Gospa«En la oración busquen la voluntad de Dios y vívanla según los Mandamientos a los que Dios los invita.» Esta parte del mensaje de este mes, también es significativa, porque no se trata solo de pedir por la paz que está en peligro y orar por los proyectos de María, sino que la oración también es una búsqueda continua de la Voluntad de Dios, porque mucha gente cuando ora solo pide, pero no busca la Voluntad de Dios para su vida. Por eso hay mucha gente embrollada en el mundo y en la Iglesia: piensan que Dios no los escucha, porque cuando oran van a Dios cómo se va a un restaurante: eligen el menú y piden lo que quieren comer según sus gustos y apetitos. Sin embargo, cuando se ora no se puede llevar un menú: no hay gustos ni apetito por algo especial. Entonces, la mejor forma de orar, es decirle a Dios, con el corazón humilde: « Señor, que quieres de mí. Yo dejo en este momento todos mis proyectos en tus manos y renuncio por entero a mi voluntad para aceptar la tuya, fuere la que fuere.»
Considérese que una de la mayores crisis que estamos viviendo ―y por lo mismo habla María de eso― es la crisis de la oración: la gente a cambiado su relación con Dios por la tecnología, el internet, la TV, los negocios, el dinero, la diversión en la calle, el deporte… Hay tiempo para todo menos para orar. Y si cuando se ora ―por la misma aridez que trae la falta de oración― se va entonces con el menú personal ante el Señor, y no a buscar que Él quiere de nosotros. Y eso se podría llamar fariseísmo «platinum o gold», buscar a Dios según mi conveniencia. Consecuentemente hay que doblar rodillas, hay que ayunar, y en humildad y recogimiento, buscar la voluntad de Dios en Sus Mandamientos con la oración.
Pienso que antes de orar para buscar la Voluntad de Dios, habría que leer y meditar los 10 Mandamientos y la explicación de ellos que hace Jesús en Mateo 5, 6 y 7. De lo contrario, se podría orar en forma errada. Otra forma de hacer la oración en este sentido, es meditar con el corazón, mientras se ora, el Sermón del Monte: Mateo 5-7. Esta es la plataforma principal de lo demás. Luego, cuando se conoce la Voluntad de Dios, y la buscamos, la recompensa es, sin lugar a dudas, una mejor calidad de vida emocional, de satisfacción, de bienestar… porque Jesús vino para que tengamos vida en abundancia. Recuérdese que la vida en abundancia no viene del dinero, de las relaciones sentimentales, del licor, de la droga, de las diversiones… No, estos son engaños, son comedia porque la verdadera felicidad la da solo Dios y se eterniza en el más allá, en el Paraíso, que María ha dicho que se puede vivir desde ahora; pero sin el pecado, por medio de la humildad y el ejercicio de la caridad.
«Yo estoy con ustedes y oro con ustedes. ¡Gracias por haber respondido a mi llamado!» La Madre al final del mensaje infunde esperanza, ánimo, optimismo, confianza: enfatiza que está con nosotros y que ora con nosotros. Esta parte es maravillosa, y poco se medita. Considérese que cuando la Madre habla así está pensando en todos sus hijos. Esas palabras no son para los videntes porque ellos la ven todos los días y no tienen necesidad de escuchar dichas palabras. Tampoco la dice a los peregrinos que están en Medjugorje, porque el mensaje lo recibe Marija en Milán donde vive. Entonces, esas palabras son para toda la Iglesia: María está de manera especial con todos sus hijos, no tiene preferencia, intercede por todos. Y es inútil razonar esas palabras y con criterios científicos no se pueden explicar. Pero si se pueden aceptar a través del amor, porque es por medio del amor como se experimenta la presencia de María entre nosotros. ¡Sea alabado Jesucristo!