Canal: starr – 4/12/12
Amados hijos el Padre y vuestro Maestro y Señor están aquí junto a vosotros para instruiros una vez más en los misterios de Dios.
Amada hija ven toma la mano de tu esposo y como matrimonio celestial venid en pos de Mí para que se os muestre la enseñanza del día de hoy.
Ahora vuestros espíritus se elevan por medio de la espada encendida de vuestro Dios. Venid y ved el paraíso de vuestro Dios, describe hija mía, escribe y muestra lo que hay en este lugar.
Veo amado Padre el sitio más bello que haya visto jamás, es imposible para mi Padre describir tanta hermosura, las fuentes, los ríos de agua cristalina, los valles plenos de verdor, el sol, las aves, animales de todo tipo conviviendo tan apaciblemente, música de amor, de paz, cantos de ángeles, el viento que acaricia mi rostro y el de mi esposo, una bella mariposa se ha posado alegre sobre la mano de mi esposo, mueve las alas muy despacio, allí se queda no desea volar, veo muchos perritos corriendo juntos, escucho sus voces, hay un ángel que llama a uno de ellos, ¡Miel, miel, ven aquí no corras!, luego hay una niña que tiene una perrita preciosa, la llama, campanita ven y juega conmigo, veo un caballo blanco, lo reconozco es un potrillo de una blancura extraordinaria, seis unicornios, el padre, la madre y cuatro hijos, toda clase de animales extraños que nunca había visto antes, son mansos, siento una fragancia, un aroma delicioso a flores es algo tan bello Padre que mis palabras no pueden expresar, sobretodo hay tanta pureza, mucha inocencia en todas las cosas, en todos los seres que habitan este lugar y se respira mucha paz.
Amada hija, amados hijos esta es la pureza, la inocencia del ser renovado a la imagen de Dios en Cristo Jesús, estáis frente al estado que tuvo el primer hombre y la primera mujer, el estado de pureza absoluto, tal cual fue plasmado por mis manos, así vivió el hombre en este sitio antes de su caída. Hoy las puertas de la creación se abren ante vosotros y os muestra todo cuanto vuestro Padre creó y todo cuanto se os dio. Mirad los animales a los cuales les fue dado un nombre por el hombre de acuerdo con su naturaleza y su virtud. Estáis frente a la más inquebrantable inocencia que es el estado de Cristo Jesús, mi amado hijo, el que nunca caería por ser el hijo de Dios, el sin mancha, el hijo del hombre.
Ahora escuchad, aquellos que son fieles a Él, mi amado hijo pueden alcanzar este sublime estado que hoy os muestro, os he traído hasta aquí para que observéis que el estado original libre y sin mancha que teníais antes de la caída puede y debe ser recobrado por vosotros, no es un estado imposible de alcanzar, sino que esa debe ser vuestra meta. Aquí están las virtudes, esas virtudes que con el correr de vuestra vida habéis dejado en los caminos transitados, esas virtudes deben ser recobradas para que podáis no solo recobrar vuestro estado de inocencia sino para que podáis alcanzar la divina sabiduría. A medida que los hombres comiencen a recuperar todas las maravillas que vuestro Dios puso en vuestro ser, entonces estarán sometiéndose al espíritu de vuestro Dios y a crecer en la imagen y el poder del Todopoderoso, entonces podrán recibir la palabra de sabiduría que abre todas las cosas y llegar a conocer la unidad oculta en el Ser eterno.
- Padre en este jardín es donde tu…
Si hija mía es aquí donde Yo llame al hombre, ¿Adán, Adán donde estas? Es en este mismo sitio donde el hombre destrozó mi corazón, cuando cayó victima de la serpiente.
- ¿Padre porque subimos con la espada de fuego delante nuestro nunca antes había subido así y mi esposo tampoco?
Hija mía esa espada es la custodia, la entrada al jardín del edén, sólo podéis ingresar en el, si el ángel de la espada de fuego os abre el camino y os abre las puertas.
- Padre ¿acaso, mi esposo y yo hemos muerto?
No hija mía, estáis vivos, pero preguntas bien, solo ingresan en este lugar las almas que han partido y recibieron el baño de la purificación.
- Padre ¿porque entonces hoy estamos aquí?
Para que deis testimonio de mi poder y de mi gloria, para que enseñéis, para que instruyáis en que los hombres, aún habiendo perdido la gracia original por la fe, la palabra y los caminos señalados por mi amado hijo Jesús, podéis recuperar todo lo que alguna vez habéis perdido, ahora prestad atención, todo se recupera es cierto, pero de la misma manera que lo recuperáis también podéis perder todo nuevamente y regresar al punto cero donde mora la oscuridad, mientras la vasija se mantenga libre, de ira, envidia, de injusticias de cualquier tipo, entonces la gloria de Dios brillará en vosotros que es el estado original, tal cual como fuisteis creados, de esa manera ascendéis, pero muchos han descendido más rápidamente de los que ascendieron cuando su vasija comenzó a llenarse de vanidades, orgullos y egoísmos.
- Padre se está tan bien en este lugar.
Lo sé hija mía, aquí estáis en vuestra esencia, es el sitio de la paz, de la claridad y del amor en su mayor esplendor.
Sabes hija mía ¿Cuál es lo difícil?
- No Padre.
Regresar.
- Si Padre lo sé siempre me ha costado mucho regresar.
Pues ese es vuestro desafío, regresar y vivir conforme a la voluntad de vuestro Padre, regresar y crear, y recrear y dar nueva vida y dar sin esperar, regresar sabiendo que tenéis un lugar, un hogar donde regresaréis algún día, pero para entrar en él debéis recuperar vuestro estado original, el que teníais antes de la caída, ahora sentaos un segundo.
- ¿Dónde Padre? ¿Dónde debemos sentarnos?
Aquí hijos míos, justo en el borde de este río. Ahora inclinad vuestras cabezas, os lavaré y os bautizaré con esta agua del jardín de vuestro Padre, Yo Soy el que Soy, el alfa y la omega, el principio y el fin de todas las cosas, Yo Soy vuestro creador, vuestro Dios y Señor y derramo esta agua sobre vosotros para que así como vosotros habéis dejado atrás, allá lejos en la tierra al hombre viejo y habéis subido junto a Mí con las vestiduras de la luz, así revestidos como hombres nuevos, de igual modo hagáis vosotros con todos mis hijos de la tierra, ayudándolos a despojarse de todo lo viejo que los ata a la vida en la materia y los hagáis los hombres nuevos deseosos de recuperar la luz y la gracia original, con la cual fuisteis creados, pues ese es vuestro destino, un destino de gloria junto a Mi, vuestro Padre junto al Hijo la palabra y junto al Santo Espíritu de vuestro Dios, eterno lazo de amor que une a la Santa Trinidad, que nunca sea roto el lazo de amor que os une a vuestro Dios.
Hijo mío, mí amado guerrero de Dios, en tu dedo de la mano derecha coloco el sello de Dios, el ojo de la creación que todo lo ve, para que te guíe tu caminar en tiempos de misión, él será el faro que alumbrará tus pasos y mostrará los caminos a seguir, llévalo con honor, llévalo sobretodo con amor y humildad, así sea.
Vuestro Dios ha hablado, ahora hijos míos tomaos nuevamente de las manos que el ángel de la espada de fuego os llevará de regreso al mundo de los hombres, recordad siempre que no podéis nunca intentar ingresar en este sagrado sitio sin la venia de vuestro Dios y sin el ángel de la espada de fuego.
Así sea.
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