IGNACIO SORIA
Actualizado 15/09/2015 09:17:23
El socialista Pedro Sánchez se ha visto obligado a manifestar que si llega a ocupar el despacho de la Moncloa prohibirá este festejo por la crueldad que supone para una vida sufrir tal fin a golpe de una lanza.
Durante estos días estamos asistiendo en los distintos medios de comunicación a un verdadero atracón de información acerca de la celebración en la provincia de Valladolid del festejo taurino Toro de la Vega.
Desde que uno enciende la radio o la televisión y hasta que la apaga, raro es que no encuentre un espacio dedicado a este asunto donde defensores y detractores del festejo taurino se ponen a parir literalmente. Hasta la madrileña Puerta del Sol ha sido escenario estos días de una manifestación por parte de los antitaurinos – que piden respeto aunque carecen de él – para hacerse oír en sus pretensiones.
Fíjense si el tema es grave, y de calado nacional, que ha llegado incluso hasta las altas esferas socialistas provocando que el que pretende convertirse en el próximo presidente del Gobierno de España – señor Pedro Sánchez – se ha visto obligado a manifestar que si llega a ocupar el despacho de la Moncloa prohibirá este festejo por la crueldad – se entiende – que supone para una vida sufrir tal fin a golpe de una lanza. Ah, que no lo he dicho, pero de una vida animal, porque si es humana, y en vez de una lanza se utiliza un fórceps para eliminar la vida – humana en este caso – la cosa cambia para los socialistas y para muchos de esos antitaurinos tan de moda ahora con sus recién estrenadas actas políticas y que luego asisten a otras manifestaciones a favor de otros crímenes peores.
Desde que en el año 1985 se legalizara el aborto en España, se han producido más de dos millones de abortos en nuestro país. El año 2012 pasará a la historia como uno de los años más tristes de España auque la gente no lo sepa. En este año, una de cada tres mujeres que abortaron, lo había hecho ya con anterioridad, y de ellas, 1.350 lo habían hecho en más de dos ocasiones. Si hubiesen nacido todos los niños abortados en este negro año, en España se hubiese reducido a la mitad el déficit de natalidad que sufrimos. Pero esto da igual ¿verdad?, lo importante ahora es el Toro de la Vega y la odiosa lanza que arrebatará sin pudor la vida del pobre animal. Un pobre animal que va a morir porque Pedro Sánchez aún no ha llegado al Gobierno para prohibir la tamaña atrocidad que supone asesinar a un indefenso animal.
Queridos lectores, así de mal va España, donde algunos lloran como nunca por una injusta fiesta local.
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