Rayos de Fe Navidad.

Aprendamos de María Santísima a tener fe, porque Ella es el modelo de la fe, ya que desde el momento en que el Ángel Gabriel le anunció la Encarnación del Verbo en su seno, Ella no dudó, y siempre creyó que quien llevaba en su vientre era Dios mismo.

¡Cuántos motivos para dudar, al ver al Niño Dios tan común con todos los demás, tan débil! Sin embargo la Virgen jamás dudó de que ese Niño fuera el Hijo de Dios. Y nosotros debemos imitarla en la fe, especialmente ahora que se acerca la Navidad y que Cristo, misteriosamente volverá a nacer en la debilidad y pobreza.

Imitemos a María en la fe, y entonces obtendremos todo de Dios, porque así como el Señor no le niega nada a su Madre, especialmente por su gran fe; así tampoco el Señor nos negará nada de lo que le pidamos, si se lo pedimos con fe, en esta Navidad.

Porque debemos saber que Dios siempre nos escucha, y aunque a veces no nos conceda lo que le pedimos, siempre nos da algo, ya que la oración bien hecha jamás vuelve vacía a nosotros.

A veces el Señor dilata el concedernos algo, por justos motivos suyos, que comprenderemos con el tiempo. Incluso puede suceder que Dios jamás nos conceda lo que le pedimos, que a nosotros nos parece lo mejor. Pero confiemos en Él, que nos escucha y que ve el futuro mejor que nosotros, y lo que hoy nos parece a nosotros la mejor solución, puede ser desastroso con el pasar del tiempo.

Dios sabe, nos ama y todo lo puede. Esto debe bastarnos para poner toda nuestra fe y confianza en Él, sabiendo que es Bueno y que quiere lo mejor para nosotros.

No dejemos de rezar, porque la oración obtiene TODO de Dios, y con la oración y la fe, lo podemos todo.

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