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Sobre la advertencia mundial profetizada.
En los mensajes de Medjugorje María hace alusión constante a que estamos en un período de gracia y que debemos aprovecharla para nuestra conversión, porque luego será demasiado tarde. Es un período de gracia que está durando un siglo, luego del cual vendrá el Aviso mundial y el Milagro, y eventualmente el castigo, a condición de nuestro arrepentimiento. Ver aquí, aquí y aquí.
A partir de los mensajes marianos de La Salette del 19 de septiembre de 1846 y continuando hasta el día de hoy, Jesús y la Santísima Virgen María han revelado a numerosos videntes y místicos de todo el mundo la próxima llegada de un “Aviso” o “Purificación” para toda la humanidad.
EL AVISO-PURIFICACIÓN
Durante este Aviso-Purificación mundial profetizado, se dice que cada persona en la tierra tendrá su alma espiritualmente iluminada de tal manera que van a verse a sí misma como Dios la ve, pero que será una revelación privada personal entre cada persona y Dios.
Vamos a ver el daño que hemos causado en nuestras almas y a nuestra relación con Dios por los pecados que hemos cometido (más probablemente los que aún no hayan sido perdonados a través del sacramento de la confesión).
Muchos creen que esta Aviso será similar al juicio “particular” que cada persona atraviesa inmediatamente después de morir, cuando a cada persona se le muestra todos los eventos y acciones en la vida, como en una detallada biografía (que se muestra como una película de la propia vida), con especial atención puesta en nuestro amor a Dios y la forma en que tratamos a los demás.
ESTAMOS VIVIENDO EN EL TIEMPO DE LA MISERICORDIA. EL AVISO SE HA RETRASADO, PERO SE VIENE…..
Por ejemplo, en los mensajes de la Virgen del Buen Suceso, que mencionan que algunos de estos eventos tendrán lugar en “el siglo XX”, y de manera similar, los mensajes marianos al Padre Gobbi, que también parecían advertir que estos eventos tendrían lugar al final del siglo XX. [Mensaje n º 389] Dado que las profecías del Aviso (y luego un milagro prometido y también un castigo o sanción condicional) han estado ocurriendo en todo el mundo durante más de un siglo, algunos se han preguntado, con razón, por qué todas estas profecías no han llegado a pasar.
Sin embargo, aunque esta advertencia profética y los acontecimientos posteriores aún no han tenido lugar, el lector no debe pensar que no llegarán.
Gracias a las oraciones de la Santísima Virgen María y las oraciones y sacrificios de los fieles, la hora del Aviso-Purificación, Milagro y posible Castigo han sido hasta ahora retrasados.
A Santa Faustina, Jesús le dijo:
“Yo estoy prolongando el tiempo de la misericordia por el bien de los pecadores. Pero ¡ay de ellos si no reconocen este tiempo de mi visita.” [Diario de Santa Faustina, n º 1160]
En los mensajes de la Santísima Madre a Fr. Gobbi, ella declaró:
“Muchas veces he intervenido para retroceder más y más en el tiempo el comienzo de la gran prueba, para la purificación de esta pobre humanidad, ahora poseída y dominada por los Espíritus del Mal” (n º 553)
Y de nuevo al Padre Gobbi Ella le revela:
“… lo que he conseguido de nuevo en posponer el momento del castigo decretado por la Justicia Divina para una humanidad que se ha vuelto peor que en el momento de la inundación (n º 576).
EL CASTIGO PROFETIZADO ES CONDICIONAL
Hay que recordar también que, aunque el Aviso y el Milagro profetizados no son condicionales, el Castigo que puede seguirles es, o al menos puede ser, considerablemente disminuido.
“Como te dije, si los hombres no se arrepienten y se mejoran a sí mismos, el Padre infligirá un terrible castigo a toda la humanidad”[3er mensaje de la Santísima Virgen María en Akita, Japón, 13 de octubre de 1973, aniversario de las visiones finales y milagro de Fátima].
Por lo tanto es importante darse cuenta de que el castigo profetizado puede ser mitigados, retardado, disminuido o incluso evitado a través de las oraciones arrepentidas sinceras de los que experimenten el Aviso y el Milagro, y que luego de arrepentirse, orar, y durante el tiempo posterior, hacer sacrificios y reparación a Dios.
En otras palabras, gran parte de lo que va a pasar depende de nosotros, como la Santísima Virgen María indica a través del padre Stefano Gobbi (1930-2011):
Estos males pueden ser evitados por ustedes, los peligros pueden ser evadidos. El plan de la justicia de Dios siempre se puede cambiar por la fuerza de su amor misericordioso. Además, cuando profetizo castigos para ustedes, recuerda que todo, en cualquier momento, puede ser cambiado por el poder de la oración, reparación y penitencia. [21 de enero 1984]
“En cuarenta días la gran ciudad de Nínive será destruida”.
Para su gran crédito, los habitantes de Nínive ayunaron y se arrepintieron de sus pecados:
“Y vio Dios lo que hicieron, que se convirtieron de su mal camino, y se arrepintió del mal que había dicho que les haría, y no lo llevó a cabo”. [Jonás 3: 1-10]
Mientras que por otro lado, en la oración ferviente Abraham había preguntado a Dios que pasaría si en Sodoma y Gomorra se podían encontrar diez buenas personas y Dios respondió con la promesa:
“Por el bien de los diez justos no la destruiré”.
No fueron encontrados, y entonces Dios destruyó las dos ciudades que estaban completamente llenas de personas malvadas, después de llevar a Lot, hijo de Abraham y a su familia fuera de la ciudad [Génesis 18: 16-33].
LA IRA DE DIOS SE PUEDE MITIGAR
La lección de la Escritura es que la ira de Dios se puede disminuir o incluso mitigar por invocar Su misericordia infinita a través del sincero arrepentimiento y la oración. Así que vamos a arrepentirnos de nuestros pecados, reparar, y rezar para que podamos esforzarnos para estar entre la gente justa que el Señor se complace en ver sobre la tierra en este momento.
¡Y también debemos recordar que Dios lo hace todo por amor, porque “Dios es amor” [1 Juan 04:08].
Lo que va a suceder en el futuro, podemos estar seguros de que Dios lo estará arreglando para el bien de la humanidad y para la salvación de nuestras almas.
A Santa Faustina Kowalska Jesús dijo:
“En el Antiguo Testamento yo envié a los profetas con truenos a mi pueblo. Hoy te envío con Mi misericordia a la gente de todo el mundo. Yo no quiero castigar a la humanidad doliente, sino que deseo sanarla, abrazarla con mi Corazón misericordioso. Yo utilizo el castigo cuando ellos mismos me obligan a hacerlo. Mi mano se resiste a echar mano de la espada de la justicia. Antes del día de la justicia envío el día de la misericordia. [Diario de Santa Faustina, n º 1588]
“He sido capaz de detener el castigo debido a las oraciones y los sufrimientos de muchos de mis hijos.” (La Santísima Virgen al Padre Stefano Gobbi, 31 de diciembre de 1977, n º 142)
“Los tiempos se acortan, porque soy la Madre de la Misericordia, y cada día yo ofrezco, en el trono de la justicia divina, mi oración unida a la de los hijos que están respondiéndome con un “sí “, y consagrándose a mi Inmaculado Corazón”. (La Santísima Virgen al Padre Gobbi, septiembre 29,1995, n º 553)
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