No te olvides de los humildes
01 [Lámed] ¿Por qué te quedas lejos, Señor, y te ocultas en los momentos de peligro?
02 El pobre se consume por la soberbia del malvado y queda envuelto en las intrigas tramadas contra él.
03 [Mem] Porque el malvado se jacta de su ambición, el codicioso blasfema y menosprecia al Señor;
04 el impío exclama en el colmo de su arrogancia: «No hay ningún Dios que me pida cuenta». Esto es lo único que piensa.
05 [Nun] Sus caminos prosperan constantemente; tus juicios, allá arriba, lo tienen sin cuidado; elimina de un soplo a todos sus rivales
06 y se dice a sí mismo: No vacilaré, seré siempre feliz, no tendré contrariedades».
07 [Pe] Su boca está llena de maldiciones, de engaños y de violencias; detrás de sus palabras hay malicia y opresión;
08 se pone al acecho en los poblados y mata al inocente en lugares ocultos. [Ain] Sus ojos espían a los débiles;
09 acecha ocultamente como el león en su guarida; se agazapa para atrapar al pobre, y lo atrapa arrastrándolo en sus redes.
10 [Sade] Espía, se inclina, se dobla, y cae sobre el débil con todas sus fuerzas.
11 Luego piensa: «Dios lo olvida; aparta su rostro y nunca ve nada».
12 [Qof] ¡Levántate, Señor Dios, alza tu mano, no te olvides de los pobres!
13 ¿Por qué el malvado desprecia a Dios, pensando que tú no pides cuenta?
14 [Res] Pero tú lo estás viendo: tú consideras los trabajos y el dolor, para tomarlos en tus propias manos. El débil se encomienda a ti; tú eres el protector del huérfano.
15 [Sin] ¡Quiebra el brazo del malvado y del impío, castiga su malicia y no subsistirá!
16 El Señor reina para siempre y los paganos desaparecerán de la tierra.
17 [Tau] Tú, Señor, escuchas los deseos de los pobres, los reconfortas y les prestas atención.
18 Tú haces justicia al huérfano y al oprimido: ¡que el hombre hecho de tierra no infunda más temor!
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