06-05-2002
Jesús: Por todas partes se agitan las olas contra vosotros, y la corriente os arrastra hacia donde no queréis ir. Es necesario, ¡Dios lo quiere!, que bajéis a los lugares donde se rema y cojáis los remos y, contra la corriente y contra las olas de dentro y de fuera, con fuerza emprendáis el camino hacia la meta, hacia la costa que se encuentra al otro lado del tirón de la corriente, y reméis con fuerza, con brío hacia allí. Sin fatigaros, sin parar, sin dejarlo, fieles, constantes, luchadores, ante la debilidad, fuertes, tomando la fuerza de Mí y sólo de Mí.476 ¡Seguid! Más aún: poneos el traje de faena y remad, remad mar adentro,477 hacia otras costas. No queráis ir ni dejaros arrastrar hacia la costa a donde os lleva la corriente y los ataques fuertes del Lobo. ¡Con fuerza!, ¡remad!, ¡remad!, ¡remad mar adentro! ¡Tropa!, ¡guerreros!, ¡mi baluarte!, ¡en quienes confío! ¡Id remando! ¡Venid a mis Costas! ¡Venid a mi Corazón! ¡Venid a las Costas del remanso de paz y tranquilidad del Sagrado Corazón de Jesús! Venid y traed a más con vosotros. ¡Venid todos!, ¡cuantos más podáis, hijos míos! Haced este esfuerzo. Yo os espero. Amén. Amén para los siglos.
07-05-2002
Jesús: “Bien vista tengo la aflicción de mi Pueblo”.478 ¿Ves a mi Pueblo? ¿Lo ves? Ahí está, ahí anda preocupado por las cosas y asuntos materiales, afanado en mil quehaceres y despreocupado y olvidado de Mí, su Dios. Mírales, mira cómo van de acá para allá, preocupados en ganar dinero, sirviéndolo a él, al vil dinero, en lugar de servir a su Dios y Señor.479 Pero este Pueblo afligido no se ha acordado de invocar a su Dios y Señor, de pedirle su ayuda, porque en su angustia, buscan sólo servir a otros dioses, servirlo a él –al dinero– para aborrecer a su Dios y Señor, su Vida y su Todo. ¡No pueden tener Vida! Yo lo que quiero es que tengan Vida, y la tengan en abundancia.480 Y ellos vagan buscando otra vida, la de la tierra, y en su búsqueda afanada, la pierden. Sí, también ésta: pierden las dos: la de la tierra y la del Cielo. ¿No os acordáis de mi Evangelio?: “El que quiera salvar su vida la perderá, y el que pierda su Vida por mí y por el Evangelio, la encontrará”481, y “Yo le daré en esta tierra también el ciento por uno”.482 Olvidado, olvidado y oscuro, obsoleto, arrinconado en un rincón del Templo está mi Evangelio, está mi Palabra, que da Vida. ¿Cómo quieres tener Vida? La razón: ofuscada por el tener.
Los sentidos: aciagos por el placer. El alma: ¡perdida para la eternidad! Y dime, hija, ¿es que Yo, viendo esto, crees que puedo quedarme impávido y mudo, viendo cómo corréis hacia el abismo a despeñaros? ¿Crees que puedo?, dime: ¿crees que puedo?
476 Veía la fuerza que nos daba la Eucaristía
477 Cfr. Lc 5,4.
478 Cfr. Ex 3,7.
479 Cfr. Mt 6,24ss.
480 Cfr. Jn 10,10.
481 Cfr. Mt 10,34ss.
482 Cfr. Mc 10,28ss.
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