1 CORINTIOS 3, 5-17
5 Después de todo, ¿quién es Apolo, quién es Pablo? Simples servidores, por medio de los cuales ustedes han creído, y cada uno de ellos lo es según lo que ha recibido del Señor.
6 Yo planté y Apolo regó, pero el que ha hecho crecer es Dios.
7 Ni el que planta ni el que riega valen algo, sino Dios, que hace crecer.
8 No hay ninguna diferencia entre el que planta y el que riega; sin embargo, cada uno recibirá su salario de acuerdo con el trabajo que haya realizado.
9 Porque nosotros somos cooperadores de Dios, y ustedes son el campo de Dios, el edificio de Dios.
10 Según la gracia que Dios me ha dado, yo puse los cimientos como lo hace un buen arquitecto, y otro edifica encima. Que cada cual se fije bien de qué manera construye.
11 El fundamento ya está puesto y nadie puede poner otro, porque el fundamento es Jesucristo.
12 Sobre él se puede edificar con oro, plata, piedras preciosas, madera, pasto o paja:
13 la obra de cada uno aparecerá tal como es, porque el día del Juicio, que se revelará por medio del fuego, la pondrá de manifiesto; y el fuego probará la calidad de la obra de cada uno.
14 Si la obra construida sobre el fundamento resiste la prueba, el que la hizo recibirá la recompensa;
15 si la obra es consumida, se perderá. Sin embargo, su autor se salvará, como quien se libra del fuego.
16 ¿No saben que ustedes son templo de Dios y que el Espíritu de Dios habita en ustedes?
17 Si alguno destruye el templo de Dios, Dios lo destruirá a él. Porque el templo de Dios es sagrado, y ustedes son ese templo.
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