FRIBURGO, 24 Sep. 11 / 12:13 pm (
ACI/EWTN Noticias)
En su discurso a un grupo de representantes ortodoxos en el Seminario de Friburgo (Alemania), el
Papa Benedicto XVI alentó a buscar la plena unidad entre esta comunidad y la
Iglesia Católica, defendiendo al mismo tiempo valores esenciales como el derecho a la
vida, el matrimonio entre un hombre y una mujer y la familia.
Antes del encuentro con los ortodoxos, el Santo Padre
se reunió con el excanciller federal alemán, Helmut Kohl, quien estuvo acompañado de su esposa. Fue recibido por el Secretario de Estado Vaticano,
Cardenal Tarcisio Bertone, el Arzobispo de Friburgo, Mons. Robert Zollitsch y el Nuncio en Alemani, Mons. Jean-Claude Périsset.
Seguidamente el Papa se encontró con 15 representantes ortodoxos y ortodoxos orientales, en un encuentro en el que también participaron varios obispos y
cardenales.
El discurso del Papa vino luego de las palabras de Mons. Zollitsch y del Presidente de la Conferencia Episcopal Ortodoxa en Alemania, el metropolita Augoustinos.
Benedicto XVI comenzó su alocución repitiendo "lo que ya he dicho en otras ocasiones: entre las Iglesias y las comunidades cristianas, teológicamente, la
Ortodoxia es la más cercana a nosotros; católicos y ortodoxos poseen la misma estructura de la Iglesia de los orígenes. Por ello, podemos esperar que no esté muy lejano el día en que de nuevo podamos celebrar juntos la Eucaristía".
El Papa dijo que es "importante continuar el trabajo para aclarar las diferencias teológicas, porque su superación es indispensable para el restablecimiento de la plena unidad, que deseamos y por la que oramos".
El Santo Padre resaltó luego la importancia del testimonio de Dios que deben dar católicos y ortodoxos, ante la "actual tendencia de nuestro tiempo, en que son bastantes los que quieren, por así decir, ‘liberar’ de Dios a la vida pública".
Ambas comunidades, prosiguió, deben comprometerse "juntas en la protección de la vida humana desde su concepción hasta su muerte natural".
"La fe en Dios, creador de la vida, y el permanecer absolutamente fieles a la dignidad de cada persona fortalece a los cristianos para oponerse con ardor a cualquier intervención que manipule y seleccione la vida humana".
Por otra parte, subrayó el Papa, "conociendo como cristianos el valor del matrimonio y de la familia, nos preocupa, porque es importante, preservar de toda interpretación errónea la integridad y la singularidad delmatrimonio entre un hombre y una mujer".
Finalmente el Papa invitó a mirar a la Virgen María, "la Hodegetria, la ‘guía del camino’, que es venerada también en Occidente bajo el título de ‘Nuestra Señora del Camino’. La Santísima Trinidad ha dado a María, la Virgen Madre, a la humanidad, para que Ella, con su intercesión, nos guíe a través del tiempo y nos indique el camino hacia el cumplimiento".
"A Ella nos encomendamos y presentamos nuestra petición de llegar a ser en Cristo una comunidad cada vez más íntimamente unida, para alabanza y gloria de su Nombre. Dios os bendiga a todos", concluyó.
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