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Hablamos con uno de los Misioneros de la Misericordia nombrados por el Santo Padre
JORGE GRAÑA 29 ENERO, 2016
El P. Roberto Mena S.T. es un Siervo Misionero de la Santísima Trinidad, originario de Guatemala, Centroamérica y realiza un intenso y fecundo apostolado a través de los medios de comunicación.
Es el Director Hispano de Comunicaciones de la congragación en Silver Spring, Maryland y Pastor Asistente en la Parroquia San Bernardo de Riverdale Park.
El padre Roberto colabora semanalmente en programas de radio y ocasionalmente es entrevistado en la televisión. Además mantiene una presencia muy activa en las redes sociales.
Padre Roberto Mena ST, usted ha sido elegido por el papa Francisco como siervo misionero de la misericordia durante este año del Jubileo Extraordinario de la Misericordia. ¿Qué sintió al enterarse de la noticia y cómo cree usted que se relaciona este llamado del Papa con el carisma particular de su congregación?
Pues siendo yo un Siervo Misionero de la Santísima Trinidad este Jubileo de la Misericordia está directamente relacionado con el carisma de mi congregación, que es preservar la fe católica y animar a los laicos en su apostolado.
El nombre de Dios es misericordia, como se titula el último libro del Papa, es la esencia del nombre divino, ya que Él se presenta siempre como misericordioso en su relación con el ser humano a lo largo de la historia de salvación.
Al enterarme de la noticia me alegré mucho porque de alguna manera representaremos al Papa Francisco en los países donde vivimos y seremos el rostro del Padre Misericordioso para muchas personas, pero sobre todo a los que sienten más alejados de la Iglesia y que necesitan la misericordia de Dios.
Mi fundador el Padre Tomas Agustín Judge usaba la confesión para animar a los católicos a ser buenos apóstoles y misioneros y eso es lo que he realizado desde el día de mi ordenación.
El Miércoles de Ceniza los Misioneros de la Misericordia recibiremos el mandato del Santo Padre para serpredicadores de la misericordia y confesores llenos de misericordia.
Recibiremos del Santo Padre el poder de perdonar los pecados reservados a la Sede Apostólica y seremos el signo de la cercanía de Dios y del perdón de Dios para todos.
Me permito subrayar que los Misioneros de la Misericordia somos nombrados exclusivamente por el Papa.
Todos los sacramentos de la Iglesia católica son manifestaciones de la misericordia de Dios; pero pienso que en el sacramento de la Reconciliación es donde todos podemos experimentar, de un modo particular, esa misericordia divina que nos redime. Según Francisco, no se debe confundir este sacramento ni con una “tintorería” ni con un salón de “torturas”. ¿Qué piensa el P. Roberto de esto? ¿Cuáles considera usted que deben ser las cualidades de un buen confesor?
Un buen confesor debe ser un hombre sabio y santo a la vez, como dice santa Teresa. Para mí la reconciliación es el sacramento que me identifica más como sacerdote así como celebrar la santa Eucaristía.
Un confesor debe ser también un hombre de oración, que tenga devoción a los santos y que ore el santo Rosario también.
Es lindo poder representar el amor de Dios misericordioso al dar la absolución. Pero es necesario preparar al pueblo de Dios con un buen examen de conciencia antes de la confesión.
El mismo papa Francisco dice en los números 18 y 19 de laMisericordiae Vultus que los Misioneros de la Misericordia seremos un signo de la solicitud materna de la Iglesia por el pueblo de Dios y anunciadores de la gracia del perdón divino para renovar la gracia bautismal.
El Papa siempre se ha reconocido como un pecador, se ha confesado en público y ha dicho que “cuando reconozcamos que somos pecadores, sabremos que Jesús vino por nosotros”. ¿Siente el padre Roberto la necesidad de confesarse? ¿Qué consejos puede darnos para realizar una buena confesión?
Yo trato de confesarme cada mes. Tengo mi confesor y mi director espiritual que me ayudan cada día a ser mejor misionero y sacerdote.
Son importantes las condiciones para una buena confesión: dolor de los pecados, propósito de enmienda, decir los pecados al sacerdote y cumplir la penitencia que fuera impuesta.
Hay una objetividad especial cuando yo me arrodillo delante de un sacerdote y experimento la misericordia divina. Siento a Jesús mismo que está dispuesto a acogerme y perdonarme como lo presentan las parábolas de la misericordia de Lucas 15 especialmente la del Padre misericordioso.
El pecado es una herida que debe sanarse por los sacramentos especialmente la Confesión y la Eucaristía.
El confesor es una representación del Padre Misericordioso por lo que cumplimos este papel como nos lo indica Juan 20,19-21 con la fuerza y el poder del Espíritu Santo para absolver y retener los pecados.
Dios está presente de una manera especial en cada confesión y en cada confesionario y cada sacerdote experimenta el poder de Jesús que perdona, que sale a través de sus manos al impartir la absolución.
Usted es el Director de Comunicaciones de los Siervos Misioneros de la Santísima Trinidad. En el mensaje escrito por Francisco para la 50 Jornada Mundial de las comunicaciones titulado: “Comunicación y Misericordia: un encuentro fecundo”, el Papa dice: “cómo desearía que nuestro modo de comunicar, y también nuestro servicio de pastores de la Iglesia, nunca expresara el orgullo soberbio del triunfo sobre el enemigo, ni humillara a quienes la mentalidad del mundo considera perdedores y material de desecho”. Usted que es un comunicador que utiliza todos los medios a su alcance para evangelizar, ¿qué opina de estas palabras?
Creo que son una realidad porque el Papa Francisco busca que la Iglesia promueva siempre una cultura del encuentro para poder ser buenos comunicadores.
Nunca debemos imponer nuestras ideas. Tenemos que aprender a escuchar al Pueblo de Dios y luego comunicarle la Buena Nueva del Evangelio de una manera que nos puedan entender.
Francisco recuerda la importancia de la escucha porque“comunicar significa compartir, y para compartir se necesita escuchar, acoger. (…) La escucha nos permite asumir la actitud justa, dejando atrás la tranquila condición de espectadores, usuarios, consumidores”.
Por otro lado, considero que debemos usar todos los medios de comunicación a nuestro alcance para evangelizar incluyendo las redes sociales.
Un buen sacerdote es siempre un buen comunicador como lo era el Cura de Ars en todos sus sermones y los grandes santos como santo Domingo, san Juan Bosco, san Francisco de Sales y muchos otros.
Finalmente padre Roberto, todos estamos llamados a ser misioneros de la misericordia. En la bula Misericordiae Vultus, el Papa nos invita a “despertar nuestra conciencia, muchas veces aletargada ante el drama de la pobreza, para entrar todavía más en el corazón del Evangelio”. ¿Cómo cree que lo podemos lograr?
Poniendo en práctica las obras corporales y espirituales de misericordia, para lo cual se puede leer el número 2447 del Catecismo de la Iglesia Católica. También buscando la oveja perdida, siendo pastores con olor a oveja.
Pero todos tenemos que cumplir lo que dice Mateo 25,31-46 que considero el centro del evangelio y aprender siempre de los más pobres. Ser la voz de los que no tienen voz. Buscarasemejarnos al Corazón misericordioso de Dios y serle fieles a las inspiraciones del Espíritu Santo en nuestra vida.
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