Sábado 13 de Abril del 2013
Primera lectura
Lectura del libro de los Hechos de los apóstoles (6,1-7):
En aquellos días, al crecer el número de los discípulos, los de lengua griega se quejaron contra los de lengua hebrea, diciendo que en el suministro diario no atendían a sus viudas.
Los Doce convocaron al grupo de los discípulos y les dijeron: «No nos parece bien descuidar la palabra de Dios para ocuparnos de la administración. Por tanto, hermanos, escoged a siete de vosotros, hombres de buena fama, llenos de espíritu y de sabiduría, y los encargaremos de esta tarea: nosotros nos dedicaremos a la oración y al ministerio de la palabra.»
La propuesta les pareció bien a todos y eligieron a Esteban, hombre lleno de fe y de Espíritu Santo, a Felipe, Prócoro, Nicanor, Timón, Parmenas y Nicolás, prosélito de Antioquía, Se los presentaron a los apóstoles y ellos les impusieron las manos orando. La palabra de Dios iba cundiendo, y en Jerusalén crecía mucho el número de discípulos; incluso muchos sacerdotes aceptaban la fe.
Palabra de Dios
Salmo
Sal 32,1-2.4-5.18-19
R/. Que tu misericordia, Señor, venga sobre nosotros,
como lo esperamos de ti
Aclamad, justos, al Señor,
que merece la alabanza de los buenos.
Dad gracias al Señor con la cítara,
tocad en su honor el arpa de diez cuerdas. R/.
Que la palabra del Señor es sincera,
y todas sus acciones son leales;
él ama la justicia y el derecho,
y su misericordia llena la tierra. R/.
Los ojos del Señor están puestos en sus fieles,
en los que esperan en su misericordia,
para librar sus vidas de la muerte
y reanimarlos en tiempo de hambre.R/.
Evangelio
Lectura del santo evangelio según san Juan (6,16-21):
Al oscurecer, los discípulos de Jesús bajaron al lago, embarcaron y empezaron a atravesar hacia Cafárnaún. Era ya noche cerrada, y todavía Jesús no los había alcanzado; soplaba un viento fuerte y el lago se iba encrespando. Habían remado unos cinco o seis kilómetros, cuando vieron a Jesús que se acercaba a la barca, caminando sobre el lago, y se asustaron.
Pero él les dijo: «Soy yo, no temáis.»
Querían recogerlo a bordo, pero la barca tocó tierra en seguida, en el sitio a donde iban.
Palabra del Señor
Comentario al Evangelio del Sábado 13 de Abril del 2013
Queridos amigos: Paz.
A veces comprobar que otros tienen las mismas dificultades que nosotros nos consuela. No por el mal de muchos consuelo de tontos..., sino porque nos hace sentirnos un poco más humanos, más pequeños, más humildes, más comprensivos. Todos atravesamos en la vida momentos de tempestad y de tormenta. También la primera comunidad cristiana sufrió en los comienzos las primeras disensiones y discordias. Era lógico que así sucediera a medida que iba creciendo el numero de los creyentes. Si el martes hablábamos de la comunidad ideal, hoy los Hechos nos describen la comunidad real. Pero cuando los problemas son afrontados desde el Espíritu, lejos de separar, terminan por enriquecer. Y así surge un nuevo ministerio eclesial que acabará identificándose con el diaconado. La participación activa y responsable de todos los miembros de la Iglesia orienta el rumbo de la nave de la Iglesia envuelta tantas veces en las tormentas de la vida. Lo importante será, más que comparar las diferentes borrascas que atravesamos, coincidir en reconocer al Señor resucitado. Él disipa los nubarrones y nos desbloquea del miedo: "No temáis, soy yo". Puede que la barca zozobre y la fe se nos tambalee por los muertos en Israel o en Bilbao, por las familias rotas, por la desconfianza en el futuro, en definitiva por la falta de amor en el mundo. Ante el peligro de hundirnos, en medio de la noche confiemos en Dios a fondo perdido. Lo peor que tiene el miedo es su aguijón paralizante. Atenazados por el temor no se puede creer en cristiano. Ningún antídoto mejor que, conscientes de nuestra propia debilidad, confiar en el Señor que acompaña nuestra singladura pascual.
Vuestro amigo.
Carlos
No hay comentarios:
Publicar un comentario