Multitudinaria procesión en la Semana Santa de Cuenca
Sergio Pascual, ex número tres de Podemos y diputado en el Congreso de los Diputados por la formación morada, ha publicado este Domingo de Ramos en El Mundo un artículo titulado Podemos y la Semana Santa, en el que insiste en el carácter secular de la misma y aboga por democratizarla.
El antiguo Secretario de Organización podemita insiste que su partido, Podemos, no tiene nada contra la Semana Santa, que es una fiesta de todos, que no quieren quitarla y no que no van a dejar que se la quiten porque es una fiesta secular, y por tanto de todos, no sólo de la Iglesia. Por eso, insiste el político andaluz, hay que democrtizarla y hacerla más secular aún.

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Por su interés reproducimos el artículo publicado originalmente en El Mundo:
“La Semana Santa de Sevilla es hoy un ritual más secular que religioso y más popular que eclesiástico. Es por eso una fiesta de todos los sevillanos y sevillanas, religiosos o laicos, y no solo de la jerarquía eclesiástica o del Ayuntamiento de turno.
Como todo ritual, la Semana Santa opera simbólicamente para reproducir y consolidar lazos de solidaridad mecánica en el sentido Durkheimiano o, por qué no, para recrear la communitas espontánea de Turner.
A su valor artístico, cultural e incluso económico se suma el capital social, en el sentido de Putnam, de las redes de sociabilidad y solidaridad que se extienden por todo el tejido social sevillano a través de las cofradías.
Siendo así, ¿por qué iba a tener Podemos algo en contra de la Semana Santa? La Semana Santa es una fiesta popular que muchos sentimos como nuestra y en la que puede participar -como público, nazareno o siendo costalero como lo fui yo mismo durante varios años- gente que piensa de forma diferente o vota a distintos partidos.
Esta es la razón que subyace a la resistencia del estamento religioso para reconocer el indudable componente secular que ha adquirido
Quizás no fuera así en su origen, pero la apropiación popular de la Semana Santa la ha convertido en una fiesta de todos. No es extraño que ante uno de los más eficaces rituales de nuestra ciudad, distintos estamentos pugnen por capitalizar sus virtudes como herramienta de ingeniería social. Esta y no otra es la razón que subyace a la resistencia del estamento religioso para reconocer el indudable componente secular que ha adquirido nuestra mayor fiesta popular, y esta es también la razón del Ayuntamiento para seguir empleando la Semana Santa como herramienta para afirmar su autoridad sobre la comunidad simbólica que conformamos los y las sevillanas.
Como ritual secular que es, la Semana Santa se ha estructurado a partir de transferencias e imitaciones de los ritos religiosos tradicionales para poder seguir cumpliendo la función social que antaño tenía la religión; expresar la conciencia de identidad de un grupo, crear sentido de pertenencia y evocar valores comunes. Los sevillanos y las sevillanas de hoy, religiosos o no, estamos llamados a democratizar nuestra fiesta popular. Enfatizo, nuestra, no de la jerarquía eclesial, no del Ayuntamiento y no de alguna ideología o creencia concreta.
Democratizar la Semana Santa significa reconocer su carácter secular y su transversalidad para resignificar los valores que recrea y la identidad de nuestra ciudad, adaptándolos a una realidad andaluza y sevillana que afortunadamente hoy se entiende a sí misma identificada con los valores de la igualdad y la libertad y abomina de los restos del clericalismo jerárquico y de su dominio sobre las instituciones y administraciones públicas de nuestra tierra.
Democratizar la fiesta es hacerla aún más de todos los sevillanos y sevillanas, y lo contrario es precisamente pretender apropiársela o usarla para fines partidistas. Algunos, conscientes de que son muchos los sevillanos y sevillanas que sienten suya la fiesta, pretenden erigirse en sus defensores ante una supuesta y absurda intención maléfica de robarle a los sevillanos su fiesta. Tratando de atizar ese miedo lo que hacen precisamente es tratar de robarle su fiesta a muchos sevillanos y sevillanas.
Por más absurdo que resulte pensar que un partido democrático pueda pretender restringir un derecho fundamental, una manifestación popular y un valor cultural, social y económico como la Semana Santa, permítanme por si acaso repetir por enésima vez que no, que Podemos no va a quitar la Semana Santa, pero que tampoco vamos a dejar que nos la quiten, porque también es nuestra.
Reconociendo su valor, como el de otras tantas manifestaciones culturales de Sevilla, hay un amplio margen de debate legítimo sobre la forma de gestionar nuestra fiesta para hacerla precisamente más plural, más abierta y popular, más de todos. Pero precisamente para que siga siendo de todas y de todos, en la disputa partidista lo mejor es que, como afirma un dicho también muy popular, tengamos la fiesta en paz.
Sergio Pascual es diputado de Podemos por Sevilla en el Congreso.