Dios le ordenó divulgarlo, aunque hoy no se habla de ello.
Hoy en día existe el supuesto de que “todos” van al cielo, y quizás alguno al purgatorio, por defecto. La teología del fuego y el azufre no está de moda, y en general las conferencias episcopales no se sienten confortables con ella.
La afirmación, ya de por si atrevida, de que “esperamos que todos los hombres se salven”, se ha convertido en “¿cómo puedes pensar que no todos los hombres serán salvados?”.
Veamos lo que le fue revelado a Santa Faustina Kowalska.
¿Cuándo fue la última vez que sentiste a un sacerdote católico predicar sobre el infierno? Si te pasa como a la mayoría, tal vez nunca.
POR QUE NO SE PREDICA DEL INFIERNO
Si estas cerca de algún sacerdote para preguntarle por qué no se predica sobre el infierno, obtendrás dos respuestas directas y tal vez haya otras que nunca te las dará.
1 – ES UNA ALEGORÍA PERO QUE ESTÁ EN LA DOCTRINA
Una respuesta directa está relacionada con que el infierno es una alegoría, que es un tema a discusión, etc., aunque el cura te dirá paralelamente que el infierno forma parte de la doctrina de la Iglesia.
2 – EL INFIERNO NO EXISTE
Si te topas con un modernista y tienes un poco más de confianza con él, te dirá que el infierno no existe, y si existe, que está siempre vacío por la infinita misericordia de Dios.
Por otra parte, y para completarlo, un reciente artículo de un
reportaje del Director de la Reppublica Scalfari al Papa Francisco pone en la boca de éste que el infierno no existe, pero no por las razones anteriores, sino porque la alternativa al Cielo es la nada, los que no van al Cielo terminan el viaje y dejan de existir para siempre. Claro que esto hay que tomarlo con pinzas, porque de estos reportajes no hay nada grabado, son manejados de memoria por el Director Scalfari.
3 – MIEDO DE LA GENTE AL INFIERNO
Otra respuesta es que no predica sobre el infierno porque hay gente que se asusta, y San pablo insiste en no escandalizar a los pequeños.
Y te agregarán que no es bueno evangelizar por el miedo, sino que hay que evangelizar por el amor.
4 – NO ES POLÍTICAMENTE CORRECTO PARA EL LENGUAJE ECLESIAL
Y otra razón por la cual no lo predica, pero que no se te la dirán, es porque está mal visto en la jerarquía hablar sobre el infierno.
Aunque quizás las cosas pueden comenzar a cambiar a partir del papa Francisco, que ha hablado de todas estas codas sobrenaturales como ninguno de los últimos papas, en especial sobre el demonio.
Pero lo importante de esto es que, según Faustina, Dios le pidió que divulgara las penas del infierno a sus habitantes.
LAS 7 TRATAMIENTOS COLECTIVOS QUE LE REVELARON A FAUSTINA
A pesar de que no se predique sobre el infierno, las dos revelaciones más importantes del siglo XX (a los niños de Fátima y a Santa Faustina) enfatizan que el infierno existe y que el infierno está habitado por demonios y seres humanos.
A continuación se muestra la visión de Santa Faustina del infierno que Cristo le reveló. Es tan vívida como la producida por Dante.
Lo que sigue es tomado de la revista de Santa Faustina:
“Hoy, fui llevada por un ángel a los abismos del infierno. ¡Es un lugar de gran tortura, cómo asombrosamente grande y extenso!”
Los tipos de torturas que vió:
-la primer tortura del infierno es la pérdida de Dios;
-la segunda es el remordimiento perpetuo de la conciencia;
-la tercera es que la condición de uno nunca cambiará;
-la cuarta es el fuego que penetra el alma sin destruirla, un sufrimiento terrible, ya que es un fuego completamente espiritual, encendido por la ira de Dios;
-la quinta es la continua oscuridad y un terrible olor sofocante, pero a pesar de la oscuridad, los demonios y las almas de los condenados se ven unos a otros, su propia alma y la de los demás;
-la sexta es la compañía constante de satanás;
-la séptima es la horrible desesperación, el odio a Dios, las palabras viles, maldiciones y blasfemias.
TAMBIÉN HAY TRATAMIENTOS ESPECIALES
Las mencionadas antes son las torturas sufridas por todos los condenados juntos, pero que no es el fin de los sufrimientos. Hay torturas especiales destinadas para las almas en particular. Estos son los tormentos de los sentidos.
Cada alma padece sufrimientos terribles e indescriptibles, relacionados con la manera en que ha pecado. Hay cavernas y hoyos de tortura donde una forma de agonía difiere de otra.
“Me habría muerto con la simple visión de estas torturas si la omnipotencia de Dios no me hubiera sostenido. Que el pecador sepa que va a ser torturado por toda la eternidad, en esos sentidos que fueron usados para pecar”.
DIOS LE ORDENÓ DIVULGARLO
“Estoy escribiendo esto por orden de Dios, para que ninguna alma pueda encontrar una excusa diciendo que no hay infierno, o que nadie ha estado allí, y por lo tanto nadie puede decir que no sabe”. (Esto es similar a la visión del infierno y la advertencia de Nuestra Señora en Fátima.)
“Lo que he escrito no es más que una pálida sombra de las cosas que vi. Pero me di cuenta de una cosa: que la mayoría de las almas que hay no creen que haya un infierno. ¡Cuán terriblemente sufren las almas allí! En consecuencia, pido aún más fervientemente por la conversión de los pecadores”. (Diario de Santa Faustina, 741)
“Vamos a confiar en Cristo, orar, arrepentirnos de nuestros pecados, amar a Dios y al prójimo y adherir a la fe verdadera “sin la cual es imposible agradar a Dios” (Hebreos 11:6)”.
Santa Faustina, ruega por nosotros.
Jesús, nuestra Divina Misericordia, ten piedad de nosotros.
Fuentes:
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