- En tiempos de confusión conviene aclarar las cosas.
- Ahora bien, al Papa Francisco hay que defenderle, incluso en sus fallos.
- Porque es el representante de Cristo.
- Y porque el peligro no es el cisma, que ya está aquí.
- Ahora el peligro es que el cisma tácito estalle y se convierta en explícito.
- ¡Ah!, no hay peligro de falsa Iglesia. La falsa Iglesia ya ha llegado.
- Y cada católico, con su capacidad de discernimiento espiritual, tendrá que elegir. Mejor elegir la verdadera.
En tiempos de confusión conviene repetir las ideas clave varias veces, con monótona languidez o con perseverante entusiasmo… pero repetirlas. Ya saben, como en el viejo chiste: “¿Hasta cuándo, señores? Hasta que te lo aprendas desgraciado”.
Pues bien, las dos cuestiones, principios, indicaciones o conclusiones que hay que repetir hoy día ante la confusión reinante tras el puñetero y desgraciado Sínodo de la Familia son dos:
1.- No se puede comulgar en pecado mortal.
Porque lo otro, para entendernos, es el cisma, el puñetero cisma.
Y volvemos a lo de siempre: el vaticanista
Sandro Magister relata que los cuatro cardenales que ya solicitaron a
Papa Francisco que
aclarara las dudas vuelven a la carga. No estaría mal porque la confusión reinante es pavorosa, aunque yo sigo insistiendo en que este
Papa vive secuestrado en el Vaticano y es prisionero del gran error de su pontificado…. El puñetero y re-precitado Sínodo de la Familia.
Un secuestro, por cierto, cada día menos sutil y más abierto, bajo el chantaje permanente de que el cisma, hasta ahora tácito, se explicite. Cuando el Papa Francisco decidió no habitar en el apartamento pontificio de sus predecesores y lo hizo, y hace, en una residencia abierta muchos aplaudieron. Yo siempre sospeché que en Santa Marta estaría mucho más controlado que marcando distancias desde los apartamentos pontificios, pero tengo escasa influencia en el Estado de la Ciudad del Vaticano. Pena…
En cualquier caso, la aclaración necesaria es tan sencilla como esta: quien comulga en pecado mortal se traga su propia condenación.
2.- Y ahora, para más diñar, nos llega la noticia de que el Vaticano ha creado una comisión para revisar la
Humanae Vitae de
Pablo VI.
¡Pero si se trata de un texto muy clarito! Es la encíclica paulina que dice que la anticoncepción es cosa mala, primero por su
intencionalidad antinatalista, por tanto, anticristiana; en segundo lugar por algo tan evidente como que
todas las píldoras hoy puestas a la venta en las farmacias son potencialmente abortivas… ergo son abortivas. Actúan antes de la concepción, pero si fallan están preparadas para actuar después.
Dicho de otra forma Lionel: esta no es la era del aborto quirúrgico sino del más numeroso y siempre invisible aborto químico.
El artículo de Sandro Magister, como tantos otros suyos, es riguroso pero inclemente, brillante pero lacerante. Pero me temo que necesario.
Y tras estas dos ‘aclaraciones’ repetir lo de siempre: Hay que rezar por el Papa y defender a Francisco porque es el Papa. Hasta en sus fallos. No defender el fallo, pero sí al Papa.
Eulogio López
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