Desde Derecho a Vivir, desmentimos cada una de sus falsas e ideológicas premisas
AI vincula mayor restricción legal al aborto con riesgo para la salud materna, cuando la evidencia científica señala lo contrario
Afirman que el Anteproyecto viola los derechos humanos, cuando no existe ningún "derecho al aborto'
Entre sus llamativos silencios, omiten que la propia ONU instó a enmedar la 'Ley Aído' por discriminatoria
Desmentimos en este artículo cada una de las falsas premisas con las que trata de argumentar a Gallardón que la reforma legal "viola los derechos humanos" y denunciamos sus clamorosas omisiones.
REDACCIÓN HO.-
Amnistía Internacional (AI) ha enviado una carta al Ministerio de Justicia quizá esperando que el ministro caiga en los enredos con los que fracasaron por ejemplo ante los jueces salvadoreños , en
el Caso Beatriz.-, en la que le pide la retirada de la reforma de la ley del aborto porque, dice falsamente, "supone un riesgo para la salud de las mujeres de las niñas e incumple las obligaciones internacionales de derechos humanos contraídas por España". La organización informa de ello en un comunicado: la directora adjunta para Europa, Jezerca Tigani, ha afirmado que el anteproyecto si se convierte en ley "retrotraería al país varias décadas, a una época precaria para los derechos humanos de las mujeres y niñas".
Frente a la evidencia científica
Señalan que la reforma podría aumentar el número de mujeres que recurren a procedimientos "peligrosos, inseguros, clandestinos e ilegales" poniendo en riesgo su salud, e incluso su vida. Pero la realidad es que el aborto no es salud. Ni sexual ni reproductiva, ni física ni psicológica, ni operatoria ni postoperatoria. Si algo es el aborto es violencia:
1. El aborto no cura nada: elimina una vida inocente e indefensa
- Hoy por hoy, sean cuales sean las graves consecuencias que pueda sufrir una mujer embarazada, pocas veces estará en proporción con la de eliminar la vida del inocente que alberga en su seno. La Ciencia y praxis médica está lo suficientemente avanzada como para salvaguardar, salvo rarísimas excepciones, la vida de los dos. En esos otros contadísimos casos en los que hubiera que decidir entre salvar la vida de la madre o la del hijo, el médico estaría interviniendo para salvar una vida de la que la muerte de la otra sería una consecuencia, no un propósito buscado. En todo caso, para eso están los jueces.
- El aborto pone en riesgo la salud de la mujer. Los abortorios no informan a la mujer sobre los detalles de este tipo de intervención, ni de las consecuencias físicas y psicológicas que tiene (Síndrome postaborto, SPA): Secuelas y efectos que van desde sumuerte, a perforaciones uterinas, pérdidas y prematuridad del siguiente hijo, alteraciones del deseo sexual, esterilidad, graves alteraciones psiquiátricas… Elsíndrome postaborto (SPA) es una traumática y dolorosa realidad que siempre se ha tratado de ocultar, y de la que voces como la de Esperanza Puente, portavoz de REDMADRE y víctima del aborto, desvela con decenas de testimonios en "Rompiendo el silencio" (LibrosLibres). Un argumento demoledor e irrebatible.
- la Ciencia lo desmiente, combatiendo los mitos arrojados por la ideología abortista: “La legislación del aborto no está asociada a la salud materna: Es el apoyo a la mujer embarazada en situaciones de vulnerabilidad lo que ayuda a reducir los abortos., Por el contrario, si se advierte que las leyes restrictivas al aborto evidencian son efectivas para mejorar la salud materna: El 90% de las mujeres que buscan abortar están abocadas por factores de vulnerabilidad; Con programas preventivos y de salud materna se logró que el 84% superar esa situación y apostaran por la maternidad. Su legalización sólo logra incrementar el problema. La evidencia científica reciente sugiere que legislaciones no permisivas disminuyen las tasas de aborto y la morbilidad por aborto cuando se combina con políticas públicas”, son las conclusiones que exponía el Dr. Elard Koch en el Vi Congreso Internacional Provida celebrado en noviembre de 2013 en Ecuador.
2. El aborto es violencia
- Como señala el Dr Elard Koch, director del Instituto MELISA: “Cuando se considera quitar la vida de un hijo o hija en gestación, sea envenenándolo químicamente o desmembrándolo quirúrgicamente, legal o no, es lógico concluir que el aborto es por sí mismo un acto violento. Pero al mismo tiempo ‒como fue discutido por investigadores de distintos países en una reunión paralela a las sesiones de ONU Mujer‒ el aborto sería otra forma de violencia contra la mujer. Es un hecho que miles de mujeres son obligadas a abortar legalmente contra su voluntad, fenómeno conocido como ‘aborto por coerción’. La legalización del aborto acrecienta el problema, principalmente debido a una mayor permisividad, facilidad de acceso e incremento sustantivo de las tasas de incidencia del aborto electivo”.
- En las últimas décadas, varios estudios epidemiológicos indican que una proporción significativa de abortos inducidos legales –25% o incluso más- ocurre por coerción de la propia pareja o un familiar sobre la mujer o niña esperando un hijo.
- Estudios en Finlandia confirman que el aborto incrementa a más del doble el riesgo de suicidio en mujeres en edad reproductiva, mientras el embarazo llevado a término lo reduce.
- Un reciente estudio en Chicago, mostró que el aborto incrementa el riesgo de problemas de pareja, incluyendo violencia doméstica, consumo de drogas y divorcio. Al mismo tiempo, existe una fuerte correlación entre las tasas de aborto y homicidios de mujeres.
- En China, miles de mujeres son obligadas a abortar debido a las políticas de un solo hijo. El aborto sexo-selectivo de miles de niñas es una cruda realidad de discriminación contra la mujer en China que se reproduce culturalmente también en India.
- En Iberoamérica, la historia de aborto inducido se asocia significativamente a ideación suicida en mujeres brasileñas. En México, la violencia física contra la mujer embarazada se incrementó de 5,3% a 9,4. Los estudios se multiplican y estos son sólo algunos ejemplos.
No hay reconocimiento internacional de un "derecho humano al aborto"
En el comunicado Amnistía Internacional señala que "el Comité de Derechos Económicos, Sociales y Culturales de Naciones Unidas pidió en 2012 al Gobierno que garantizase la implementación de la ley actual de plazos para asegurar a todas las mujeres el acceso a abortos seguros y legales. El relator especial de Naciones Unidas sobre el Derecho a la Salud, la Organización Mundial de la Salud (OMS) y el Consejo de Europa, por su parte, han alertado de que las leyes restrictivas del aborto no consiguen reducir el número de éstos, sino que contribuyen a incrementar los procedimientos ilegales e inseguros, así como la mortalidad materna".
Es curioso que aludan a los derechos humanos y ‘olviden’ el correctivo que aplicaba a la Ley Aído el Comité Sobre los Derechos de las Personas con Discapacidad de Naciones Unidas, encargado de velar por el cumplimiento de esta convención por los Estados partes.
En su informe de 19 de Octubre de 2011, instaba a corregir la grave discriminación que entrañaba la ley Aído: especialmente cuando en su Sección III (Titulado Principales motivos de preocupación y recomendaciones), punto 18, estipula en referencia al Estado español (
ver aquí):
“El Comité recomienda al Estado parte que suprima la distinción hecha en la ley Nº 2/2010 en cuanto al plazo del cual la ley permite que se interrumpa un embarazo por motivos de discapacidad exclusivamente” .
En todo caso la realidad es que no existe ese pretendido “derecho humano al aborto” y que la legislación internacional protege al no nacido:
- Ninguna Constitución del mundo, ningún tratado internacional pese a los intentos esforzados de los grupos abortistas por colarlo así, reconoce el aborto como un derecho. Sí se reconoce el derecho de todos a la vida, y al nasciturus como un bien jurídico que el Estado debe proteger.
- Así lo establece la propia Constitución Española y la doctrina del Tribunal Constitucional desde entonces. Existe un derecho a la maternidad, a la que las mujeres están siendo obligadas a renunciar por la falta de apoyos.
- Tampoco ningún instrumento de derecho internacional en materia de derechos humanos reconoce el derecho al aborto, ni con carácter universal (ONU) ni regional(tratados europeos o iberoamericanos de derechos humanos). Así lo ha establecido el TEDH respecto a Irlanda, por ejemplo. Sí existen algunas plataformas, conferencias internacionales o comités varios en la comunidad internacional que han empezado a usar en los últimos años la expresión “derechos sexuales y reproductivos”, que algunos, , como la propia Aministía Internacional, quieren interpretar como comprensiva del derecho al aborto; pero ni esas plataformas, conferencias o comités tienen valor jurídico vinculante para los Estados ni nunca se ha admitido pacíficamente que esa expresión incluya el aborto.
- El eje de toda sociedad civilizada es el respeto al derecho a la vida de todos, nacidos o por nacer, sanos o enfermos, derecho elemental sin el que los demás derechos no pueden existir. Esa es la razón por la que La Convención Sobre los Derechos del Niño aprobada por las Naciones Unidas en su Resolución 44/25 del 20 de noviembre de 1989, y entrada en vigor el 2 de septiembre de 1990, (BOE nº 313 de 31 de diciembre de 1990) señala: “El niño, por su falta de madurez física y mental, necesita protección y cuidado especiales, incluso la debida protección legal, tanto antes como después del nacimiento”. Y en su art. 6 establece que: “Los Estados Partes reconocen que todo niño tiene el derecho intrínseco a la vida”.
- Cabe citar también la Declaración de los derechos del niño no nacido, adoptada por la Asamblea del Consejo de Europa, en Estrasburgo, el 6 de octubre de 1979, establece lo siguiente: El niño que va a nacer, debe gozar desde el momento de su concepción, de todos los derechos anunciados en la presente Declaración. Todos estos derechos deben ser reconocidos a todo niño que va a nacer, sin ninguna excepción ni discriminación, (…). En razón a su debilidad particular, el niño que va a nacer debe beneficiarse de una protección especial. (Preámbulo, Declaración de los Derechos del Niño No Nacido, Asamblea del Parlamento de Europa).
El aborto no solo no está normalizado en el mundo, si no que encuentra cada vez más resistencia en todas partes y en primer lugar en EEUU, donde empezó este fenómeno. En los EEUU ya una mayoría de la población se define como pro life, según la encuesta de Gallup, proaborto; y más de la mitad de los Estados de la Unión han aprobado en los últimos años leyes restrictivas del aborto con una cadencia que sigue en aumento a pesar de contar en estos momentos con el presidente más proabortista de su historia, Obama
- Países como EE.UU. o Alemania, que han fomentado políticas de apoyo a la mujer embarazada y medidas de supervisión en los centros de aborto, o como Bélgica y Holanda, que tienen el porcentaje de abortos más bajo del continente pese a sus leyes más permisivas, gracias también a su política de educación sexual. En la Europa occidental el aborto es objeto de amplio debate social en países como España, Irlanda, Francia o Italia. En ningún sitio es algo normalizado y pacífico
- Por otra parte, varios países del exbloque comunista han aprobado leyes restrictivas del aborto a partir de 1989 (el caso más exitoso es el de Polonia)y en toda Iberoamérica se está produciendo una gran resistencia a la aprobación del aborto que se exige a aquellos países de forma insistente y colonialista desde Naciones Unidas
- Quizá el más emblemático ejemplo sea Rusia, el primer país moderno en despenalizar el aborto (1920, con Lenin) y el primero en batallar sus tremendas consecuencias, evidenciadas en infrenable y muy peligroso declive demográfico que ha reducido su población un 2,9% desde 1992. Comenzando por endurecer su ley del aborto (mayores controles, restricción de los plazos para abortar…), y estabñeciendo los planes de apoyo a la maternidad. Nosotros, ¿en lugar de aprender de los errores de los demás, debemos preferir incurrir en los errores probados?
Aludiendo a la pobreza, cuando obvian el millonario y fraudulento negocio del aborto
Para el director de AI en España, Esteban Beltrán, la reforma afectará "desproporcionadamente" a las jóvenes pobres, porque no tienen los medios necesarios para viajar al extranjero y acceder a abortos seguros.
Con esta falsa sensiblería, omite toda referencia a lo que es la realidad del aborto en España: un millonario negocio sin escrúpulos lejos del interés sanitario de la mujer: ahí están los casos que llegan a diario a los hospitales públicos derivados de las graves complicaciones sufridas en abortorios privados: perforaciones de útero, hemorragias, desgarros... incluso casos de muerte o denuncias ante los tribunales por las graves secuelas psicológicas generadas por haber sido sometidas a un aborto no consentido, como la representada ante los tribunales españoles en 2013 por la Asociación de Abogados Católicos, o las tremendas situaciones descritas en el Caso Morín juzgado en la Audiencia Provincial de Barcelona, cuyo cierre en falso en 2013 ha sido enmendado por el Supremo.
Un negocio además que supone al Estado (con ello a los ciudadanos) un millonario coste económico de entre 40 y 50 millones de euros al año,. Con miles de intervenciones desde los 345 euros en la octava semana hasta los 6.000 por encima de las 22, el aborto es indudablemente un negocio no ya rentable, sino millonario. Y eso en tiempos de crisis. Pero sólo para los centros abortistas, claro. Para el resto de la sociedad es una gigantesca pérdida económica.
Hablando de seguridad para los sanitarios
La organización también trasladada al ministro de Justicia, Alberto Ruiz-Gallardón, que el anteproyecto tendría un "impacto negativo" en el trabajo de los profesionales de la salud "creando un clima de miedo que podría llevar a los médicos a rechazar casos y no poder informar adecuadamente a las mujeres". Pero:
- Curiosamente, olvidan que el millonario negocio del aborto no repara en acudir al fraude de ley e incurrir en el aborto ilegal, como ha mostrado en España ante los tribunales el citado caso Morín, pero sí se acuerda de defender a quienes son atraídos por este afán de lucro sin escrúpulos:
- En la actual ley el aborto se configura como una prestación del sistema nacional de la salud a la que se tiene derecho, con lo que a los médicos se les ha puesto en una posición muy difícil. A pesar de que para un ginecólogo el niño no nacido es su paciente, su condición se degrada a la de su verdugo, obligándoles a eliminarlo, o bien a retratarse públicamente inscribiéndose en un registro de objetores de conciencia. Para la mujer que aborta eso es secreto, se le asigna un código que garantiza su anonimato; y en cambio el médico tiene que inscribir su nombre en un registro público…
Casuística extrema, inexistente en España
AI indica que la reforma exige a las mujeres que se quedan embarazadas tras sufrir unaviolación presentar una denuncia antes de poder abortar de forma legal, lo que sería "particularmente problemático" para algunas mujeres inmigrantes que se encuentran en situación irregular. Pero la realidad es distinta, No existe ningún conflicto de derechos que justifique el aborto
- La mujer, igual que defiende sus derechos, defiende su responsabilidad, no hay unos sin la otra. La maternidad es resultado natural del acto sexual que comienza con la fecundación del óvulo femenino por el espermatozoide masculino; Un acto sexual que en la mayor parte de los casos es consentido, y hay métodos legítimos para evitar el embarazo.
- Pero aún cuando nos es así, cuando estos métodos no se ponen en práctica o fallan, o cuando hablamos de crímenes tan terribles como el de la violación (mínimos, por las circunstancias que, como explica sobradamente la bibliografía médica, dificultan el embarazo en estos casos) la “solución” no es acabar con el inocente: siempre hay alternativas, como la adopción.
- El legislador nos asegura el derecho a ser madres, que nuestros compañeros aprendan a no coaccionarnos, que no nos violen, que si nos violan no se nos culpabilice por ello y dispongamos de apoyo físico, psicológico y tecnológico. Pero el embarazo no es un remedio sanitario, no soluciona nada ni borra ninguna falta o daño sufrido por una violación.
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