reinadelapazDesde el primer año de las apariciones (1981), la Virgen misma instruye a los jóvenes videntes sobre ciertos temas. Ella lo sabe, vendrán multitudes y hay que avisarles lo que ocurre en el mundo. Si no hubieran recibido tal información directamente de su boca, los videntes jamás le habrían creído, pues quedaron francamente estupefactos.
Ellos, que han sufrido la opresión comunista y han luchado denodadamente por conservar su libertad interior, ¿cómo podrían llegar a imaginar que jóvenes de países ricos y libres entreguen voluntariamente su vida a Satanás y elijan la esclavitud? La Gospa les ha quitado su ingenuidad, que se transformó en fervorosa plegaria. Porque les dijo: “Quienes han pactado con Satanás pueden aún arrepentirse y volver a Dios mientras vivan. Deben orar por ellos para que tengan la fuerza necesaria para decidirse por Dios”.
Apenas había terminado de advertir a los videntes, los trabajos prácticos comenzaron para ellos. Varios “pactizados” hacen irrupción en Medjugorje y acuden a los videntes. La consecuencia para cada uno de ellos pertenece al secreto del Rey, pero la trama de los acontecimientos es sencilla: ¡la Reina de la Paz muestra allí nuevamente cuán apropiado es su título de refugio de los pecadores!
Nota: Tanto para protegerse de las opresiones del Maligno, como para deshacerse de ellas, citemos las Promesas del Bautismo, una de las plegarias más eficaces a disposición de los laicos. Podemos renovarlas a menudo cuando el Maligno merodea y junto con él sus ofrecimientos de pecado. Sobre todo no debemos permanecer a medias tintas. La Gospa nos invita a “decidirnos por Dios, contra Satanás”.
Texto de las Promesas del Bautismo
-¿Renuncias al pecado para vivir en la libertad de los hijos de Dios?
-Sí, renuncio.
-¿Renuncias a cuanto conduce el mal, para escapar del dominio del pecado?
-Sí, renuncio.
-¿Renuncias a Satanás, autor del pecado, para seguir a Jesucristo?
-Sí, renuncio.
-¿Crees en Dios Padre todopoderoso, creador del cielo y de la tierra?
-Sí, creo.
-¿Crees en Jesucristo, su único Hijo, nuestro Señor, que nació de Santa María virgen, sufrió bajo Poncio Pilato, fue crucificado, muerto y sepultado, resucitó de entre los muertos, y está sentado a la derecha del Padre?
-Sí, creo.
-Que Dios todopoderoso, Padre de Nuestro Señor Jesucristo, que nos ha hecho renacer por el agua y el Espíritu Santo, y que nos ha conseguido el perdón de todo pecado, nos guarde por su gracia en Cristo Jesús nuestro Señor, para la vida eterna.
-Amén.
Autor: Sor Emmanuel