[SdeT] Las investigaciones de campo realizadas en las últimas dos décadas confirman invariablemente las consecuencias devastadoras del aborto en la mujer. Los estudios demuestran mayor presencia de enfermedades mentales entre las mujeres que abortaron y mas de 100 complicaciones físicas asociadas. Un estudio que acaba de publicarse estima que quienes abortan tienen 155% mas probabilidad de suicidarse, 81% mas de tener enfermedades mentales, 110% mas probabilidad de abusar del alcohol y 220% mas probabilidad de consumo de marihuana. NO ES UNA ELECCIÓN GRATUITA PSIQUIATRICAMENTE
El aborto elección no es gratuita manifiesta el Dr. Salinas, Médico Psiquiatra de la Asociación civil Defensoría de la vida humana.
Los problemas emocionales que pueden darse de forma inmediata son la negación del hecho (las mujeres se dicen a sí mismas: “Esto no me pasó a mí”), la supresión del hecho (se dicen: “Me pasó pero no quiero pensar en esto”) o, en un número escaso de casos, la presencia de rígidos mecanismos de defensa para evitar sentimientos de culpa (piensan: “Ya pasó y no me importa”). Estos afectos reprimidos, suprimidos o disociados causan disturbios emocionales tales como afecciones psicosomáticas, psiquiátricas o del comportamiento.
Se puede instaurar entonces el conocido síndrome post-aborto (que se manifiesta a través de palpitaciones, anorexia, depresión, trastornos en el rendimiento social y laboral, rupturas vinculares).
Entre las consecuencias mediatas, es posible reconocer el síndrome por estrés postraumático: las mujeres experimentan reiterados recuerdos del acontecimiento que provocan intenso malestar, mayor aún cuando llegaron a la decisión de someterse a un aborto forzadas por otros o si fueron víctimas de abuso sexual. En algunos casos se presentan también depresiones que, sin tratamiento, pueden evolucionar en cuadros más graves como lo son lastendencias suicidas. Por último, la negación de la muerte del niño no deseado puede inducir al abuso de sustancias, siendo lo más común el reforzamiento del hábito de fumar, el consumo de alcohol o de drogas.
Otros cuadros que se observan son las disfunciones sexuales crónicas (frigidez y anorgasmia), losdesórdenes alimentarios y los problemas crónicos de relación.
20 AÑOS DE INVESTIGACIÓN
Tras veinte años de trabajo con cientos de asociaciones de varios países, los estudios realizados por el Instituto Elliot,dirigido por el doctor David C. Reardon -reconocida autoridad mundial en este campo- publicados y avalados por revistas científicas de primer nivel- han demostrado que el aborto provocado es mucho más «devastador» en la mujer de lo que previamente se pensaba. Uno de los más importantes, aparecido en la «Medical Science Monitor» en 2004, comparó a mujeres americanas y rusas que habían sufrido un aborto provocado.
Los resultados demostraron que al menos un 65% de las americanas estaban experimentando, como consecuencia de éste, múltiples síntomas asociados al Desorden de Estrés Post Traumático. Otro de los estudios en los que ha participado el doctor Reardon fue realizado con pacientes ocho semanas después de su aborto: los investigadores encontraron que el 44% de ellas se quejaban de desórdenes nerviosos, el 36% había experimentado problemas para dormir, el 31% se arrepentía de su decisión y al 11% de ellas le había sido prescrito algún tipo de medicación psicotrópica.
El Instituto Elliot también ha dedicado sus esfuerzos a recabar en un solo volumen las alrededor de cien complicaciones físicas asociadas al aborto que se han demostrado en distintos estudios alrededor del mundo. Entre las llamadas «menores», se encuentran las infecciones, sangrados, fiebres, dolor crónico abdominal, alteraciones intestinales y vómitos; entre las «mayores», los estudios han encontrado embolias, perforación de útero, mortalidad, convulsiones, pérdida de protección ante el cáncer de mama, hemorragias y lesiones cervicales.
Por otro lado, según explica el doctor Reardon, desde 1980 los profesionales de la salud mental han empezado a tratar a un creciente número de mujeres que sufren dificultades mentales y emocionales como resultado de un aborto provocado. Aun así, la investigación existente es «inadecuada para cuantificar la magnitud del problema», asegura. Por eso, mientras el número de mujeres que sufren el SPA es desconocido, los psicólogos que trabajan en este campo han definido las características de las mujeres con más probabilidades de sufrir este trauma: aquellas que se han sentido presionadas a abortar,o las que todavía dudan de la decisión que tomaron».
LEGAL PERO NO SEGURO
Por eso, la investigación recuerda que los traumas psicológicos -muchas veces irreversibles- son siempre lo más doloroso para la mujer. Tal y como denuncia Amy Sobie, portavoz del Instituto Elliot, «el aborto continúa matando a mujeres. Puede ser legal, pero no es seguro». Y lo argumenta explicando que las revistas médicas más importantes han dado cuenta del mayor índice de muerte asociado al aborto, además de tasas de suicidio siete veces superiores en las mujeres que lo han sufrido.
Además, la investigación también ha relacionado el aborto provocado con el abuso de sustancias adictivas, la depresión, la infertilidad y el divorcio. Como concluye Sobie, «los estudios demuestran que las mujeres que han sufrido un aborto provocado no apoyan a los grupos pro abortistas. Ellas saben de primera mano que la industria abortista les ha fallado». Mientras el 90% de las mujeres que han abortado aseguran que no tuvieron la suficiente información, el 83% reconoce que habría continuado con su embarazo si hubiera recibido apoyo. Así, parece claro que el aborto resulta ser una mala «medicina» aunque un gran negocio.
LA CONFIRMACIÓN DE UN RECIENTE ESTUDIO QUE COMPILA INVESTIGACIONES DE UNA DECADA
Un estudio publicado por el prestigioso British Journal of Psychiatry, considerado el más amplio de su tipo hasta ahora por contar con más de 870 mil participantes, reveló que someterse a un aborto incrementa en un 155 por ciento el riesgo de suicidio en las mujeres.
El meta-análisis (estudio que se basa en investigaciones previas) fue realizado por la Dra. Priscilla Coleman de la Bowling Green State University, de Ohio, Estados Unidos, y compila información de 22 trabajos anteriores de diversos autores.
La investigación reveló además que las mujeres que alguna vez se han sometido a un aborto experimentan un 81 por ciento más probabilidades de sufrir problemas de salud mental.
Además del suicidio, el riesgo de problemas de ansiedad crece en 34 por ciento, 37 por ciento para la depresión, 110 por ciento para el abuso de alcohol y 220 por ciento para el consumo de marihuana.
El estudio lleva el título de “Aborto y salud mental: Síntesis cuantitativa y análisis de investigaciones publicadas entre 1995-2009″ y el número total de las participantes es de 877.181, de las cuales 163.831 alguna vez se sometieron a un aborto.
Los resultados de esta investigación cuestionan el silencio delColegio de Obstetras y Ginecólogos de Estados Unidos (ACOG) quienes no se pronuncian sobre el impacto del aborto en la salud mental de las mujeres, pese a la importante evidencia científica de las últimas dos décadas.
Una de las conclusiones del estudio de Coleman señala que esta investigación “ofrece el estimado más amplio disponible en la literatura actual en el mundo sobre los riesgos para la salud mental relacionados con el aborto”.
Los resultados, añade, “revelan un incremento de moderado a alto en los riesgos de problemas mentales luego de un aborto. De acuerdo con los principios de la medicina basada en la evidencia, esta información debe estar disponible en los lugares en donde ser practican abortos“.
Fuentes: SdeT, ACI Prensa, Religión en Libertad, Dr. Luis Salinas
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