Canal: Starr – 17/9/12
- Bendito seas Señor Dios del universo, bendito seas con tus ángeles y con tus santos, bendito sea tu Santo Nombre y que todas las criaturas del cielo y de la tierra te alaben eternamente, bendito eres Señor mío y Dios mío.
Padre amado dentro de mí hay una pregunta que arde, que quema y no encuentra respuesta, pues a pesar de tu Palabra dada a los hombres a lo largo de los siglos, a pesar de tu Divina Presencia en medio nuestro y que tus signos pueden verse en cada momento de nuestras vidas, a pesar de todo ello no encontramos los canales adecuados para hacer de este nuevo reino aquello que tu tanto deseas, un reino de amor y justicia, de igualdad de oportunidades para todos, de lazos de hermandad, de acompañamiento y sostenimiento mutuo.
Dinos Divino Padre cual es el camino, cuales son las palabras, cuales son los gestos que debemos practicar todos los días a fin de concretar por fin la unión entre los pueblos.
Hija mía el camino siempre ha sido uno solo y se os ha dado ya el camino del corazón, si verdaderamente el hombre emprende el camino del corazón encontrará las respuestas a todas las preguntas, mientras ese camino se haya transitado a medias, o tal vez no se haya iniciado siquiera, no podréis encontrar verdaderamente la paz.
¿Te has preguntado, hija mía porqué el hombre no tiene paz en su vida?
- Muchas veces Padre.
Pues la respuesta hija es sumamente sencilla, la falta de paz es simplemente la ausencia de Dios en vosotros y la ausencia de Dios en vuestro ser no es porque yo vuestro Padre haya tomado un rumbo diferente al vuestro o porque haya simplemente desoído vuestras voces, sino que en el mundo en el cual os estáis transitando, vuestro mundo permanentemente os aleja de vuestro Padre, la falta de paz hija mía es la carencia en vuestra conciencia de la Presencia de Dios.
Muchas veces os he escuchado decir, “esta vida ya me fue dada no la he creado yo”, y es verdad pues solo Dios es creador de la vida, pero vosotros sois los autores de vuestras vidas por lo tanto de la creación, hay un paso importante del cual sois vosotros mismos los autores y es el rumbo que a vuestra vida deis, de ella dependerá.
Cuantas veces hijos míos os he escuchado lamentaros de vuestro infortunio y clamar hacia mí diciendo “Cuantas faltas tengo Padre”
Una vez que las faltas han sido sanadas proseguís lamentándoos de cuantas teníais y así sucesivamente de allí parte vuestra falta de paz, vuestra mente es la que gobierna vuestras vidas, pues he de deciros que la paz no proviene de vuestra mente sino de su descanso, para eso hijos míos siempre os he dicho que al poneros en contacto con mi Ser Divino hagáis que vuestra mente descanse de vuestros ruidos interiores, no tratándolo de acallarlos pues eso es imposible, pero si de que sepáis de donde proviene para poder ganar confianza en vosotros mismos, pues si no hay confianza, habrá temor y si hay temor la paz se experimentará en vosotros como una mera ilusión, y en vuestra mente esta ese ser, ese ego que tantas veces os frena y es el culpable de tantas luchas y de tantos desencuentros, ese ego muchas veces os confunde haciéndoos creer que es vuestro Padre el que os habla cuando en realidad son vuestros propios egoísmos y vuestros deseos desenfrenados de gobernar vuestras vidas en ausencia total de vuestro Dios.
Vuestro Padre hoy os dice lo primero que debéis encontrar en vosotros es la paz de vuestra mente para luego poder encontrarla en el mundo, debéis observar atentamente vuestros pensamientos sin desesperaros, sin culparos y sin deseos de atacaros por los deseos no satisfechos y sin buscar gloria en esto, entonces en vosotros dará comienzo sensaciones reales de paz, si tan solo un instante de vuestras vidas de cada día os dedicarais a la observación de vuestros pensamientos como si no fuerais vosotros sino como si fuerais espectadores que desde fuera observan un espectáculo, el espectáculo de vuestra vida, entonces en vosotros daría comienzo la liberación de vuestro ser, os falta salir de vosotros mismos para analizaros en profundidad y liberaros de vuestras pesadas cargas, la mayor parte del tiempo estáis presos de vosotros mismos, sois vuestros propios carceleros y eso os impide avanzar en la paz del espíritu, el egoísmo no tolera ni conoce la paz.
Hijos míos muchas veces confundís la euforia de vuestros deseos mezquinos con la felicidad que buscáis, de allí proviene también vuestra falta de paz, deberíais ser felices simplemente por el hecho de ser hijos perfectos de un Padre perfecto en un universo perfecto, si no os aceptáis a vosotros mismos como sois, el amor parecerá algo inexistente por más que os afanéis en buscarlo, la paz hijos míos es el reconocimiento constante de quienes sois uno junto con todos, debéis reconoceros como partes de un todo perfecto en vuestro ser divino, vuestro Dios, allí comienza el camino hacia la paz interior y el camino del corazón.
¿Dime hija mía cuando sientes paz en tu alma?
- Creo Padre que cuando encuentro la solución a un problema.
Eso es un error hija amada la felicidad y la paz no llegan al encontrar la solución a un problema sino cuando observas que no existe tal problema. La paz y la felicidad hija mía no tiene su raíz en el cese del sufrimiento sino en la imposibilidad de la existencia de tal sufrimientos y no existiría en tanto descubráis que solo existe algo si vosotros lo creáis si vosotros permitís que exista, si vosotros os afanáis en estar presos de vuestra soledad, allí radican los sufrimientos, el núcleo de la paz hija mima, está en no sentiros solos sino en comunicación y compañía constante de la Presencia amorosa e incondicional de vuestro Padre que es el amor presente y omnipotente en vuestras vidas, mi presente, cuando os consagréis a ese amor enteramente estaréis entonces en condiciones de dar y recibir de maneras y formas ilimitadas.
Ya has visto hija mía, acabas de atravesar una gran tormenta pero te abandonaste en mis manos y el problema no existía pues estabas en los brazos de tu amante esposo y de vuestro Padre, el abandono completo en mi Ser es el eslabón que os falta para alcanzar la paz perfecta.
Deseo ardientemente que encontréis las llaves que abren la celda de vuestra alma y la que os posibilita encontrar caminos de paz y de redención, una vez más vuestro Padre os dice que la fuerza radica en vosotros que la paz nacida desde dentro es la paz proyectada hacia fuera, transformará el mundo entero, abandonad un poco la imagen de la tierna paloma blanca, mientras permanezcáis aferrados a esa imagen como a la espera de ser milagrosos que os de la paz tan anhelada, esa paz jamás llegará, más bien miraos vosotros en un espejo y en esa imagen repetíos una y otra vez, yo soy la paz, yo soy el que ha de transformar el mundo, pues yo soy vive en mi, es este Ser y no otro el que ha de lograr la paz entre los hermanos y el Espíritu de Dios que mora dentro de mi Ser, no hay mejor paloma blanca que mi alma blanca y pura, libre de ataduras y libre de prejuicios es mi alma el lugar donde se forja y se hace la paz y es el alma de mi hermano la que debo ayudar y liberar hasta que se funda en un abrazo, puro, tierno y eterno con su Dios y Señor.
Así sea. Vuestro Padre ha hablado.
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