29 de Noviembre de 1978
MI CORAZON CÓSMICO
Escribe, hijo mío, soy Jesús.
En mensajes precedentes te he hablado acerca de los diferentes modos en los que estoy realmente presente en Mi Iglesia:
Lo estoy en mi Vicario, el Romano Pontífice.
Lo estoy con mi divina Palabra; soy el Verbo eterno de Dios;
donde hay dos, tres o más personas reunidas en mi Nombre estoy realmente presente, porque siendo el Amor, tengo necesidad de expandirlo en todo el mundo visible e in visible;
estoy también presente físicamente, realmente, personalmente en el Misterio de la Fe y del Amor, es decir, en la Eucaristía.
Desde aquí la Potencia infinita de Mi Corazón Sacratísimo penetra, anima y mueve todas las cosas, visibles e invisibles, orientándolas hacia el fin para el que fueron y son creadas. Por esto Mi Corazón Eucarístico es verdaderamente "cósmico", porque irradia y es propulsor de Luz, de Vida y de Amor; porque en Él, de Él y por Él se ha recobrado el equilibrio, roto por la rebelión angélica y la humana, con la creación del Infierno, en el que se precipitarán todos los enemigos de Dios y en el que la Justicia ofendida encuentra de nuevo su equilibrio con el castigo de los culpables. El Misterio de la Salvación está verdaderamente en el Corazón del Hijo de Dios, querido por el Padre y vivificado por el Espíritu Santo, para el cual el Amor tomó forma y cuerpo en el Seno purísimo de la Virgen María "et concepit de Spiritu Sancto, et Verbum Caro factum est"[107].
Mi Corazón de Verbo eterno de Dios, engendrado desde siempre por el Padre, comenzó a latir al unísono con el Corazón Inmaculado de la Madre mía y vuestra y comenzó a ser el "corazón cósmico" que con Su Amor infinito penetró de Sí todo y a todos, mundo animado e inanimado, y que con Su Potencia infinita todo ilumina, todo vivifica y todo calienta.
Omnia per ipsum facta sunt
Hijo mío, es con esta poderosa visión de la centralidad de Mi Corazón Sacratísimo, centro propulsor de todo y de todos, del amor, de la luz, de la vida natural y sobrenatural, como deben ser entendidas las palabras: "omnia per Ipsum f,acta sunt" [108]. Realmente a Él y en Él todo converge con un flujo y reflujo incesante. De Él y por Él, nuestra vida. De Él la Redención. Por Él recobrada la armonía rota por el pecado. Por Él reintegrada la Justicia ofendida. Por Él, la salvación para todos los hombres de buena voluntad.
Con el Misterio de Su Encarnación se realiza el plan de la Trinidad Divina de la Segunda Creación; y por Él la Segunda Eva aplastará por primera vez la cabeza de la antigua serpiente, infligiéndole la más tremenda humillación; por que la soberbia será humillada como nunca fue.
Con el Misterio de la Encarnación todo el universo visible e invisible advirtió que la Segunda Creación era un hecho consumado y que cambiaba radicalmente la situación determinada por la rebelión angélica y humana;
exultaron los Ángeles y un cántico nuevo se elevó en el Cielo: "Santo, Santo, Santo es el Señor, el Dios de los ejércitos, hosanna en lo alto de los Cielos".
Ahora Jesús, verdadero Dios y verdadero hombre, está en medio de vosotros, estoy en medio de vosotros y " no os dejaré ya huérfanos", permaneceré en la Tierra hasta la consumación de los siglos en "estado de víctima", pero presente, siempre presente con Mi Corazón Cósmico, propulsor de Luz, de Amor y de Vida eterna.
los hombres verán la potencia del señor
Este aspecto positivo de Mi Iglesia es una realidad que en la Iglesia regenerada todos los hombres deberán conocer, aceptar y amar, porque es absolutamente inadmisible y contra la lógica de la razón y de la fe que el oscuro veneno en el corazón del hombre continúe perpetuando la absurda y paradójica situación de hoy, en la que el odio prevalezca sobre el amor, las tinieblas sobre la luz, y que sobre la felicidad eterna sea preferida la eterna condenación.
Los hombres verán la Potencia del Señor y quedarán tan hondamente impresionados de ella que a su pesar deberán someterse a esta estupenda realidad, y tal como fue dicho: ¡Al fin el Corazón Misericordioso de Jesús y el Corazón Inmaculado de María triunfarán!".
Es ésta la estupenda realidad de la Iglesia hecha nueva. Y por esto Mi Iglesia será tan bella como nunca fue, porque el "estremecimiento" del Espíritu Divino la invadirá, y por eso será casi toda carismática:
de este modo se cumplirá el advenimiento de Mi Reino a la Tierra, implorado desde hace tanto tiempo y por tantas almas. Será como una intermedia venida mía y también la conclusión parcial de la gran lucha y de la más grande batalla entre las fuerzas oscuras del Mal y las Potencias de la Luz.
En Mi Iglesia regenerada Yo quiero que Mi Corazón Misericordioso, propulsor de Mi omnipotencia divina, es decir, Mi Corazón Cósmico, sea el "centro cósmico" en el cual converjan Fe, Esperanza y Amor de todas las almas en un flujo y reflujo que se realiza en el tiempo y se perpetúa en la eternidad.
Hijo, en Mi Iglesia regenerada quiero que Mi Corazón Cósmico y el Corazón Inmaculado de María, nuestra común Madre, sean honrados con una gran fiesta, semejante a la Navidad y a la Pascua.
Te seré más preciso en el futuro.
Ahora, hijo mío, basta. Te veo cansado. Te bendigo ámame, reza y repara
No hay comentarios:
Publicar un comentario