SANTA MARÍA MADRE DE LA IGLESIA. 13/09/2011

Pedido de unidad
Amados hijos, os pido que llevéis mis palabras e intercedáis frente a muchos de vuestros hermanos, que os hagáis comprender cada una de mis palabras a través de un diálogo que toque el corazón de cada uno de ellos. Tenéis que comprender y entender que no podéis seguir caminando separados, peleándose entre vosotros porque profesáis disti

ntas religiones, no podéis perseguir ni ser perseguidos porque abrazáis la fe en distintos lugares, no os dais cuenta que todos vosotros, de una forma u otra, estáis orando al misma Padre, no podéis comprender que al perseguir a un hermano, estáis queriendo callar la voz del amor que vuestro Padre os pide que cada uno de vosotros la derraméis sobre toda la tierra, pero en armonía y paz, hoy, lo que más necesitáis, es el amor, vuestros corazones están vacíos y sedientos de ese amor que hoy se ha endurecido en muchos corazones, ese amor que tanto hace falta sobre toda la tierra para que se establezca una verdadera unidad entre todos vosotros, os habéis separado en tantas religiones que hasta viven confundidos y abrumados muchos de vosotros y vais de una en otra buscando la paz, la armonía para vuestras almas, ese acercamiento a mi amado Señor, y no os dais cuenta que Él, a través de su amado Hijo y del Espíritu Santo, desciende sobre todos vosotros más allá de la religión que profesáis. No podéis comprender que hay un sólo DIOS y Él es quien os cuida y os da todo, quien os entregó vuestro mundo y os habla continuamente a través del Inmaculado Corazón de su amado Hijo. Por qué en vez de perseguir a vuestros hermanos no os ponéis todos a hablar, por qué no os unen a llevar adelante un diálogo, un entendimiento y un respeto único, por qué no ABRAZÁIS A CRISTO JESÚS CON TODAS VUESTRAS FUERZAS, y en vez de seguir apartados y desunidos, no volvéis a caminar todos juntos, si todos buscáis el amor y la paz, la armonía y la justicia para vuestras vidas y las de vuestros hermanos, por qué no comprendéis y os ponéis a caminar juntos, a llevar la palabra, a ayudar a todos los que sufren y padecen en todos los continentes el flagelo del dolor y la persecución de muchos gobernantes, por qué no vais en la búsqueda del encuentro, y ese encuentro tiene que estar rodeado por el más grande respeto y humildad y comenzar a hablar para llegar a un entendimiento, y ese entendimiento que sea llevado al seno de vuestros propios rebaños, basado en el amor de CRISTO JESÚS y respetando mi amada Iglesia; por qué no podéis comprender que desde ya hace miles de años os fuisteis separando y cada día os siguen separando más y más en distintas ramas, y no podéis comprender que todos estáis en la búsqueda, como muchos dicen, de la verdad, pero la verdad está y estuvo siempre frente a vuestras propias miradas, o no os dais cuenta que CRISTO JESÚS, con sus brazos extendidos, os pide que volváis a Él, que volváis al sendero, a la palabra, a meditar de cada una de ellas, que volváis a derramar sobre toda la tierra la semilla del amor, la pureza y la humildad, que viváis en total unidad y total comunión entre vosotros y con su amado Hijo para que pueda brillar sobre todos los continentes la luz divina de su amor. Vosotros os habéis separado por no hablar, por no oír, por querer descubrir nuevos horizontes sin pensar que todos ellos os llevan al mismo lugar de partida, y ese lugar es el encuentro con la verdad y el más puro y divino amor, es el encuentro con mi amado Hijo y el Espíritu Santo, que ellos os llevarán junto a vuestro Padre.
No puedo comprender porqué siguen negando lo que todos sabéis, no puedo comprender porqué muchos de vosotros no me reconocéis como vuestra Madre y llenáis mi corazón de dolor y de una inmensa tristeza, no podéis comprender el amor que siento por cada uno de vosotros, no podéis entender que en todo momento me encuentro a vuestro lado, que nosotros no hacemos diferencias, sois vosotros los que os apartáis y cometéis millones de atrocidades en nombre de una fe que ni vosotros, en muchos casos, estáis convencidos que estáis en el sendero correcto.
Por eso os convoco y os pido la unidad, porque sé que de cada uno podréis unir distintas palabras y experiencias, podréis mostrar al mundo que realmente tenéis que creer porque hay un DIOS, y ese DIOS es CRISTO JESÚS, y que si durante años y años muchos lo llamasteis de distintas formas, hoy, en este momento, os tenéis que dar cuenta que todos, quizás, en diferentes formas y distintas religiones, abrazáis la misma fe y sienten en vuestros corazones el mismo llamado al encuentro, pero sois tan obstinados que no queréis ninguno dar el primer paso, el del acercamiento a dialogar y a encontrar entre todos el sendero. Os digo, hijos míos e hijas mías, que mi amado Hijo os dejó marcado el sendero, es sólo abrir los corazones y caminar tras sus pasos, es uniros en la oración y derramar la Llama del Amor desde el corazón de cada uno de vosotros, es unir a todos los rebaños en uno solo, es pedir perdón por vuestros pecados, es recibir los Sacramentos y seguir los Sagrados Mandamientos, hacer ayuno y vivir en total unidad y comunión con CRISTO JESÚS y con cada uno de vuestros hermanos y hermanas. Tenéis que aprender a respetaros entre vosotros, pero principalmente, para ello, primero tenéis que aprender a oír cuando os hablan, a saber escuchar cada una de las palabras y tener una mente abierta y un corazón sediento de encontrar la pureza, y junto a la pureza, la verdad y la humildad traída de las manos de aquellos que son y serán los pastores de ésta nueva era. Mi amada Iglesia se encuentra abierta y tiene que estar abierta al diálogo, al encuentro, a compartir y a pedir muchos de mis hijos perdón por los males cometidos, igual que todos vosotros que también muchas veces habéis calumniado y atacado a mis muros y a muchos de mis hijos amados por diferencias que tenéis.
Yo os ruego y os pido desde mi corazón de Madre, no tan sólo de todos vosotros sino de mi amada Iglesia, que aprendáis a reflexionar, que comprendáis y aprendáis a dialogar, y en el diálogo, veréis que todos unidos encontraréis el verdadero sendero, el camino, y ese camino os llevará frente a la presencia de vuestro amado Padre. No os detengáis más, ya está muy cerca el momento donde veréis aparecer una inmensa cruz convocándolos a ver y observar todo lo que habéis cometido, todos vuestros pecados, para que os deis cuenta que DIOS PADRE os está entregando una nueva oportunidad de poder uniros todos en una sola religión, sin enfrentamientos, sin peleas, sin dolor y poder vivir en total libertad, y esa libertad os dará la paz, la tan ansiada paz por la que estáis durante miles de años pidiendo y suplicando desde los distintos lugares y religiones que profesáis.
Quiero que sepáis que todos sois mis hijos e hijas y que mi corazón está junto a cada uno de vosotros, yo os amo como Madre y quiero en nombre de mi Hijo y de mi amado Señor convocarlos a la unidad de todos vosotros junto a los pueblos y naciones para comenzar a transitar el sendero de la luz. Os ruego volved a la unidad, volved al encuentro y juntos rezad y cantad alabanzas al buen Pastor. Os amo. Os amo, pequeños y amados hijos e hijas de mi corazón, os ruego meditad cada una de mis palabras y os ruego la unidad, ya os queda muy poco tiempo para que comencéis todos a vivir la gran demostración de amor de vuestro Padre, y os pido que sepáis comprender y entender lo que os sucederá, nada tenéis que temer, nada os tiene que preocupar, pero sí, después de recibir ese llamado, volved todos a la unidad y limpiad vuestros corazones de todo pecado, y convertidlos en un lugar de luz, de amor, de misericordia, de justicia y de paz, siendo totalmente humildes y sencillos. Vivid para entregar al mundo la paz y disfrutad del paraíso que vuestro Padre os ha entregado, cuidadlo y comenzad a vivir la verdadera vida en vuestro mundo hasta que os toque venir a la Vida Eterna, pero cuando os seáis llamados, que vengáis con un corazón lleno de luz y de amor y las puertas del REINO DE LOS CIELOS se han de abrir de par en par para todos vosotros.
Os amo, os amamos, pequeños míos, y os pido y os ruego, escuchaos entre vosotros y escuchad mucho más lo que os dicta cada uno de vuestros corazones, que es el llamado a la unidad, y esa unidad está basada en el más puro amor que parte del INMACULADO CORAZÓN DE CRISTO JESÚS para todos sus amados hijos. Amén.
SANTA MARÍA MADRE DE LA IGLESIA.
13/09/2011 09:54 Horas.
CAPITAL FEDERAL – PROVINCIA DE BUENOS AIRES - REPÚBLICA ARGENTINA
Para pedidos de oración de los miembros del Cenáculo SANTA MARÍA MADRE DE LA IGLESIA: www.lavozdesantamaria.com.ar
José Luis Belmonte