3 de agosto de 1973
"Mi hija, mi novicia, ¿amas al Señor? Si amas al Señor, escucha lo que tengo que decirte". "Es muy importante... se lo comunicarás a tu superior".
"Muchos hombres en este mundo afligen al Señor. Yo deseo almas que lo consuelen para suavizar la ira del Padre Celestial. Yo deseo, con mi hijo, almas que repararán con sus sufrimientos y pobreza por los pecadores e ingratos".
"Para que el mundo conozca su ira, el Padre Celestial está preparando para infligir un gran castigo sobre toda la humanidad. Con mi Hijo yo he intervenido tantas veces para apaciguar la cólera del Padre. Yo he prevenido la venida de calamidades ofreciéndole los sufrimientos del Hijo en la Cruz, Su Preciosa Sangre, y amadas almas que le consuelan formando una corte de almas víctimas. Oración, penitencia y sacrificios valientes pueden suavizar la cólera del Padre. Yo deseo esto también de tu comunidad... que ame la pobreza, que se santifique y rece en reparación por la ingratitud y el ultraje de tantos hombres."
"Recita la oración de las Siervas de la Eucaristía con conciencia de su significado; ponla en práctica; ofrece en reparación (cualquier cosa que Dios envíe) por los pecados. Que cada uno se esfuerce, según su capacidad y posición, en ofrecerse enteramente al Señor".
"Aun en un instituto secular la oración es necesaria. Ya las almas que desean rezar están en camino de ser reunidas. Sin poner demasiada atención a la forma, se fiel y ferviente en la oración para consolar al Maestro."
Después de un silencio: "¿Es verdad lo que piensas en tu corazón?, ¿Estás verdaderamente decidida a convertirte en piedra rechazada?. Mi novicia, deseas pertenecer sin reservas al Señor, ser la esposa digna del Esposo, hacer tus votos sabiendo que debes ser adherida a la Cruz con tres clavos. Estos clavos son: pobreza, castidad y obediencia. De los tres, la obediencia es el fundamento. En total abandono, déjate guiar por tu superior. El sabrá como entenderte y dirigirte."
“La Victoriosa Reina del Mundo”, Sor Natalia Magdolna
Amargura
–No me gusta que te complazcas en la amargura. Cuando estás en gracia, no tienes motivo para estar triste. A veces tú les dices a todos lo que te duele, buscando consuelo, y Yo soy el último a quien tú recurres. ¿Por qué son tan sólo las cosas del mundo que te causan alegría? Me gustaría ser el primero, el más amado por ti, el primero a quien recurras cuando tengas problemas. Si tú confías solamente en Mí, no tienes motivos para tener amargura.
Depresión
La más efectiva herramienta en las manos de Satanás en contra de nosotros es la depresión, el espíritu abatido, la tristeza. Con esto Satanás quiere acorralarnos dentro de la desesperación y privarnos de la ayuda de la gracia. En este estado de ánimo hay que repetir: “Jesús mío, Te amo”. Entonces Satanás desaparecerá
Una vez Satanás me tentó, diciéndome:
– ¡Maldíceme!
– ¿No estás lo suficientemente maldito? –le contesté.
– ¡Solamente maldíceme! ¡Me gustaría que tú expresaras odio! ¡Si tú lo haces, tendré un desquite con Él!
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