2000
07-01-2000
(Primer Viernes)
Jesús:
Oh amor vano de vanas criaturas. Llenaos de Mí. Vuestro amor es siempre así,
vano y cambiante.
Asemejaos a Mí.
Tomad, poseed mi mismo Amor, que Yo os dono a través de mi mismo Cuerpo y
mi misma Sangre, mi Alma y mi Divinidad aquí, en mi Sagrada Hostia, Sagrada
Eucaristía.
Que no tenga queja de vosotros en este punto tan importante.
Amad, amad hasta el extremo, sed Yo mismo para el mundo. Hermoso mundo,
pobre mundo.194 Mirad que Yo sostengo el mundo. Si Yo no lo sostuviera, dejaría
de existir.
Mirad cómo mi Padre está tentado de hacerlo desaparecer, pero he aquí que vuestra
Santa Madre, la Virgen, por sus súplicas incesantes, su tremenda entrega y amor,
sacrificio puro y santo, agradable a Él, frena continuamente su Mano para que no
caiga sobre vosotros y os aplaste.
Y he aquí que, por su medio, Yo me he procurado un Resto fiel, del que obtengo
víctimas puras, a su semejanza, para aplacar así la Ira de Dios. Y gracias a ellas,
con Ella, serán evitados muchos de los iniciales castigos, pero otros vendrán,
porque de este sucio mundo no sube más que hedor a mi Padre, y vuestro aroma no
consigue ahogarlo.
¡Tan poco os esforzáis, pobres guerreros! Sí, deberíais ser ya
aguerridos soldados poblando las filas y llenando los huecos allí donde otros han
desertado. Porque uno fiel me vale por más de mil. Y en su lugar, he aquí que os
miro y os hallo enredados en miles y torpes ocupaciones mundanas que os quitan el
brillo, os quitan la luz. ¡Caminad! ¡Iluminad a este mundo en tinieblas, para que en
las tinieblas pueda brillar la luz! No os dejéis envolver por ellas. Pretenden
ahogaros, pero vosotros sois más fuertes porque estáis en mi Corazón.
¡Alabad!, alabad a Dios.
Ofrecedme vuestra vida, vuestro sacrificio de la vida, y Yo os la haré grande a los
Ojos de mi Padre que está en los Cielos y me ama.
El Amor es eterno, es amable, no tiene envidia,195 el Amor es poderoso, porque no
busca lo suyo; no se engríe, perdona siempre, ampara siempre, disculpa siempre. El
Amor es poderoso. Libera vuestras cadenas, os hace libres del mal, libres de
vuestros enemigos. Amad, amad al Amor, y sed así los hijos valerosos de Dios
Omnipotente. Que si hubiera querido, dejaría de pensar en la Humanidad, y ésta dejaría de existir. Pero he aquí que desea salvarla por las súplicas de una Virgen;
salvarla y conducirla a la Vida Eterna, la Vida Verdadera.
En el Nombre del Padre, del Hijo y del Espíritu Amén.
Gloria al Señor, Gloria a Dios Omnipotente, Creador del cielo y tierra, Gloria a su
Hijo Unigénito, y al Espíritu Santo de entre ambos. Amén.
194 Sentado en su Trono, Jesús tiene el mundo en su Mano izquierda.
195 Cfr. I Co 13,4ss.
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