5 de Noviembre de 1976
DONDEQUIERA QUE ESTEIS, SENTÍOS EN LA CASA DEL PADRE
Escribe, hijito, soy Luigina.
No tiene importancia estar en un puesto o en otro, para vosotros podrá parecer importante, pero en realidad no lo es. Lo que sí es
importante en cambio es estar donde Él, el Amor, nos quiere. Para ti Don O., es importante encontrarte aquí, sólo porque viniendo
has secundado el plan Divino predispuesto desde siempre por los insondables designios de Su Voluntad.
El ser trasladado a V. es el principio de este designio que tú ya conoces en líneas generales. Inescrutables son los pensamientos del
Señor e infinita Su Misericordia para quien en Él confía.
Ahora bien, lo que se te pide es coherencia, fidelidad, correspondencia a los impulsos de Su Gracia, humildad y conciencia de ser
sólo un fragilísimo instrumento de su amor y de su voluntad. Debes protegerte a ti mismo con una profunda piedad, prudencia y
discreción. No te preocupes por nada, sé dócil y pronto a sus llamadas, persiste en tus propósitos de bien, no te dejes seducir por
las insidias Maligno que tan pronto te rodea, como trata de atemorizarte y desanimarte.
Todos los rumores y estruendos del mundo, todas las insulsas peroratas de tantas personas no valen lo que una hora de silencio y
recogimiento junto a Él.
No puedo sino confirmarte eso de lo que estás al corriente acerca de los próximos acontecimientos. Sabes
que todo está bajo control del Altísimo, por consiguiente procede con absoluta confianza y abandono.
Inmensos tesoros vueltos estériles
Ya te he dicho que son muchísimos los amigos que tienes en cl Cielo, otros ya te lo han confirmado; inculca siempre la necesidad
de llevar a un plano más práctico y más concreto, el maravilloso Dogma de la Comunión de los Santos. Hay tesoros inmensos de
riqueza espiritual olvidados y vueltos estériles.
La Iglesia de Jesús, que es también nuestra Iglesia, no se encontraría en tanta desolación si los que habrían debido, hubieran
formado y educado e iluminado a los fieles sobre el prodigio de la Comunión de los Santos.
Jamás insistirás lo suficiente. En la Iglesia regenerada, el Dogma de la Comunión de los Santos será uno de los puntales de apoyo.
Cierto que para entender este Dogma, como para los demás, se requiere humildad, fe, esperanza y amor.
Don O., un cuerpo humano perfecto en su forma externa y estructura interna, sin la circulación de la sangre no sería más que un
cadáver.
El Cuerpo Mítico sin el prodigio de su circulación: la Comunión de los Santos ¿qué cosa es? Tú lo ves, el materialismo
ha apagado también esta preciosa e inestimable llama.
Hijo ánimo, no temas, considera los caminos misteriosos por los que Él te ha conducido hasta ahora y después dime si te va a ser
posible dudar.
Te bendigo.
Luigina
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