El arzobispo de Salta, Mario Cargnello; el obispo auxiliar de Santiago del Estero, Ariel Torrado Mosconi; dos altas autoridades del Vaticano y numerosas diócesis del NOA eligieron Salta para dejar un mensaje claro y contundente: Que toda ley no lesione jamás la dignidad personal y garantice los derechos humanos de todo hombre, nacido y por nacer.
El encuentro se abrió con un mensaje del papa Benedicto XVI, quien impartió bendiciones especiales a los defensores de la vida. Mario Cargnello dijo que la presencia de los obispos del Vaticano significa contar con el corazón mismo del Papa. Hablaba de monseñores Jean Laffitte, secretario del Consejo Pontificio de la Familia, y Carlos Simón Vázquez, subsecretario del Consejo Pontificio de la Familia, invitados al I congreso internacional sobre la vida humana y IV congreso regional de vida y familia del NOA.
“Como Iglesia nos sentimos obligados a levantar la voz contra toda situación que atente contra la dignidad de las personas. Llama la atención el hecho de que muchos organismos de derechos humanos se mantengan en silencio frente a estos atropellos contra la vida de los más desprotegidos; por el contrario, favorecen con falsos argumentos ideológicos la sentencia a muerte sobre los indefensos niños por nacer”, dijo el obispo auxiliar de Santiago del Estero Ariel Torrado Mosconi.
El encuentro, organizado por el Instituto de la Familia y la Vida “Juan Pablo II” de la Universidad Católica de Salta, se realizó ayer en el Teatro del Huerto, justo en medio de la polémica por la tardía aparición de los manuales de educación sexual en las escuelas salteñas, y entre las especulaciones sobre una ley nacional que legalice la práctica del aborto. “El futuro de la sociedad pasa por la familia”, dijo el español enviado del Vaticano, Simón Vázquez.
“Estamos en el NOA, donde se fundó la República, donde tenemos valores, humanos y religiosos, a los que no queremos renunciar. La gente del norte es fuerte y generosa defensora de la vida; con este congreso queremos alentarlos a seguir en ese camino, rechazando decididamente la cultura de la muerte que ve la vida como una amenaza de la que tiene que defenderse”, agregó Ariel Torrado Mosconi.
Sobre la educación sexual, monseñor Jean Laffitte, quien es la segunda autoridad en temas de familia del Vaticano, dijo que “lo fundamental es saber quién ofrece la educación sexual”. Para el francés, generalmente esa suele ser una tarea de los padres, que son los que conocen el momento para comunicar a sus hijos el sentido de la dignidad de su propio cuerpo y del ajeno”.
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