Martes 23 de Abril del 2013
Primera lectura
Lectura del libro de los Hechos de los apóstoles (11,19-26):
En aquellos días, los que se habían dispersado en la persecución provocada por lo de Esteban llegaron hasta Fenicia, Chipre y Antioquía, sin predicar la palabra más que a los judíos. Pero algunos, naturales de Chipre y de Cirene, al llegar a Antioquía, se pusieron a hablar también a los helenistas, anunciándoles la Buena Noticia del Señor Jesús. Como la mano del Señor estaba con ellos, gran número creyó y se convirtió al Señor. Llegó la noticia a la Iglesia de Jerusalén, y enviaron a Bernabé a Antioquía; al llegar y ver la acción de la gracia de Dios, se alegró mucho, y exhortó a todos a seguir unidos al Señor con todo empeño; como era hombre de bien, lleno de Espíritu Santo y de fe, una multitud considerable se adhirió al Señor. Más tarde, salió para Tarso, en busca de Saulo; lo encontró y se lo llevó a Antioquía. Durante un año fueron huéspedes de aquella Iglesia e instruyeron a muchos. Fue en Antioquía donde por primera vez llamaron a los discípulos cristianos.
Palabra de Dios
Salmo
Sal 86,1-3.4-5.6-7
R/. Alabad al Señor, todas las naciones
Él la ha cimentado sobre el monte santo;
y el Señor prefiere las puertas de Sión
a todas las moradas de Jacob.
¡Qué pregón tan glorioso para ti, ciudad de Dios! R/.
«Contaré a Egipto y a Babilonia entre mis fieles;
filisteos, tirios y etíopes han nacido allí.»
Se dirá de Sión: «Uno por uno todos han nacido en ella;
el Altísimo en persona la ha fundado.» R/.
El Señor escribirá en el registro de los pueblos:
«Éste ha nacido allí.»
Y cantarán mientras danzan:
«Todas mis fuentes están en ti.» R/.
Evangelio
Lectura del evangelio según san Juan (10,22-30):
Se celebraba en Jerusalén la fiesta de la Dedicación del templo. Era invierno, y Jesús se paseaba en el templo por el pórtico de Salomón.
Los judíos, rodeándolo, le preguntaban: «¿Hasta cuando nos vas a tener en suspenso? Si tú eres el Mesías, dínoslo francamente.»
Jesús les respondió: «Os lo he dicho, y no creéis; las obras que yo hago en nombre de mi Padre, ésas dan testimonio de mí. Pero vosotros no creéis, porque no sois ovejas mías. Mis ovejas escuchan mi voz, y yo las conozco, y ellas me siguen, y yo les doy la vida eterna; no perecerán para siempre, y nadie las arrebatará de mi mano. Mi Padre, que me las ha dado, supera a todos, y nadie puede arrebatarlas de la mano del Padre. Yo y el Padre somos uno.»
Palabra del Señor
Comentario al Evangelio del Martes 23 de Abril del 2013
Queridos amigos:
La caridad tiene muchas formas. Cada uno de nosotros puede hacer una cosa u otra. El evangelio no destruye la naturaleza humana sino que la plenifica. Así, no podemos menos de admirar la calidad de vida de Jesús el Buen Pastor que da la vida por los suyos, y no podemos menos de despreciar la indignidad de otros pastores que no son como el Señor Jesús.
El Resucitado es un Buen Pastor. Cuidad, vigila, venda las heridas, sana el corazón, se arrodilla por el camino y pone sobre los hombros a la oveja huida cuando ésta está perdida en la niebla. Además, les da la vida eterna y ya nadie las arrebatará de su mano.
Las realidades ordinarias de la existencia, esas que vemos todos los días con los ojos, nos ayudan a vivir en este mundo de una manera confortable, acrecientan nuestra humanidad. Las realidades últimas, el Señor Jesús, posibilitan posibilitan que vivamos de una manera saludable, curan nuestra mortalidad. Es el mensaje de Jesús:
- Dios es el que llama a las cosas que son para que sea.
- Dios es el que de la esterilidad del seno de Sara, con el concurso de Abrahán, llamó a un pueblo numeroso a la existencia prometiéndole que de él saldría el Salvador.
- Dios es el que sacó de la muerte a Nuestro Señor Jesucristo.
- Dios es el que un día nos va a arrancar de la muerte para hacernos partícipes de su vida gloriosa.
En cristiano, como veis, todo es igual y todo es distinto. Todo es igual: nacemos, crecemos, morimos como los demás. Todo es distinto: un día resucitaremos. Nada menos.
Vuestro amigo.
Patricio García
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