18 de Octubre de 1975
URGE OBRAR PRONTO
— Querido Jesús, si me quieres hablar háblame. Ayúdame a escuchar tu voz y procura cumplir en mí tus deseos.
Sí hijo, soy Yo, Jesús Verbo Eterno de Dios, engendrado desde siempre por el Padre, en la plenitud de los tiempos
hecho carne en el seno Purísimo de la Madre mía y vuestra, gloriosamente presente en el Paraíso a la diestra del Padre.
Realmente presente en Cuerpo, Sangre, Alma y Divinidad en el Misterio de la Fe y del Amor.
—¿Entonces anoche no estabas ensombrecido conmigo cuando callabas a mis repetidas preguntas?
“No, hijo mío, te lo he dicho esta noche”.
—Jesús, quisiera preguntarte una cosa. Temo charlar demasiado en lo tocante al avecinarse la hora tremenda de tu
Justicia.
“No, hijo mío. Dilo, lo quiero, lo quiero y también por mis mensajes urge hacerlo pronto".
—Pero Jesús, ¡dirán que estoy loco!
“Cuántas veces no te he dicho que no te preocupes de nada por lo que pensarán los demás de ti. ¡Los enemigos míos
cuántas veces me han acusado de estar loco! Herodes me hizo vestir de loco y así maltratado me hizo caminar por las
calles de Jerusalén.
¿No querían también llevar a Don Bosco al manicomio? Y todos los santos ¿no han sido considerados, quién más,
quién menos, un poco locos?
—La comparación no vale. Hablas de Ti y de Don Bosco. Pero yo, Jesús... Página 46 de 283
“Tú eres "la pequeña gota de agua que cae hacia abajo". ¿No puedo Yo tomarla y hacer de ella lo que quiero? ¿No eres
tú el que me dices que quieres ser un instrumento en mis manos disponible al cien por cien?
Hijo, Yo me sirvo escogiendo a quién, cuando y como creo. Me he servido de Balaam. Me he servido de Jonás. "Seria
mejor morirme antes que... ". Era recalcitrante, pero se fue a Nínive.
Escogiéndote a ti, precisamente por tu nulidad, será más fácil convencerte que soy Yo el que habla en el que se ha
dado completamente a Mí para que Yo haga de él lo que quiera ¿te has arrepentido de haberte dado a Mí?
— ¡No, no! No me he arrepentido, quiero lo que Tú quieras.
“Hijo, ahora te bendigo. Conmigo te bendicen el Padre y el Espíritu Santo y con Nosotros te bendicen también mi
Madre y San José.
Junto contigo bendecimos a todos aquellos por quienes rezas y de los que haces mención. Recuerda que esta bendición
es resguardo de protección y escudo de defensa.
Ámame cada vez más.
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