Sería tan
fácil.... sería tan bello...que nos preocupáramos de hacer felices
a los que viven a nuestro lado, buscando nuestra felicidad, en la
felicidad del prójimo, si nos diéramos cuenta que como individuos
no somos el centro del universo, que tan solo somos una pequeña
parte del todo, pero muy importante, todos somos especiales para el
todo, acaso cuando nos duele un brazo, el otro brazo no lo masajea
para que sane, o cuando nos enfermamos en una pierna, intentamos
sanarla en vez de cortarla.
Sería
tan fácil... sería tan bello....que la luz nos hiciera ver que es
lo que realmente somos, que no hemos sido creados para abandonarnos a
la oscuridad, sino para que el Creador sea uno con nosotros,
compartiendo con El su Creación.
Sería
tan fácil... sería tan bello....que siempre tuviéramos una palabra
bonita en nuestra labios, un sentimiento puro en nuestro corazón, un
pensamiento lleno de amor, de caridad, de consuelo para con todos,
pues todos sin quitar a nadie formamos parte del cuerpo divino, pero
andamos perdidos aquí en la materia, en lo denso.
Sería
tan fácil... sería tan bello....tal vez si no nos defendiéramos
tanto de la opinión de nuestros hermanos, y fuéramos comprensivos y
tolerantes con cada uno de ellos, respetando sus formas de pensar,
pues actuando en el mundo de forma positiva en la luz del amor, el
que ande en tinieblas será iluminado por la luz que hay en los
hermanos.
Sería
tan fácil... sería tan bello....que nos diésemos la mano y
procuráramos la felicidad de todos, y en ese amor derramado ¿Quién
puede resistirse?¿Quién puede resistirse a un abrazo sincero?¿Quién
puede resistirse a una mirada plena de amor?¿Quién puede resistirse
ante un alma que haya renunciado del mundo, pero que a la vez vive en
el mundo solo para amar? ¿Quién puede resistirse ante un persona
comprensiva y que sabe escuchar sin juzgar solo aconsejando en la
libertad?¿Acaso Dios no nos creó libres?¿Acaso Dios nos juzga con
vara de hierro cuando lo hacemos mal?
Sería
tan fácil y tan bello....que sembremos la paz, que sembremos
amistad, que sembremos alegría, que estemos pendientes de las
necesidades del otro, que permitamos hablar a los que nos rodean, que
sepamos escuchar las miserias que cada uno lleva, ¿Acaso alguien se
puede resistir al amor sincero y puro?
Sería
tan bello, sería tan justo.
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