mío, ¿qué hacer para que desaparezca el mal en el mundo?
Formad reductos de amor. Formad reducciones de amor. Que cada familia sea una
reducción de amor desde donde se eleven al Cielo plegarias de amor por vuestros
hermanos.
Sed ejemplo de amor. Que vuestra vida sea un continuo amar, entre vosotros, a
Dios. Eso será ejemplo para otros, que reconocerán entonces en sí esa añoranza de
Dios y sabrán por qué su vida no tiene sentido.
A veces me cuesta muchísimo la oración. Tengo en mí una sensación de
desasosiego.
Y es entonces, cuando más te cuesta, cuando más me ganas almas al perseverar,
cuando más mérito tiene. Rezando fiel tus 2 horas de oración seguidas haces más
bien a la humanidad que dando todas las conferencias del mundo.
Medita esto para
tenerlo en cuenta cuando te vengan tentaciones de dejar la oración.
Si pudierais ver la cantidad de almas que salváis con la oración en sequedad, me
pediríais siempre este tipo de oración.
Pero lo que importa es cumplir mi Voluntad. Tener en cada momento la oración
que Dios desea que tengáis.
Pues si salva tantas almas, dánosla así.
No podríais resistir, hija mía, una oración en continua sequedad siempre. El Señor
sabe lo que necesitáis y eso os da.
También cuando tú te pliegas a mi Voluntad escribiendo o haciendo lo que Yo te
ordeno, salvas muchas almas. Lo que importa es hacer en cada momento la
Voluntad de Dios.
Lo que salva también muchas almas es que Dios consuma un alma en su amor.
Hacerse víctima del Amor Misericordioso. Probadlo.
Que el alma se ponga en presencia de Dios y esté receptiva a lo que Dios le quiera
dar en ese momento.
14-09-2006
(La Exaltación de la Santa Cruz)
Virgen:
¡Amaos, amaos, amaos!1049 Amaos entre vosotros. Miro al suelo y sólo veo odio,
desamor, críticas y murmuraciones, veo rencor, falta de perdón... así no puede
triunfar la paz en el mundo.
Así conseguiréis enfrentaros unos contra otros y
destruiros.
La paz, el amor, empieza en las familias.
Venid a Mí para que os pueda enseñar el
amor. Aprended de Mí a amar. Amar a Dios y amaos entre vosotros.
No podréis amar si no oráis. Orad, y en la oración descubriréis mi Corazón, que se
os mostrará. Contemplándolo aprenderéis a amar a Dios y a amaros entre vosotros.
No discutáis. No ambicionéis los bienes del otro. Alegraos con la perseverancia del
hermano. Bendecid a Dios con las buenas obras en vuestro día.
Imaginad un mundo donde no se devuelva mal por mal. Donde no haya malos
pensamientos ni juicios de otros, donde os prestéis la ayuda que necesitáis. Donde
el primer puesto en vuestra vida y en vuestra familia sea para Dios.
En este mundo no existirían las guerras, los abortos, las separaciones y los
divorcios.
El perdón y la paz, el amor, reinaría por doquier.
Éste es el Triunfo de mi Corazón, cuando los hombres aprendáis a amar a través de
Mí. Entonces podrá venir a la tierra mi Hijo. Entonces la tierra será digna de recibir
el Reinado de Cristo, el Triunfo de su Sagrado Corazón.
¡Ah, ése es tu Plan!
Sí. Éste es mi Plan: Yo voy a mostraros mi Corazón, me voy a hacer patente,
visible en vuestras vidas, vais a vivir la vida conmigo y os voy a enseñar cómo
amar. Cómo amar a Jesús y cómo amaros entre vosotros.
Introducíos en mi Corazón. Venid a formar parte de la Escuela de María, que lo
único que hace es enseñaros a amar mostrándoos su Amor. Sentíos abrazados por
Mí. Sentíos introducidos en mi Regazo. Comprended cuánto os amo y cómo sois
importantes cada uno de vosotros para Mí.
Alistaos, formad parte de mi Ejército, el que estoy formando en lucha contra el mal.
Y allá en vuestros lugares de origen, formad avanzadillas de amor. Formad
reducciones de amor contra el mal. Son pequeñas islas familiares desde donde se
elevan al Cielo plegarias y sacrificios agradables a Dios que contrarrestan todo el
mal en el mundo. Son lugares ejemplos de vida cristiana. Ejemplos contagiosos de
amor, paz y alegría.
¡Ah, María! ¡Qué sencillo!
Sí. Luego a cada uno le pido una cosa más o menos complicada. Son las piezas de
enganche de esta construcción en principio desperdigada. Estos reciben más,
porque tienen que hacer más fuerza.
Utilizad la imaginación para rescatar a las almas. Invocad al Espíritu Santo. Haced
como en Medjugorje. Tomad ejemplo de lo que se hace allí. Recibiréis esas mismas
gracias.
Vosotros sólo tenéis que hacer lo que Yo os digo. Yo pondré la Gracia de Dios.
Que se os vea soldados activos para la salvación de vuestra Patria.1050
1049 Habla para la humanidad.
1050 Empecé a sentirme cálidamente dentro del Corazón de María. Mis hijos que
estaban en el cuarto, también. Era como si esta casa fuera el interior del
Corazón de María y latiéramos con su Amor. A cada latido se bombeara:
“amor, amor”. Y fuera también una protección contra el Demonio. Por eso
siento a veces que el Demonio está afuera de la casa, que quiere pasar rabioso
y no puede. Es algo parecido a una campana de cristal que no le deja pasar.
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