Súmate a la campaña de MasLibres.org para que los diputados promuevan con carácter de urgencia una resolución del Congreso condenando los actos de violencia anti cristiana e instando al Gobierno a hacer cumplir el artículo 16 de la Constitución y proteger nuestro derecho fundamental a la libertad religiosa y de culto.
La pasada Nochebuena, un grupo de feministas radicales interrumpió la Misa del Gallo en la iglesia de San Félix, de Sabadell (Barcelona), con gritos, blasfemias y pancartas a favor del aborto. Ocuparon el altar e impidieron al sacerdote y los fieles seguir con la Eucaristía.
Hubo momentos de mucha tensión, y sólo el buen juicio de la comunidad parroquial evitó un desenlace peor de la provocación intolerante.
Fue el arranque de una nueva ola de violencia contra iglesias, colegios y centros benéficos católicos en España:
- El 27 de diciembre, un albergue para personas necesitadas, gestionado por una comunidad de religiosas, amaneció lleno de pintadas blasfemas y soeces en Vigo.
- La noche del 31 de diciembre, varios colegios religiosos e iglesias de Málaga fueron atacados con nuevas pintadas hirientes contra la Virgen María y a favor del aborto libre.
- La madrugada del pasado 5 de enero, víspera de la festividad de los Reyes Magos, hubo ataques contra cuatro iglesias en Sevilla.
- La puerta de la iglesia de Santa Marina, donde tiene su sede la Hermandad de la Resurrección, fue rociada con líquido inflamable e incendiada. El fuego se propagó al interior y prendió en una cortina. La rápida intervención de los bomberos evitó consecuencias devastadoras para el patrimonio y para el sentimiento religioso de los sevillanos.
- Otras tres iglesias de Sevilla fueron atacadas durante la misma noche del 5 de enero con pintadas a favor del aborto y llenas de expresiones de odio hirientes, blasfemas y zafias.
Los signos de una escalada de violencia organizada contra los símbolos , el patrimonio y la libertad de los católicos vienen manifestándose durante los últimos años.
Emergieron durante los mandatos del anterior presidente, José Luis Rodríguez Zapatero, azuzados por sus consignas y eslóganes guerracivilistas y por sus iniciativas para restringir la libertad religiosa en España, particularmente, la libertad de los cristianos.
La violencia y el odio anti cristianos han conocido un dramático repunte en 2013.
- En febrero, la Policía llegó a tiempo de desactivar un artefacto explosivo colocado en la catedral de Nuestra Señora de La Almudena, en Madrid. Contenía pólvora, un kilo de clavos y un detonador. Fue dejado en la sacristía, estaba listo para explotar y pudo causar una desgracia.
- El pasado 2 de octubre, una bomba explotó en la Basílica del Pilar, en Zaragoza, mientras era visitada por un grupo de escolares. De nuevo, la suerte o la Providencia evitaron una catástrofe. No hubo que lamentar daños a personas, aunque la bomba sí los causó al valioso patrimonio histórico artístico de uno de los santuarios dedicados a la Virgen más importantes del mundo.
Los autores de la mayoría de estos ataques han quedado impunes. Las violentas que profanaron la iglesia de San Félix durante la pasada Nochebuena, ya habían asaltado otra parroquia, la del Sagrado Corazón de María, el pasado 16 de octubre.
En ninguna de estas dos acciones, se molestaron en ocultarse. Todo lo contrario. Lo grabaron todo en vídeo y lo subieron a la página web de su organización radical, Justa Revolta, jactándose de su violencia.
En nombre del artículo 16
La libertad religiosa y de culto es uno de los derechos fundamentales de los españoles. Lo reconoce y garantiza el artículo 16 de la Constitución. ¿Por qué nuestros representantes políticos no nos protegen frente a los intolerantes y los violentos?
El pasado 11 de septiembre, un grupo extremista asaltó la Delegación de la Generalidad de Cataluña en Madrid, donde se celebraba un acto con motivo de la Diada. Varias personas fueron agredidas, entre ellas diputados que habían asistido a ese acto.
La detención de los autores se produjo en cuestión de horas y al día siguiente, el Congreso adoptó una resolución de condena.
¿Son los católicos ciudadanos de segunda? Los ciudadanos exigimos la misma firmeza y la misma rapidez en proteger nuestras libertades.
Actúa por tu libertad, por la de todos. ¡No te calles!
Consigue con esta alerta ciudadana que los diputados promuevan con carácter de urgencia una resolución del Congreso condenando los actos de violencia anti cristiana e instando al Gobierno a hacer cumplir el artículo 16 de la Constitución y proteger nuestro derecho fundamental a la libertad religiosa y de culto.
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