Marina, de dos años de edad, tiene una parálisis cerebral con una minusvalía del 90% y una dependencia de grado 3. También, derecho a ser escolarización en una escuela infantil con un aula abierta para niños con necesidades especiales, pero se la niegan. Me piden que firme un documento en el que le quite los derechos a mi hija, que la excluya, la margine, ¿en qué tipo de sociedad es la que nos hemos convertido?
El año pasado ya me dijeron que podía matricular a mi hija pero a las 12.00 tenía que llevármela a casa a darle de comer, deseché la idea porque no podía conciliar la vida laboral con la personal con ese horario restringido. Marina, por su enfermedad, tiene que comer de forma distinta. Come con una jeringuilla grande que lleva puré y se le conecta a una sonda (manguera) que empalma con el botón gástrico que lleva Marina en su barruguita y de manera suave y muy sencilla se le va introduciendo el puré.
Para escolarizar a mi hija, ponen la condición de firmar previamente un documento en el que se le niega a Marina el derecho a comer, es decir, ella se alimenta por sonda y no quieren darle el alimento en un centro público de aula abierta para niños con necesidades especiales “pagado por todos”.
La Comisión de Escuelas Infantiles de la Comunidad Autónoma de Murcia me llamó a casa para decirme que no me negaban el derecho a escolarizar a Marina a cambio de firmar un escrito en el que yo renunciara al comedor de mi niña a la hora de comer y de merendar. No tienen pensado poner a una persona para cuidar a mi niña.
Yo no tengo ingresos y no me dan las ayudas de la dependencia.La escolarización de los niños en España no es obligatoria hasta los 3 años, pero también que por ley todos los colegios públicos -tanto de escuelas infantiles como de enseñanza obligatoria como coles con aulas abiertas para niños con necesidades especiales- están obligados irreversiblemente a facilitar la integración y la igualdad, no sólo en las materias lectivas sino en todas las materias.
Por todo ello, exijo poder escolarizar a mi hija de 2 años con una discapacidad del 90% sin tener que renunciar a que pueda ser alimentada en el comedor.
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