39 de los 50 países que martirizan cristianos son musulmanes.
Javier Rupérez, miembro de la Real Academia de Ciencias Morales y Políticas publicó “La persecución de los cristianos en el siglo XXI” en el marco dePapeles Faes, de la Fundación para el Análisis y los Estudios Sociales (FAES).
El informe está dedicado a tres mártires: Asia Bibi, Salman Taseer, gobernador del Punjab (musulmán) y Shabbaz Bhatti, estos últimos asesinados.
La conclusión es clara y redunda con la mayoría de los estudios publicados:
“Los cristianos en el mundo, más que ninguna otra comunidad religiosa, constituyen hoy en día un grupo perseguido y amenazado, urgentemente necesitado de protección y ayuda”,
Después de reseñar las mayores masacres: agosto de 2008 en Orissa (57 asesinados) y más de 50.000 refugiados; octubre de 2010 en Bagdag, con 52 muertos; septiembre de 2013 con los ataques de Boko Haram en Nigeria y 142 muertos, explica que
“No son otra cosa que muestras especialmente violentas de una tendencia conocida y multiplicada a lo largo de la época contemporánea y no pueden ser entendidas como manifestaciones aisladas y por tanto insignificantes”
Y no se trata de una lucha de dos bandos en pugna, porque,
“los seguidores de Jesucristo asesinados en Irak, India o Nigeria no se habían distinguido por su participación en acciones sociales o políticas de ningún signo”.
A estas vejaciones hay añadir,
“otras igual de crudas y contundentes que encuentra su asiento en países y regímenes que tienen el ateísmo por creencia estatal y la persecución religiosa como norma”.
El informe destaca que el 75 % de la población mundial tiene restricciones al ejercicio de la libertad religiosa.
Respecto a la cuantificación de la persecución cristiana el autor concluye que la cifra más adecuada a la realidad es la de 100.000 muertos en 10 años;
“lo cual llevaría a 10.000 anuales, veinte cristianos muertos cada día y casi uno por hora”.
Respecto a las razones de la persecución sostiene que,
“La actual persecución contra los cristianos tiene diversas fuentes de inspiración y conoce diferentes niveles de vesania, algunos de los cuales están directamente relacionados con el designio criminal de borrar su rastro de la faz de la Tierra”.
De los 50 países a los que considera en mayor o menor medida responsables de las persecuciones contra los cristianos,
“39 de ellos cuentan con una población mayoritariamente musulmana, que suele coincidir con la presencia de la sharia como ley estatal”.
“Gran parte del África subsahariana y de la costa mediterránea de ese continente, el Oriente Medio, el Golfo Pérsico y todo el continente asiático hasta las orillas rusas y chinas del Pacífico están poblados por países y sociedades en los que el cristianismo sufre acoso”
Y como conclusión recomienda:
Que se cumpla la Declaración Universal sobre los Derechos Humanos; el artículo 16 de la Constitución Española y la primera enmienda de la Constitución de los Estados Unidos.
Pide también,
“buscar de manera inmediata la solidaridad de todas las confesiones cristianas”, incluyendo también a los judíos y sectores islámicos que“quieren disociarse de las barbaridades que en nombre de su religión cometen algunos de sus correligionarios”.
De igual manera pide a las autoridades civiles que exijan responsabilidad diplomática:
“en el mantenimiento de las relaciones bilaterales para con aquellos gobiernos caracterizados por perseguir a los cristianos o limitar los derechos de la libertad religiosa”. “Las consideraciones de prudencia diplomática no pueden ceder ante la barbarie”
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