Mons. Samuel Aquila. Foto: ACI Prensa.
DENVER, 20 Oct. 15 / 06:17 pm (
ACI/EWTN Noticias).- El Arzobispo de Denver (Estados Unidos), Mons. Samuel Aquila, criticó la propuesta de muchos obispos alemanes –entre ellos el presidente de la Conferencia Episcopal Alemana, Cardenal Reinhard Marx–, y recordó el testimonio de fidelidad cristiana de los santos Tomás Moro y Juan Fisher, ejecutados por oponerse al Rey Enrique VIII de Inglaterra, que buscaba divorciarse y contraer nuevas nupcias.
En un artículo titulado “Tomás Moro y Juan Fisher ¿murieron en vano?”, Mons. Samuel Aquila señaló que “en el Sínodo sobre la
Familia que está teniendo lugar en estos momentos en Roma, algunos de los obispos alemanes y sus partidarios están presionando para que la
Iglesia permita a aquellos divorciados y vueltos a casar, recibir la comunión, mientras que otros obispos de todo el mundo insisten en que la Iglesia no puede cambiar las enseñanzas de Cristo”.
“Esto plantea una pregunta: ¿Los obispos alemanes creen que los santos Tomás Moro y Juan Fisher sacrificaron sus vidas en vano?”, cuestionó.
El Arzobispo estadounidense recordó que 500 años antes que los actuales obispos alemanes, el episcopado de Inglaterra “fue pionero en este experimento en doctrina cristiana”.
“El asunto que se trataba entonces no era si cualquier católico podía volverse a casar, sino si el rey podía, porque su esposa no le había dado un hijo varón”, señaló.
El Arzobispo estadounidense explicó que “al igual que aquellos que abogan por la comunión para los que se han vuelto a casar por lo civil, los obispos ingleses estaban incómodos con la idea de aceptar el divorcio y el nuevo casamiento abiertamente”.
“En su lugar, eligieron modificar la ley a las circunstancias individuales del caso al que se enfrentaban, concediendo al Rey Enrique VIII una ‘anulación’ — de manera fraudulenta y sin la aprobación de Roma”, recordó.
Mientras que la mayoría de obispos ingleses, con el Cardenal Thomas Wolsey a la cabeza, apoyaron el intento del rey de deshacer su primer y legítimo
matrimonio, el Obispo de Rochester, Mons. Juan Fisher, y el laico Tomás Moro –canciller del rey– se opusieron.
“Ambos fueron martirizados y posteriormente canonizados”, indicó el Arzobispo de Denver.
Mons. Aquila señaló que los obispos alemanes que hoy intentan repetir el “experimento” del episcopado inglés en tiempos de Enrique VIII no buscan otra cosa que “‘gracia barata’ en vez de ‘gracia rica’”.
“Jesús nos enseñó a través de su ministerio que el sacrificio heroico es necesario para seguirle. Cuando uno lee el Evangelio con un corazón abierto, un corazón que no pone el mundo y la historia por encima del Evangelio y la Tradición, uno ve el precio del discipulado al que todo discípulo está llamado”.
El Arzobispo de Denver subrayó que “siguiendo las palabras del mismo Cristo, la Iglesia Católica siempre ha enseñado que divorciarse y casarse de nuevo es simplemente adulterio bajo otro nombre”.
“Y, puesto que la comunión está reservada a los católicos en estado de gracia, aquellos que viven en situación irregular no pueden participar en ese aspecto de la
vida de la Iglesia, aunque son siempre bienvenidos en la parroquia y a la
misa en sí”, escribió.
Para Mons. Aquila “predecir a que nos llevaría todo esto, no es una cuestión de conocer el futuro, sino de la simple observación del pasado. Solo necesitamos mirar a la Iglesia Anglicana, la cual abrió la puerta, y luego aprobó, a la contracepción en el siglo XX y por más de una década ha permitido el divorcio y casarse de nuevo en ciertos casos”.
Los anglicanos buscaron una autonomía como la que hoy buscan algunos obispos alemanes, señaló, pero obtuvieron como resultado “divisiones internas y vaciado de sus comunidades”.
El Arzobispo de Denver destacó que “es innegable que la Iglesia debe llegar a los marginados de la fe con la misericordia, pero la misericordia siempre dice la verdad, nunca tolera el pecado, y reconoce que la
cruz es el corazón del Evangelio”.
“Sobre el casarse de nuevo, y muchas otras cuestiones, nadie podría decir que la enseñanza de la Iglesia, que es la de Cristo, es fácil. Pero el mismo Cristo no endulzó las enseñanzas más importantes, para que sus discípulos no se alejaran de él – así fuesen sobre la Eucaristía o sobre el matrimonio”, precisó.
Mons. Aquila aseguró que “como discípulos siempre estamos llamados a escuchar la voz de Jesús por encima de la voz del mundo, cultura o historia. La voz de Jesús arroja luz sobre la oscuridad del mundo y las culturas”.
“Oremos para que todos los afectados escuchen estas palabras de vida eterna, ¡sin importar cuán difíciles sean!”, concluyó.
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