Amado Padre celestial que te haces presencia cercana delante de tus hijos.
El camino hija mía es según lo ve el espíritu que recibe la visión,
hay quienes no ven las mismas cosas que tú ves pues depende de cómo esté
preparado quien debe trabajar para vuestro Señor, hay quienes tal vez ven
delante de ellos una muralla impenetrable, una montaña que se alza amenazante
delante de sus ojos y a la que no saben como escalar y otros verán un abismo
imposible de superar, otros en cambio verán un campo de flores como verás hija
mía el espíritu tiene diferentes maneras de presentarse en vosotros. Todos los
que han iniciado el camino del espíritu y lo han hecho de la mano de los
maestros les han hablado de hacer un camino y de recorrer un largo proceso a
fin de un día poder ser mensajeros espirituales.
Todo camino que se os presenta delante de vuestros
ojos tiene en sí mismo un comienzo y un fin, y el caminar implica un punto de
partida y de llegada a la meta, también hija mía un camino está lleno de
avances y de retrocesos y un camino sobretodo jamás se termina de recorrer del
todo es por eso que cada uno de mis mensajeros en vosotros os ha acompañado un
tramo del camino y en este tramo os ha ido dando lo que vosotros precisabais
para seguir avanzando, ahora que vosotros sois los maestros, debéis comprender
cabalmente esta parte de las enseñanzas pues deberéis acompañar a vuestros
discípulos de la misma manera con una enseñanza para cada tramo del camino, en
vosotros el camino ha sido iniciado por mi amado hijo Jesús el que os dijo, yo
soy el camino, la verdad y la vida y es ese camino el que atrapo a multitudes
pues mi hijo hizo suyo el caminar de los pobres, abrió nuevas rutas para que
todos puedan llegar a la contemplación del verdadero destino de todos los
hombres, el contemplar el rostro de vuestro Dios como un amado Padre para que
los sencillos, los mansos pudieran también conocerlo, aunque en ellos no
hubiera enseñanza espiritual alguna que ellos también puedan vivir el amor y
anunciarlo y comunicarlo a todos los demás hombres de buena voluntad que deseen
abrazar este camino diferente, el de la vida en plenitud, quien mejor ha
llevado adelante este mandato es vuestra amada Madre, mi amada esposa, pues
siendo quien es, fue una sencilla discípula con categoría de maestra entre los
maestros, se hizo madre y hermana, inspiradora y acompañadora de muchos hombres
a lo largo de la historia de la humanidad.
En este caminar vuestro luego de que mis mensajeros
llegaran a vosotros, yo vuestro Padre os salí al encuentro a la mitad de ese
camino, porque vuestro Padre siempre ha salido al encuentro del hombre, si os
fijáis en vuestra vida fue preciso que cada uno de vosotros diera el primer
paso pues cuando vuestro Padre os llamó antes debisteis haber sido capaces de
escuchar mi voz, invitándolos a venir hacia mí y cuando la respuesta llegó y
comenzasteis a transitar la senda del amor entonces vuestro Padre llegó a
vosotros saliéndoos al encuentro a mitad de vuestro trayecto hacia mi encuentro
definitivo, es eso lo que un maestro debe pedir a sus discípulos, que se de,
ese primer paso antes debe tener la capacidad de escuchar mi voz que habla
dentro de mi corazón.
- Dime Padre ¿Qué es eso que veo ahora, es sangre
Padre?
Continua avanzando hija y no temas, es sangre si,
pero no temas nada.
- Veo como una gran alfombra roja y al final veo
algo que se mueve.
Si te fijas bien hija, no es un movimiento
cualquiera.
- No Padre, late, es como un latido y veo también
las flores en medio de ese latir y ese rojo de sangre. ¿Dónde estoy Padre?
Os estoy mostrando lo más íntimo que vuestro Padre
tiene, estás caminando por el interior de mi corazón.
- Padre siento que no tengo fuerzas para continuar,
mis piernas tiemblan, mi corazón y mi cuerpo tiemblan, es demasiado hermoso
Padre amado.
Continua hija mía de la mano de tu esposo, continua
caminando.
- Padre veo ahora una luz
Si hija mía, ¿Qué crees tú que es esa luz?
- La vida Padre.
Si amada hija es la vida de la gloria, la vida en
plenitud de la que vuestro Padre os ha venido hablando durante tanto tiempo, es
la vida que podéis tener todos vosotros mis hijos tan amados, este corazón que
ves latir esa sangre es la misma sangre del cordero, la misma sangre que fue
entregada por todos vosotros, la sangre de vuestro Padre en el hijo y el hijo
en el Padre es la redención del amor, de este regalo debéis hablar a los
hombres hay un corazón de Padre que os abraza y os aguarda todo entero para
vosotros para cada uno de mis amados hijos, así con esa intensidad os amo, ves
la importancia del camino hija del camino del caminante y del poder caminar es
todo un solo lazo de amor para los que deciden emprender el camino, no es tan
importante el ascender y el llegar cuanto antes a la meta sino de poder estar
en condiciones para recibir y acoger una presencia, un mensaje, un don y para
ser capaces de compartir lo recibido.
El camino de mi amor es una maravillosa aventura
que no todos aceptáis por eso cuando a ti hijo mío te he llamado a caminar en
la naturaleza a ti que eres el portador de la luz era necesario que de ese
caminar saques muchas de mis enseñanzas, el poder sortear los obstáculos dependió
en gran parte de la disposición con que encaraste ese camino y lo mismo sucede
a quienes tu les hablas, saben que el camino es ese, saben que deben iniciarlo,
pero la mayoría de las veces no tienen idea de cómo dar el primer paso y allí
entráis vosotros los que ya me habéis encontrado a mitad del camino para
enseñar a los otros a dar los primeros pasos y que luego cada uno tenga su
encuentro personal con vuestro Padre. Recuerda hijo mío que nadie viene a mi si
antes no he sido yo quien le ha hablado a su corazón, si antes mi palabra no
llegó a ellos por boca de mis ungidos de mis elegidos.
Allí en el camino, te he dado a ti, hijo mío la más
clara presencia de mi espíritu dentro de ti, he sido brisa suave que te ha
acariciado el rostro y ha movido las hojas de los árboles, he sido tu respirar,
pues en cada acto de respiración, he sido yo el que te ha dado ese aliento de
vida, ese aire que precisabas para continuar la marcha, he sido también fuerte
viento que impulsaba por detrás y por delante a que tus pasos se encaminaran
hacia adelante y en cada paso dado te has acercado tanto a mí, no sabes cuánto
nos hemos hecho de cercanos tú y yo, es allí donde mi presencia fue más clara,
pues en el ruido de la vida de los hombres, en la prisa del trabajo y en la prisa
de la ciudad, muchas veces se os escapa esa presencia de vuestro Padre, allí
vivimos en armonía junto a ti y vuestros hijos, mis nietos tan amados, el
germen del amor para aquél que no puede escuchar mi voz como voz humana pero si
la escucha dentro de sí y obra en consecuencia, el saber que su Padre lo
acompaña en la brisa, en el viento que es espíritu que impulsa sus pies y los
impulsa a seguir, debe ser el mayor regalo. A ti te llame desde el vientre de
tu madre en todos los tiempos y siempre has respondido a cada uno de mis
llamados con la entrega y la obediencia de la misma manera hijo mío, llamo a
los que luego vienen a ti en algún momento fuerte de su historia de vida
personal, sienten la imperiosa necesidad de buscar en el creador un lugar de paz,
un remanso para que los haga descansar de sus agobios terrenales, esos
encuentros los movilizan hacia los maestros y los maestros son los encargados
de realizar nuevas alianzas entre los hombres y vuestro Dios y el reino del
amor se agiganta con cada uno de ellos y cuando les indicas que deben
conducirse según su corazón, porque vuestro Padre habla en su corazón, les
dices que deben obrar con mi corazón, he ahí la grandeza del verdadero maestro
que no les dice haz lo que yo te digo pues es la verdad, sino que por el
contrario les dices haz lo que dice tu corazón donde el Padre habla y entonces
hacen mi voluntad que es la vuestra en la medida que el amor ha hecho nido
dentro de cada uno de vosotros y cuando obráis de esa manera, estáis obrando
como lo hizo vuestro hermano y maestro Cristo Jesús.
- Padre amado, estoy de pie en este bello corazón,
mis pies están en medio de tu preciosa sangre pero no se manchan con ella.
Hija mía estás en la vida del espíritu y la luz de
la gloria es la que os cubre a tu esposo y a ti, disfrutad de este momento que
solo le ha sido dado y concedido a quienes fueron verdaderos maestros y que
luego ascendieron hasta este lugar, vosotros aún estáis en la tierra, sois
humanos y podéis estar en este lugar, solo porque sois mis ungidos, estáis
viendo el camino a mi amado corazón.
- Padre amado déjame postrarme en tu presencia pues
siento, que no soy digna de tanta dicha tengo tantas fallas Padre como humana
trato de servir en todo, pero Padre caigo en tantas horas de luchas y tristezas.
Hija mía recibo tu oración y es grande para vuestro
Padre que aun estando en este lugar os reconozcáis simples mortales, en eso
radica la grandeza del servidor, ser sabios en que dentro vuestro no está toda
la sabiduría, que nunca como mortales llegaréis a abarcarlo todo, en que os
reconozcáis capaces de caer pero la grandeza hija mía radica en saber
levantarse mil veces si es necesario para poder continuar, con las rodillas
destrozadas y lastimadas pero capaces de continuar con las manos agrietadas de tanto
sostener para no caer, pero nunca soltar la mano de tu Padre es esa vuestra
mayor grandeza y por eso os amo.
- Te alabamos Padre celestial Señor y Dios nuestro
y soberano de cielos y de la tierra, aquí estamos tus servidores para hacer tu
voluntad, no mires nuestras fallas míranos nuestro corazón que solo desea
servir y engrandecer tu reino. Bendícenos Padre amado que tu amor se derrame
como lluvia fina y penétrate para que inunde todo nuestro ser.
Que mis hijos continúen con la misión de mostrar a los hombres
la grandeza del amor de vuestro Padre, ese fue mi deseo y ese es su mandato y
que en vosotros el amor sea alianza eterna hasta que os convoque a mi reino
para vivir en la presencia de vuestro Padre, de vuestra Madre de la Trinidad
Santa y de los hermanos de la luz.
Así sea.
Los caminos del mundo todos os conducen hacia mí recuerden que nada de lo que
los hombres puedan hacer será superior a lo que ya se hizo, lo peor ya fue
mataron al hijo de Dios y el amor continua intacto, nada de lo que hagáis
supera a eso, ni guerras, ni odio, ni luchas, nada será superior a lo que ya
fue, entonces tened paz pues si habéis matado al hijo de Dios y ni aun así
vuestro Padre os dio la espalda, nada lo hará, sino que aquí está mi amor
intacto para vosotros, os lo prometí y así fue y así será, estaré con vosotros
hasta el fin de los tiempos y no está en el hombre decir cuando, el cuándo no
existe, pues lo único que existe es mi infinito amor. Amén.
Hijo mío el viaje ha sido largo peligroso es el regreso conduce a tu esposa con
sabiduría, de regreso a su lugar.
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