08-10-2002
Jesús:
Temes no transmitirme tal cual Soy, que tus palabras se queden muy cortas para
transmitir exactamente todo el Amor del Hijo del Hombre por los hombres.
Lo son, son cortas. Pero es que ningún hombre puede plasmar el Amor de Dios,
porque es Infinito, y él es una criatura finita.
Hija mía, los que estudian esto lo saben, no temas.
Y los demás, los que lo leen, hace falta mucho amor para comprenderme tal cual
Soy, y mientras no tengan amor, no podrán comprenderme.
No consiste en esta u otra palabra determinada para transmitirme. La misma
palabra AMOR se queda corta para transmitir lo que Yo siento por cada hijo de
hombre. El lenguaje humano es una cosa, otro es el Lenguaje de Dios.
Y para comprenderlo hace falta amarme mucho, amarme mucho, hija, y leer estas
líneas desde el fondo de mi Corazón de Dios.
Compara: Dios y la criatura. Dios y las criaturas: ¿son realidades que pueden
compararse?581 Sí, desde que Dios se ha hecho Hombre y ha venido a formar parte
de vosotros, haciéndose uno con vosotros.
Jesús, cuando estaba en la tierra, también tenía un lenguaje humano. Pero no era
sólo lo que decía a los hombres, sino cómo lo decía y la Gracia Divina que había en
sus Palabras. Empleaba el lenguaje humano en su máxima perfección, lleno de
Amor a los hombres y de Unción.
El que Yo empleo contigo, también lo es porque viene de Mí, pero se adapta a mi
transmisor y mi transmisor lo transcribe según las palabras de su corta sabiduría,
que será más perfecta cuanto más se acerque a Mí.
Porque Yo me refiero a personas concretas, y hablo con personas concretas, y amo
sus cosas, su persona y todo lo que les rodea, porque le amo a ella misma, por eso
he querido hablarte y preocuparme de tus cosas, para que vean los demás cuánto les
amo, cuánto amo a cada hombre y cómo me preocupo de la mínima situación de su
vida, y me hago cargo de su carácter, de sus virtudes y sus vicios, y cómo le pido
avances concretos de conversión.
Quiero que en ti vean mi Amor por todos los
hombres. Y cómo Dios está pendiente de la más mínima de todas sus criaturas.
No te preocupes. De tu imperfección, Yo saco perfección. Fuerza de tu debilidad.582
No es la sencillez y campechanería con que me hablas la que les hace rechazarme a
Mí así.583 Permíteme decirte, que Yo amo esa sencillez y me encanta tu
campechanería porque te amo a ti, oh hija, por encima de todo.584 No lo haces por
falta de respeto, hija, es que tú me ves cercano, y así me hablas. ¡Oh!, ¡quisiera que
todos los hombres me hablaran como tú me hablas!, desde el fondo de su corazón y
sin palabras rebuscadas que les hacen no ser ellos mismos. Y los que tengan más
cultura, que me hablen desde su cultura. Quiero que me tratéis tal cual sois, sin
rebuscamientos. Soy Dios, sí, pero Soy vuestro Esposo y vuestro Hijo, vuestro
Padre y Hermano, vuestro Amor, vuestro Dios y vuestro Todo, puesto a la altura de
un pedazo de pan para vosotros.
¡Oh, tú lo comprendes, hija!, ¡gracias!585
581 Antes de Cristo no se podían comparar. Después de Cristo somos hijos de Dios
y hermanos de Jesucristo. Dios ha compartido nuestra humanidad.
582 Cfr. 2 Co 12,7-10; Flp 4,13.
583 Rechazar sus Mensajes.
584 A mí como persona por ser su hija, en mi totalidad, para El esas características
son una virtud. Aunque es Dios no le molestan, al contrario.
585 No puedo explicar qué es que Dios te dé las gracias, sentir que eres un alivio
para Dios, pese a todos tus defectos... que te ame así.
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