Las cuatro misioneras asesinadas en Yemen por un grupo armado/Actuall.
Hace una semana un grupo armado acabó con la vida de cuatro misioneras de la Madre Teresa de Calcuta en Yemen, un país fuertemente azotado desde 2015 por el terrorismo yihadista.
Anselm (India), Reginette (Ruanda), Margarita (Ruanda) y Judith (Kenia) son los nombres de estas nuevas mártires que como tantos cristianos en todo el mundo sufrieron en su propia piel las consecuencias del odio religioso.

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Sin embargo, a pesar de la gravedad de los hechos, y del interés objetivo que tiene para lectores de Occidente, los medios de comunicación de Europa, y en particular los españoles, no dieron la suficiente importancia al tema, bien porque no informaron del suceso en su díao porque hablaron de la tragedia pero sin incidir en que en la matanza habían sido asesinadas cuatro misioneras. Pero sin duda, lo más destacado es que una gran cabecera como El País omitió el hecho.
Cierto es que todos los días muere gente a manos del terrorismo, pero las circunstancias que rodean el asesinato de las cuatro religiosas le dan especial relevancia.
¿Morir por la fe y por atender a ancianos a manos de islamistas no es noticia para el llamado periódico global?
En primer lugar, porque se trata del asesinato de personas que están dando su vida en un país ajeno al suyo sin remuneración a cambio y que han sido atacadas por musulmanes, por el mero hecho de ser cristianas.
En segundo lugar, por el contexto de guerra contra Occidente y la civilización cristiana, en que se produce el ataque. Parece como si los medios del Viejo Continente sólo reaccionaran cuando los islasmistas golpean en suelo europeo, como ocurrió con los atentados de París. Pero también hay cristianos perseguidos en Oriente Medio o Africa y los asesinatos, secuestros o torturas parecen tener menor consideración.
Y en tercer lugar, porque quienes han perdido la vida pertenecían a la congregación fundada por Santa Teresa de Calcuta, caracterizada por su entrega a los más pobres de los pobres, comenzando por los indigentes de la India y siguiendo por los marginados de Occidente, desde moribundos hasta personas sin hogar, pasando por enfermos irrecuperables.
A pesar del indudable interés mediático que tenía este ataque, los medios lo han silenciado o lo relegado.
El País, un medio que lidera la prensa nacional española ni siquiera ha dedicado cuatro líneas para informar de lo sucedido el pasado 4 de marzo en un momento en el que los ataques terroristas acaparan las páginas de la prensa tanto impresa como online casi a diario, tras los ataques sufridos en París como el de la Sala Bataclan el pasado mes de noviembre.
¿Quizá porque las víctimas eran religiosas? ¿Morir por la fe no es noticia para un medio laicista? ¿Y morir por atender a ancianos, o enfermos incurables…? ¿Por qué un rotativo que se define como Global omite este tipo de informaciones?

el pais
Por su parte, El Mundo informó un día después del asesinato de las misioneras, tras haber denunciado el Papa los hechos.
Cuatro días después de la tragedia, el periodista Alfonso Ussía lamentaba en un artículo de opinión que los medios no hubiesen recordado el Día de la Mujer Trabajadora a las Hermanas de la Caridad que dieron lo mejor de sí ayudando a los más necesitados y que fueron abatidas por el Estado Islámico.
Para el Occidente adormecido parece no haber existido la muerte de estas cuatro mujeres que servían a los últimos de los últimos. Varios obispos, como por ejemplo el de San Sebastián, José Ignacio Munilla, han clamado contra este silencio. “He aquí los mártires del siglo XXI, ignorados por los medios de comunicación”, afirmó Twitter.