Vicka, cuando ves a la Gospa,¿ recibes gracias particulares?
-Sí la Virgen ha dicho que nos daba gracias como nunca antes lo había hecho en la historia de la humanidad.
-Y yo que no veo nada,¿ recibiré menos gracias que tú que eres vidente a pesar de que yo abra mi corazón?
-¡No si tu abrés tu corazón, Ella te dara las mismas gracias que a mi: Ella lo dijo. Nosotros no somos mejores que los demás...A la Gospa le gusta mucho que la gente venga a Medjugorje, porque Ella hizo de este lugar un oasis de paz al que nos invita. Pero si tú verdaderamente no puedes venir y abres bien tu corazón en el momento en que ella aparece, por supuesto recibirás las mismas gracias que nosotros, los videntes estés donde estés.
Entonces la conclusión es clara: las visitas de María, con el fantástico capital de gracias que estas nos ofrecen, no están reservadas para unos pocos elegidos. ¡No! son para cada uno de nosotros, para ti mi querido lector, para tu familia, para todos aquellos que, a la hora de la aparición, abrán las puertas más íntimas de su corazón.
A las 18.40 cuando la Virgen desciende para conversar con los hijos de los hombres y orar con ellos, aquellos que lo deseen pueden detenerse algunos minutos, allí donde estén para acogerla de manera muy especial, en comunión con Medjugorje y con esos millares de personas que, en muchos lugares del mundo ya viven ese encuentro. Y día a día, cada 24 horas suceden para ellos cosas tan extraordinarias que varios libros no podrína contener todos los testimonios. Que alegría, en efecto cada día puedo hundir mi corazón en el de mi Madre, con la seguridad de que ella volverá en 24 horas, que mi soledad ya no existe, que soy cada día como su prima Isabel que exclama: ¿Quién soy yo para que la madre de mi Señor venga a visitarme?
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