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[SdeT] En el mundo subdesarrollado se están implantando con el argumento de la asistencia humanitaria y en el mundo desarrollado para la lucha contra el crimen. En Apocalipsis 13,17 está escrito “ya nadie podrá comprar o vender si no está marcado con el nombre de la bestia o con la cifra de su nombre”. ¿Esta marca serán los chips que ya se están implantando en los seres humanos?
La fundación Scinet-Corp distribuye el producto RFID (un chip de rastreo) con la excusa de que servirá a los pobres en situaciones de emergencia para la adquisición de productos básicos. Esta corporación produce una serie de productos para situaciones de emergencia a precios extremadamente baratos, y a cada persona que asisten le suministran un chip de radio frecuencia para rastreo; la corporación dice que es utilizable en lo inmediato para la adquisición de todo tipo de productos de primera necesidad elaborados por sus mini-plantas (agua potable, pan, alimentos deshidratados, medicinas y material sanitario, productos lácteos, etc.). La primera fase incluye la distribución de más de 20 millones de dispositivos en países de África subsahariana.
Y en el mundo desarrollado los países están adoptando lo están adoptando para las cédulas de identidad, pasaportes y otros documentos, que pueden ser leídos por agentes externos y eventualmente tener toda clase de información sobre la persona, con la excusa es la seguridad.
LA VACUNACIÓN CONTRA LA MALARIA
La Campaña mundial de Vacunación contra la Malaria llevada a cabo por la Fundación SciNet distribuye unidades médicas de emergencia y de vacunación masiva, además de otras especialidades como oftalmología, odontología, obstetricia y electro-medicina. La malaria afecta ya a 2.850 millones de personas en el planeta y las unidades médicas de emergencia disponen de todo lo necesariopara funcionar con autonomía incluso en sitios que carecen de cualquier infraestructura. Asimismo, incluyen un módulo con máquinas expendedoras que suministran consumibles sanitarios como sueros, jeringas, pinzas, material farmacéutico, etc.
Las unidades se complementan con mini-plantas de producción, que son contenedores totalmente equipados para proporcionar todo tipo de productos y servicios básicos: alimentos, agua potable, calzado, ropa, etc.
Estas mini-plantas son el único sistema en el mundo que puede suministrar artículos y servicios de primera necesidad por un coste tan bajo como un dólar al día. Los distintos modelos de mini-plantas son capaces de producir hasta 20.000 artículos diferentes. Para hacerse una idea de su potencial, con sólo dos operarios una mini-planta puede elaborar cada día más de 17.000 piezas de pan o potabilizar más de 60.000 litros de agua.
Cada contenedor incluye las máquinas, cableado, tuberías e instalaciones necesarias para funcionar con autonomía. Una vez el contenedor llega a su destino las mini-plantas están listas para empezar a producir con total autonomía ya que llevan incorporados generadores eléctricos y paneles fotovoltaicos.
La prensa muestra a esta Fundación como una organización preocupada por el bienestar de la humanidad, pero esa no es la realidad.
LA FINALIDAD OCULTA
La finalidad es distribuir más de 2 millones de certificados digitales mediante sistemas de radio frecuencia (RFID), estando previsto llegar a más de 20 millones durante los próximos seis meses. Y su objetivo en poco tiempo es distribuir chips de radio frecuencia para una población de más de cuatrocientos millones de personas.
Los dispositivos están siendo distribuidos en países subdesarrollados y regiones del mundo de alto riesgo, así como en situaciones de catástrofes naturales y pueden ser utilizados de forma inmediata para la adquisición de todo tipo de productos de primera necesidad elaborados por las mini-plantas (agua potable, pan, alimentos deshidratados, medicinas y material sanitario, productos lácteos, etc.).
Es decir las hambrunas y pestes que asolan el planeta, son aprovechadas para catalogar y experimentar con chips en seres humanos, quizás con un fin mucho más amplio y estratégico que el que proclaman.
La fundación SciNet pertenece a la Corporación SciNet,controlada por la elite bancaria. Scinet-Corp, obedece a los “Objetivos del Milenio” establecidos por la ONU para el periodo 1990-2015. El plan del Club Bilderberg para establecer un gobierno mundial, incluye la implantación de chips RFID en todas las personas del planeta.
El su campaña en los medios de comunicación se expresa “…el principal objetivo de la Fundación Scinet es la reducción de la pobreza extrema en los países en desarrollo cifrada en 1.500 millones de personas”, dicen The New York Times y otros grandes medios de telecomunicaciones.
EN EL MUNDO DESARROLLADO
Después de los ataques terroristas del 11 de septiembre de 2001, la preocupación por las medidas de seguridad de documentos de identidad, como los pasaportes, se agudizó ymuchos países desarrollados comenzaron a emitir identificaciones con etiquetas RFID.
Cuando Estados Unidos estudiaba insertar un chip de ese tipo en sus pasaportes, encontró resistencia en la sociedad civil y en organismos defensores de la privacidad del individuo ante la idea de que cada ciudadano tuviera en su cartera un dispositivo que puede ser rastreado por las ondas que emite, sin que el usuario se dé cuenta, y que puede identificar sus movimientos.
Por ello, el Comité Consultivo de Integridad y Privacidad de Datos del Departamento de Seguridad de ese país sugirió la utilización de otros dispositivos. En un informe elaborado en 2006 reconoció que esta tecnología aumentaba los riesgos para la privacidad y seguridad personal, debido a que a través de ellos se podía localizar y hacer seguimiento de los ciudadanos. Finalmente, se omitieron las observaciones y entró en vigencia el pasaporte electrónico con RFID.
Los chips con esa tecnología han sustituido paulatinamente la identificación con códigos de barra y sus primeros usos fueron comerciales. Circuitos integrados como estos son colocados en los productos de algunas tiendas, para hacer los inventarios rápidamente o para evitar hurtos, pues al pasar cerca del lector las alarmas se encienden.
También son empleados en puestos fronterizos en Estados Unidos, Canadá y Alemania, por ejemplo, para hacer más expedito el paso de los viajeros. Cómo y quiénes.
LOS RIESGOS DE PÉRDIDA DE PRIVACIDAD Y MANIPULACIÓN
Vincenzo Mendillo, profesor de la Escuela de Ingeniería de la UCV y especialista en seguridad informática, explica que los chips usados en identificaciones tienen complejos algoritmos de cifrado de información que impedirían que alguien con un lector RFID pueda acceder a la información que contienen. Mendillo observa, sin embargo, que se debe especificar a quiénes les estará permitido el acceso a la data contenida en el chip y qué procesos de seguridad se implantarán. “Hay que evaluar los niveles de acceso que tendrán las diferentes autoridades”, insiste. Se refiere, por ejemplo, a poder determinar si los lectores instalados en los cuerpos policiales podrán leer en las cédulas desde el nombre de la persona hasta el estatus de su declaración de impuestos, o si en un hospital podrán ver hasta el centro de votación que le corresponde al paciente.
Marc Langheinrich, profesor de la Facultad de Informática de la Universidad de Lugano, en Suiza, ha escrito artículos sobre la materia en revistas científicas. Explica que con la tecnología RFID se pueden elaborar documentos de identidad más difíciles de falsificar. El peligro analiza, estaría en la introducción de programas que recolecten datos sobre las transacciones y movimientos de las personas, que por lo general se instalan bajo la excusa del combate contra el crimen.
“Una vez que todos tengan tarjetas RFID, pudiera decidirse que sea obligatorio para las empresas grabar la información de los usuarios. Luego, se le podría solicitar a cada ciudadano que se identifique cuando navegue en Internet, por ejemplo, en las salas de chat, para prevenir anuncios subversivos o injuriosos. Esto ya es una ley en Corea del Sur. Cada paso hacia el monitoreo se vuelve inevitable porque ya se cuenta con la tecnología y la gente se acostumbra a su comodidad. En pocos años, la gente creerá que el Estado tiene derecho a vigilarlos y a acceder a sus datos cuando quiera”, señala.
Langheinrich opina que los ciudadanos deben conocer las razones por las que se adquiere una tecnología en particular, entender sus implicaciones a largo plazo y ser cautelosos en cuanto a las “mejoras” que se le puedan introducir luego.
El año pasado, el Instituto Nacional de Tecnologías de la Información de España advirtió en un informe que entre los riesgos de ese tipo de chips están accesos a la información no permitidos por los ciudadanos y el rastreo de las personas y sus gustos. “Al portar una etiqueta RFID una persona puede ser observada y clasificada”, alertaron. Observaciones similares han hecho organismos como Privacy International, de Londres, y el Grupo para la Protección de Datos de la Comisión Europea.
En países como Alemania y Holanda, entretanto, prosperan las ventas de fundas con aislantes para tarjetas, pasaportes y cédulas con etiquetas RFID, que impiden la lectura de los chips a menos que el usuario lo autorice.
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