“Quiero decir, de todos modos, que sólo Dios conoce los secretos”. Para hacer comprender mejor qué pretende decir con esta frase, Mirjana (una de las videntes de Medjugorje – n.d.t.) nos ha dicho que los últimos médicos que la han examinado en un instituto sobre hechos sobrenaturales de Innsbruck, en Austria, sometiéndola incluso a la hipnosis y a la máquina de la verdad, no han conseguido que diga nada diferente.
Ha confirmado también que el séptimo secreto se ha atenuado por sus oraciones y a una señora que se ha encontrado una señal en su brazo en forma de M, Mirjana le ha dicho “si ves o sientes algo, ¡esto es para ti! con vuestras oraciones debéis entender el por qué, qué es lo que Dios quiere de vosotros”.
Ha añadido, como respuesta a múltiples preguntas sobre los secretos, que el 80 por ciento de lo que se oye y se dice por la calle es falso. Nos ha aconsejado no comprar libros sobre este tema porque son obras de personas que han ido una semana a Medjugorje y que ni tan siquiera han hablado con los videntes. “Mejor que compremos libros de oración”
Luego le he preguntado sobre las lágrimas y sonrisas que tiene repentinamente durante las apariciones. “No me veo nunca en los vídeos. Me acuerdo de los momentos de dolor. Las apariciones del día 2 de cada mes son para aquellos que aún no han conocido el amor de Dios… Como Madre, siente un gran dolor por sus hijos”. ¿Pero ella también llora? “!He visto tantas veces lágrimas en sus ojos! Ella quiere que sus hijos estén en el camino justo y como Madre sufre cuando ve nuestros corazones duros y fríos. Me cuesta hablar del sufrimiento de la Virgen. Incluso ahora tengo ganas de llorar… todos nos conmocionamos cuando la oímos hablar de estas cosas… He visto a tantas mujeres sufrir pero el dolor de nuestra Madre se ve en su rostro… cada músculo tiembla de dolor, para mí esto es muy difícil de ver y soportar… cuando me doy la vuelta después de las apariciones y me doy cuenta que aún no han entendido nada. Piensan en otras cosas y no en lo que es importante. ¡Sin piernas y sin una mano se puede ir al Paraíso, pero sin alma no! Cuando entendamos esto todo será muy diferente”.
Ha querido subrayar también que hay ciertas personas que reinterpretan los mensajes a su propio capricho. Un último ejemplo es que se ha dicho que esta es la última vez que la Virgen está en la Tierra. “No es verdad. La Virgen ha dicho que esta es la última vez que está en la Tierra de este modo… con tantos videntes y durante tanto tiempo”. ¿Y por qué las apariciones duran tantos años? “La Virgen nos está preparando y al final se comprenderá. Si alguien quiere encontrar algo que no le va bien estando en Medjugorje, rápidamente lo encontrará. Pero si tu corazón sólo busca esto, entonces sería mejor quedarse en casa. Si tú tienes el corazón abierto para la oración y quieres conocer mejor a Jesús, lo conocerás y lo entenderás. Como esa señora con tantos problemas familiares, que su grupo se había olvidado de ella y estuvo tres horas esperando y se quejaba del grupo…. Le dije “perdone señora, si me permite decirle… que con todos los problemas que tiene, está aquí perdiendo el tiempo, vaya a la cruz azul, póngase de rodillas y rece a la Virgen, no espere a que Dios le dé algo. Algunos no entienden. Piensan ¿quién soy yo para decirles nada? ¿Esta me va a decir a mí lo que tengo que hacer?… Yo soy como todos los demás. También tengo mis problemas, mis preocupaciones, mis cruces. La Virgen nunca me ha dicho “no te preocupes”. También yo tengo que rezar por todo como vosotros. Lo importante es dirigirse a Dios, hablar con Él. Aquí en la Tierra todos somos iguales. Todos somos escuchados por igual. Abre tu corazón, deja que la Virgen entre. No pierdas el tiempo en cosas que no son importantes. Abre el corazón a la oración. ¿Lo más importante que ha dicho la Virgen? Amor, amar… Dios nos hace una sola pregunta: “¿cuánto has amado?”. Si tú sientes amor por Jesús, por tus hermanos y hermanas, no puedes matar, robar, hacer daño, traicionar porque quieres el bien de esa persona. Por eso para mí el mensaje más importante es amar, amar como Jesús me ama a mí. Se necesita orar a Dios todos los días, para poder amar como Él nos ama. Y no sólo amar a aquellos que son buenos conmigo sino también a los que no lo son. Esto es muy importante”.
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