29-08-2002
Jesús:
(Había leído Jeremías hasta el cap. 7)
¿Quieres que cuente todos los Llamamientos a lo largo de la historia?, ¿quieres que
cuente?, y serían insondables, porque harto estoy de llamar a los hombres a
conversión y que no se me haga ni caso.
Me dirán: “¿Cómo es que Dios ha agotado su Misericordia?”551
Mi Misericordia es inagotable; tendré Misericordia de quien tuvo misericordia.
Pero llegará un momento que ya no vas a llamar más a conversión.
Sí, el tiempo mesiánico se acaba552, y empieza la era de Cristo Rey, de María
Reina sobre los corazones, el Reinado de Paz y de Justicia, de Vida y Amor. El
tiempo del rescate se acaba, y los que no han sido rescatados, no podrán serlo
luego, porque todo lo creado lo voy a renovar, porque tiene que ser la tierra purificada. De todas vuestras inmundicias os purificaré, os limpiaré, arrancaré de
vuestro pecho el corazón de piedra y os daré un corazón de carne.553
En esta Promesa Yo me he estado manifestando a ti. Por ésta Yo te digo: Avisa que
el tiempo ha llegado. El tiempo de la siega ha llegado,554 y todo sarmiento que no
dé buen fruto ha de ser arrojado al fuego.555 Porque solamente con los sarmientos
verdaderos es con los que Yo voy a construir el Reino Nuevo.
Hija, entiende mi Dolor por todos los impenitentes, y no quieras ser uno de ellos,
pero con los no-convertidos Yo no puedo instaurar mi Reino, y han de ser arrojados
fuera, porque ellos mismos no quisieron pertenecer a él y se autoexcluyeron antes.
¿Comprendes?
Reino de Paz y Justicia, de Vida y Amor, hecho sólo con los elegidos, con los
convertidos antes del Día.
Por eso Yo te sigo llamando a que vayas y llames a conversión, que avises al
pequeño Resto de Israel de que estén preparados, que el Día se acerca, que cojan a
sí mismos y a todo su familia y se metan en el Arca,556 en el Arca de la Salvación,
que Ella les llevará a buen puerto, el puerto de la Gloria, el Reino del Amor.
551 Cfr. Mi 7,18; Sal 76,9.
552 Se refiere al tiempo de la salvación, del rescate, de continuar en nosotros lo que
falta a la Pasión de Cristo (Col 1,24), para que el Pueblo esté redimido.
553 Cfr. Ez. 36, 25-27; 11,19.
554 Cfr. Mc 4,29; Mt 13,24-30; Ap 14,15.
555 Cfr. Jn 15,4-6; Ez 15,1ss.
556 El Corazón de María y el Corazón de Jesús.
30-08-2002
Jesús:
Destierra de ti todo odio y maledicencia, toda la acción del Maligno y actúa con
firmeza, pero sin dejarte llevar.
¡Pobres hijos míos! Mirad, vuestras pasiones os llevan de un lado para otro y, aun
sabiendo lo que hay que hacer, caéis en ellas porque no las habéis sabido domeñar,
porque no las tenéis atadas. Sí, y aun haciendo oración, sí, cuando la oración no es
verdadera porque no lleva consigo un cambio radical de vida.
Desconfía de los que, haciendo oración, siguen con su misma vida de siempre,
llena de placeres y comodidades, de gusto al cuerpo y apetencias y caprichos. Esos,
no son de los míos.
He aquí mi esclavo, en quien me complazco:557 el que domina todas sus pasiones y
me las somete a Mí, y se hace dueño de Mí haciéndose mi servidor. Es ése, en ése
me complazco.
¡Oh Jesús mío!, y cuando la gente se encuentra mal, ¿cómo no acude a Ti?,
¡me das tanta fuerza!
No saben QUIEN SOY YO.558 ¿Querrás tú ir a decírselo? Sí, Jesús mío.
Trabaja todo lo que puedas por mi Reino, Yo haré el resto.
A la gente que se ocupa de Mí y de mis cosas, Yo me ocupo de ella y de las suyas.
Amén. Vete en paz.
557 Cfr. Is 42,1.
558 Esas palabras resuenan muy fuerte dentro de mí. Se para al pronunciarlas para
que se hagan eco en mí
08-09-2002
(Cumpleaños de la Virgen)
Virgen:
¿Cuál es el mejor regalo que te podemos hacer, Madre?
Estar en gracia y bendecir y alabar a Dios con vuestra vida.
Dios Padre:
¿Dónde os vais a refugiar, Pueblo ingrato?
Querréis que estas montañas se abran para daros cobijo, pero no se abrirán.
Querréis que el auxilio os venga del Señor, pero no os vendrá. Levantaréis los ojos
a los montes559, dirigiréis vuestra mirada a ellos, oh, Pueblo ingrato, pero el auxilio
no os vendrá del Señor, porque no le reconocisteis. Porque no creéis que todo es
Suyo, no lo reconocéis como Dios, Él, en los días aciagos, no os reconocerá como
hijos. Dice el Señor, oráculo de Yahveh.560
559 Cfr. Sal 121,1.
560 Veo verdaderamente cómo, en un día Terrible, cae del Cielo destrucción contra
nosotros, contra la gente. La gente del Pueblo quiere huir a los montes para que
le den cobijo y desea que se abran para refugiarse en las entrañas de la tierra de
la Ira de Yahveh sobre el Pueblo, y pide a Dios que se abran y les dé cobijo, y
no se abren. Dios no les oye, tiene su oído cerrado a sus súplicas. Día de
Angustia y de Dolor, de miedo y de Destrucción. ¿De dónde nos vendrá el
auxilio?
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