Conducta íntegra y lenguaje engañoso
01 Más vale un pobre que camina con integridad que un hombre insensato y de labios tortuosos.
02 Sin la ciencia, ni el mismo celo es bueno, y el que se precipita malogra su intento.
03 La necedad del hombre pervierte su camino, y luego su corazón se irrita contra el Señor.
04 La fortuna multiplica los amigos, pero el pobre se ve separado hasta de su amigo.
05 El testigo falso no quedará impune y el que profiere mentiras no escapará.
06 Son muchos los que adulan al noble y todos son amigos del que hace regalos.
07 Al pobre hasta sus hermanos lo aborrecen, ¡cuánto más se alejarán de él sus amigos!
08 El que adquiere buen juicio se ama a sí mismo, al que es razonable le irá bien.
09 El testigo falso no quedará impune y el que profiere mentiras perecerá.
10 No te sienta bien al insensato una vida confortable, ¡cuánto menos a un esclavo gobernar a los príncipes!
11 El buen juicio de un hombre aplaca su ira, y su gloria es pasar por alto una ofensa.
12 Como rugido de león es la furia del rey, y su favor, como rocío sobre la hierba.
13 Un hijo insensato es una calamidad para su padre, y las rencillas de una mujer son una gotera incesante.
14 Casa y fortuna son herencia de los padres, pero una mujer prudente es un don del Señor.
15 La pereza hace caer en el letargo, y la persona indolente pasará hambre.
16 El que guarda los preceptos se guarda a sí mismo, el que descuida su propia conducta morirá.
17 El que se apiada del pobre presta al Señor, y él le devolverá el bien que hizo.
18 Corrige a tu hijo mientras haya esperanza, pero no te arrebates hasta hacerlo morir.
19 El hombre irascible se expone a las multas, si tratas de ayudarlo, empeoras las cosas.
20 Escucha el consejo y acepta la corrección, y al fin llegarás a ser sabio.
21 Hay muchos proyectos en el corazón del hombre, pero sólo se realiza el designio del Señor.
22 Lo que se espera de un hombre es la fidelidad y más vale ser pobre que mentiroso.
23 El temor del Señor lleva a la vida, el que se sacia de él pasa la noche sin ser visitado por el mal.
24 El perezoso hunde su mano en el plato y ni siquiera es capaz de llevársela a la boca.
25 Golpea al insolente, y el simple se hará precavido, reprende al inteligente, y sabrá entender.
26 El que maltrata a su padre y echa a su madre es un hijo que causa vergüenza y deshonor.
27 Si dejas, hijo mío, de escuchar la instrucción, te extraviarás lejos de las palabras de la sabiduría.
28 El testigo infame se burla del derecho, y la boca de los malvados devora la iniquidad.
29 Hay castigos establecidos para los insolentes y golpes, para las espaldas de los necios.
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