Lunes 15 de Octubre del 2012 7:00 p.m.
Amados míos!
Conozco sus corazones. Cada uno tiene diferentes maneras de pensar. Todos son iguales a mí. Cuando conduzco sus pasos se hacen coparticipes de mi divinidad. Yo insisto amados míos, déjense amar por mí. Mi Amor es para todos. Yo conozco lo más profundo que hay en su ser: sus pensamientos, sus actos. Condúzcanse por el buen camino.
Yo soy la Luz del mundo, la luz dada a través de mis discípulos fieles a mí. Quien me conoce persiste en tener una vida mejor.
Yo vine a redimir al mundo, di mi vida por ustedes.
La orfandad a que está sujeta el mundo se debe a que ustedes se fijan en cosas vanas que no les traen una buena cosecha.
Quien se ampara bajo mi sombra protectora dice al Señor:”Señor tú eres mi Refugio en quien confío”. Yo soy la Luz del mundo, la Luz de su camino. Confíen en mí, yo me doy. Vasto es mi Amor por ustedes!
La Caridad depositada en mis manos da frutos abundantes. Apiádense de los enfermos del alma. Ellos están apartados de mí porque no ven la Luz. La obscuridad a que están sujetos se debe a que en su corazón no hay más que cosas sin importancia. Sin mí nada pueden. Yo estoy dispuesto a cambiar lo que hay en ustedes, que no sirve, que es sucio, vano, sin motivo importante para crecer en santidad. La santidad les es dada siempre y cuando ustedes se compadezcan de su hermano. Nadie puede ser santo si no se da a los demás, porque yo soy Amor, Amor inconmensurable.
Los torrentes de mi misericordia son para que ustedes se llenen de mí. Mi Misericordia está dispuesta a todo ser humano. Quien habita a la sombra protectora mía, es cobijado por mí. Yo no puedo desoír los lamentos de mis hijos. Todos me duelen. Los amo por igual. Pero muchos no quieren renunciar a todos los placeres de la vida, la concupiscencia. La deslealtad hacia mí me duele profundamente! Morí por ustedes. Ámenme, ámenme mucho. Yo dispongo mis bienes celestiales para todos. Mi reino es para todos. Vengo pronto!! Conserven su corazón puro. Los amo
Jesús de Nazareth
Mis niños amados!
Yo los convoco a persistir y permanecer en comunión conmigo. Yo transformaré sus corazones. Ámense mucho. El Amor y la Caridad los hacen fuertes ante las insidias de Satanás. Alinéense en la batalla, mis guerreros amados. Amén.
María Santísima del Corazón Inmaculado
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