EUROPA PRESS
Benedicto XVI ha celebrado una misa en el Estadio Olímpico de Berlín en la que ha pedido a los cristianos alemanes que "permanezcan también en la Iglesia" a pesar de "la experiencia dolorosa de que en la Iglesia hay peces buenos y malos, grano y cizaña", durante una homilía pronunciada ante miles de fieles bajo una intensa lluvia.
Benedicto XVI ha celebrado una misa en el Estadio Olímpico de Berlín en la que ha pedido a los cristianos alemanes que "permanezcan también en la Iglesia" a pesar de "la experiencia dolorosa de que en la Iglesia hay peces buenos y malos, grano y cizaña", durante una homilía pronunciada ante miles de fieles bajo una intensa lluvia.
No obstante, el Pontífice ha subrayado que "si la mirada se fija sólo en las cosas negativas, entonces no se revela el misterio grande y profundo de la Iglesia" y ha subrayado que "algunos miran a la Iglesia quedándose en su apariencia exterior". "De este modo, la Iglesia aparece únicamente como una organización más en una sociedad democrática" ha advertido.
El Papa ha reconocido que así "no brota alegría alguna por el hecho de pertenecer a esta vid que es la Iglesia" y se difunden "la insatisfacción y el desencanto".
Benedicto XVI ha sido recibido por grandes aplausos por parte de los miles de fieles que han abarrotado el estadio y ha sido acogido por el arzobispo de Berlín, monseñor Rainer Woelki, que ha recordado que la sociedad alemana "ha olvidado a Dios".
CRISTO CON LA IGLESIA
Por su parte, el Papa ha recordado durante su homilía que la Iglesia "es el don más bello de Dios" y ha recordado que Cristo "señala el destino común que se deriva de la íntima comunión de vida de su Iglesia con Él". El Papa ha señalado que Jesús "continúa viviendo en su Iglesia" y por tanto "es Jesús quien sufre las persecuciones contra su Iglesia".
El Pontífice ha destacado que la Iglesia "es una comunidad de vida" con Cristo "y del uno para el otro" y ha recordado que "toda la comunidad de los creyentes está firmemente unida en Cristo" lo que significa que "en esta comunidad, Cristo los sostiene y se sostienen recíprocamente". Según ha explicado el Papa, los fieles católicos "no creen solos, sino que creen con toda la Iglesia".
El Pontífice ha destacado también que la Iglesia católica es "el sacramento universal de la salvación" que existe "para los pecadores" y ha subrayado que "ésta es la verdadera y gran misión de la Iglesia" que le ha sido confiada "por Cristo".
Así, el Pontífice ha recordado que en este momento "de inquietudes e indiferencia, en el que tanta gente pierde el rumbo y el fundamento" y en un momento en el que se desearía "gritar 'Señor, quédate con nosotros" como "los discípulos de Emaus", Cristo "ofrece aquí un refugio, un lugar de luz, de esperanza y confianza, de paz y seguridad".
Por último, el Papa ha declarado que "con la Iglesia y en la Iglesia" los fieles pueden "anunciar a todos los hombres que Cristo es la fuente de la vida".
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