Aunque los medios de comunicación ya no hablen de ella, Asia Bibi sigue en el corredor de la muerte. Está en manos de los que han estado protegiendo y escondiendo a Osama Bin Laden, en Pakistán. Está en manos de los que quieren vengarle. Por eso necesita ahora más que nunca tu ayuda.
Los gobiernos democráticos no pueden seguir quedándose en las buenas palabras. Por favor, envía ahora tu mensaje a la Ministra de Asuntos Exteriores, Trinidad Jiménez, para salvar su vida:
Camino de los dos años de cárcel, la vida de Asia Bibi corre cada vez más peligro. No solo porque en Pakistán se está multiplicando la persecución cruenta contra los cristianos, sino porque la muerte de Osama Bin Laden ha desatado la furia del fundamentalismo, especialmente en Pakistán, y los fanáticos están sedientos de sangre.
Lo último que sabemos de Asia Bibi es que se está enferma. Sus abogados dicen que "reza mucho y ayuna ofreciendo a Dios su sufrimiento". Ante el juez que la condenó a la horca sin más pruebas que las acusaciones de los fanáticos, dijo: "Prefiero morir como cristiana que salir de prisión siendo musulmana".
Si los ciudadanos de todo el mundo reaccionamos, si presionamos a nuestros respectivos Gobiernos y también al Gobierno de Pakistán, tal vez lleguemos a tiempo de salvarle la vida. Y salvar la vida de Asia Bibi puede significar un punto de inflexión que sirva para abolir la ley antiblasfemia, salvado así la vida de muchos otros cristianos que están muriendo en aquel país a manos de grupos como los de Al Qaeda.
No llegamos a tiempo de salvar la vida de Qamar, ni la de Salman, ni la de Shahbaz, cristianos todos ellos y hoy, mártires. Pero tenemos todavía una oportunidad con Asia Bibi.
Qamar David era un empresario cristiano pakistaní. Fue condenado el año pasado a cadena perpetua por blasfemia contra el islam. Su acusador era otro empresario, competidor suyo en Karachi. Qamar fue encontrado muerto en su celda el pasado 15 de marzo.
Salman Tasir era el gobernador del Punyab. Hizo público su apoyo a Asia Bibi. Criticó a los clérigos fundamentalistas y se opuso a la ley antiblasfemia, la coartada empleada por los fanáticos para asesinar cristianos y para condenar a muerte a Asia. Fue asesinado por uno de sus guardaespaldas el pasado mes de enero.
Tres meses después, Shahbaz Bhatti también caía asesinado. Era ministro de Minorías, el primer y único católico en el Gobierno de Pakistán. Criticó la persecución de los cristianos en su país. Denunció que quienes no se someten al fundamentalismo islámico terminan siempre asesinados. En su testamento dejó escrito: “Hasta el último aliento seguiré sirviendo a Jesús y a esta pobre y sufriente humanidad”. Su Biblia, la que siempre llevaba consigo, se encuentra ahora en el memorial de los mártires de la basílica de San Bartolomé, en Roma.
Son solo algunos de los muchos cristianos pakistaníes asesinados precisamente por serlo. Los que malviven en el callejón de la muerte, vigilados por asesinos de Al Qaeda y otros grupos, todavía cuentan contigo. Conmigo. Somos su última oportunidad.
Porque no pueden contar ni siquiera con una defensa jurídica mínimamente segura. Joseph Francis es abogado. Dirige una organización pakistaní de asistencia legal gratuita a los cristianos. Se atrevió a aparecer en un programa de televisión para criticar las atrocidades a que da lugar la ley antiblasfemia. Fue detenido, acusado de blasfemia. Recibe amenazas de muerte, a las que responde es esta manera: "Soy un soldado de Cristo y quiero hacer todo lo posible para proteger a los perseguidos y oprimidos por las leyes injustas, incluso si al final me toca pagar con mi vida".
Por favor, en estos días en que todos los informativos hablan de Osama Bin Laden, no olvides que Asia Bibi está en manos de sus seguidores.
Los gobiernos democráticos no pueden seguir quedándose en las buenas palabras. Los ejecutivos que se gastan millones de euros en campañas de protección de animales en supuesta extinción no pueden seguir mirando para otro lado ante el genocidio religioso que se está produciendo en tantos países.
Firma ahora para que Asia Bibi no sea la próxima víctima del fundamentalismo. Si ya firmaste la alerta anterior de HazteOir.org, el Presidente de Pakistán ya ha recibido tu petición, pero todavía no nos ha hecho caso. Ahora queremos que sea el Gobierno español quien interceda a favor de la vida de Asia Bibi.
Exige al Gobierno español que tome cartas en el asunto y abandere una campaña en todos los organismos internacionales para reclamar su puesta en libertad inmediata.
Firma esta petición y tu correo electrónico llegará a Trinidad Jiménez, ministra de Asuntos Exteriores:
Envía tu mensaje a Trinidad Jiménez, Ministra de Asuntos Exteriores
¡Muchas gracias!
Olga Cuquerella y todo el equipo de MasLibres.org
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