Hoy es comúnmente aceptado, entre historiadores y estudiosos, que el año del nacimiento de Jesucristo no fue calculado correctamente en su momento. Se habla de un error cometido por el monje Dionisio el Exiguo (siglos V-VI), a quien Roma encargó proseguir la compilación de la tabla cronológica de la fecha de Pascua preparada en tiempos del obispo Cirilo de Alejandría. El monje tomó como punto de partida la fecha de la encarnación del Señor.
El error de Dionisio radica en el hecho de que, según sus cálculos, el nacimiento de Jesús se produjo tras la muerte de Herodes, es decir, unos cuatro o seis años después de la fecha en la que realmente aconteció, que correspondería al año 748 de la fundación de Roma. Sin embargo, Flavio Josefo nos transmite que la muerte de Herodes I el Grande ocurrió después de 37 años de su reino; considerando que subió al trono en el año 40 a.C., el año de su muerte sería el 4 a.C.
Este dato lo confirma otro acontecimiento astronómico que el cronista recuerda antes de la muerte del monarca: hubo un eclipse lunar, que tuvo que ocurrir entre el 11 y el 12 de abril de 4 a.C. Por eso, si la fecha de la muerte de Herodes se produjo en el 4 a.C., Jesús no pudo nacer más tarde de ese año. Sin embargo, en lo que se refiere al mes y al día del nacimiento existen muchos indicios de veracidad en las fechas tradicionales. Para hacer este análisis hay que tomar en consideración dos fuentes: el evangelio según san Lucas y el calendario solar encontrado en Qumrán.
Lucas nos dice que el ángel Gabriel anunció a Zacarías que Isabel estaba embarazada cuando «oficiaba delante de Dios con el grupo de su turno» (Lc 1,8). A través de esas dos fuentes es posible calcular las veinticuatro clases en las que estaban divididas las familias sacerdotales e identificar la octava clase, la de Abías, a la cual pertenecía el sacerdote Zacarías (Lc 1,5), que desarrollaba su servicio los días 8-14 del tercer mes y los días 24-30 del octavo mes.
Estas últimas fechas corresponden a finales de septiembre, nueve meses antes del 24 de junio, fecha del nacimiento del Bautista. En consecuencia, el anuncio a la Virgen María «en el mes sexto» (Lc 1,26) de la concepción de Isabel correspondería al 25 de marzo. Se puede, por tanto, considerar histórica la fecha del nacimiento de Jesús, el 25 de diciembre.
No obstante esto, es común la idea de que la tradición de la Iglesia estableció esta fecha de la fiesta del nacimiento de Jesús en correspondencia con la festividad pagana del Dies natalis solis invicti, que se celebraba el 21 de diciembre, día del solsticio de invierno, probablemente para sustituir el culto pagano y divulgar velozmente el cristiano. Pero también es evidente que una fiesta tan central no pudo fijarse sólo por motivos oportunistas: con toda probabilidad, la tradición tenía raíces históricas y reales. Es verdad que el paso de la fiesta pagana a la cristiana fue muy fácil, pues la tradición bíblica vio siempre al Mesías como la luz y el sol: «nos visitará el sol que nace de lo alto» (Lc 1,78).
belen.custodia.org
No hay comentarios:
Publicar un comentario