La Virgen y el Niño con un donante
(Lavinia Fontana)
1. Maria Divine Mercy (Irlanda)
Mensaje de: Jesucristo.
Fecha: 24 oct 2012, 09:11 pm.
Título: You must never reject private revelations without the qualifications or the humility required (Nunca debéis rechazar las revelaciones privadas que no tengan las condiciones o la humildad requeridas).
Traducción (nuestra):
“Mi querida y amada hija, es importante que no escuches a aquellos que atacan Mi Palabra Santa.
Cierra tus oídos a los intentos que se harán ahora, especialmente los de aquellos que se dicen teólogos Católicos, de rechazar Mis Santísimos Mensajes.
Como ya os he dicho, los mayores ataques vendrán de quienes, en la Iglesia Católica, dicen que me conocen pero no comprenden el Libro de la Revelación ni los secretos que contiene.
No pueden saber eso porque Yo, el Cordero de Dios, nos los he revelado aun todos.
¡Cómo me contrarían! ¡Cómo me hieren! Por cada cruel rechazo que infligen a Mis Mensajes hunden otro clavo en Mi Cuerpo.
Por cada instrucción que doy, para el bien de todas las almas, que ellos rechazan con vehemencia, me vuelven a crucificar.
Sin embargo no importa cómo Me hieren, pues yo volvería a morir mil veces sólo por salvar un alma.
Ellos pueden dejar a un lado Mis Mensajes, burlarse de ti, hija Mía, y rechazarme, pero no impedirán qu la Voluntad de Mi Padre, finalmente, termine por cumplirse.
Esas pobres almas creen, en ocasiones, que se están comportando responsablemente, al decir a la gente que no acepte Mis Mensajes.
Lo que están haciendo es impedir que la Palabra de Dios sea llevada a los hijos de Dios. Si continúan haciendo esto serán silenciados por la Mano de Mi Padre.
Ningún hombre Me detendrá en Mi búsqueda para salvar almas.
Para aquellos ministros sagrados que persisten en impedir que Mi Palabra sea escuchada, sabed esto.
Vuestras incesantes palabras y acusaciones blasfemas os despojarán de las gracias otorgadas a vosotros en vuestra vocación. A menos de que acudáis a Mí, en la oración, pidiendo las respuestas que necesitáis, Yo no puedo ayudaros.
Nunca debéis rechazar las revelaciones privadas que no tengan las condiciones o la humildad requeridas. Aun así, nunca juzguéis esas manifestaciones. Permaneced en silencio.
Pedid el don de discernimiento en todas las ocasiones. De otra manera, seréis culpables del peor crimen a los Ojos de Mi Padre – el crimen de impedirle que salve almas mediante la Palabra Santa de Su Hijo.
Vuestro Jesús”.
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