SANTIAGO DE CHILE, 20 Mar. 16 / 07:12 pm (
ACI).- El sacerdote chileno, P. Sebastián Correa, publicó un nuevo video en la plataforma digital Catholic-link, en el que reflexiona sobre las similitudes entre una carrera y la
vida cristiana.
¿Existe alguna analogía entre las carreras y la vida cristiana? Si acepto el desafío de participar en una, ¿Lograré terminar la carrera?, son algunas de las preguntas que buscó contestar el sacerdote al participar en el Futangue Challenge 2016, una competencia de campo traviesa que se realiza en la zona cordillerana del sur de Chile, que contempla carreras de hasta 60 kilómetros y que reúne a cientos de deportistas de distintos países.
En primer lugar, relata el P. Correa, “como me tocó lluvia y un clima bastante adverso me caí muchas veces, y aprendí que es igual que la vida cristiana. Uno se cae, le duele, le da vergüenza, a veces quiere no continuar, pero tiene que seguir adelante y perseverar. Las caídas existen, son verdad, pero lo importante es saber pararse. ¡Y mientras más rápido, mejor!”.
“Lo segundo es que en ese camino, en esas caídas, había mucha gente que a uno lo va apoyando, lo va alentando, le va diciendo que tenga ánimo, que tenga fuerza”, observó.
Alertó que al ver a personas que son más rápidas que uno puede surgir fácilmente la envidia. Sin embargo, “aprendí que cuando uno los alienta a ellos que van más rápido, en el fondo yo también crezco y me dan más ganas de correr. Y uno corre con más fuerza y con más ánimo, igual que la vida cristiana”.
De todas la experiencia de la carrera, el sacerdote fue superado por una mujer mayor que él y “ahí me picó la vanidad”. Por ello sugiere “no compararse con el resto. No importa si el otro es mayor o menor, si es que llevan más tiempo o menos tiempo. Lo importante es que cada uno según sus capacidades se vaya esforzando al máximo” sin caer en la inmadurez.
“Por último y lo más importante: ¡es una carrera de larga distancia! (...) Es una carrera llena de dificultades, con cosas muy hermosas, con cosas increíbles, pero si uno no llega a la meta se queda con nada”.
“En la vida cristiana hay que perseverar hasta el final. No sirve de nada vivir mucho tiempo en fidelidad y al final desistir. Hay que llegar a la meta, hay que llegar al final. Allí está la meta, nosotros llegamos, podemos decir con alegría ¡cumplimos!”, concluyó.
El P. Sebastián Correa responde habitualmente las preguntas que le plantean en
Facebook y en su cuenta de Twitter
@Padre_Seba.
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