28-11-09
Jesús: ¡Marga! Profeta. Vas bien. ¿No ves en ti reminiscencias de los Profetas de otros tiempos? “Profeta de calamidades.” “Profeta que, con su vida, habla del Mensaje de Dios.” Tienes razón al decirme que esta postura es incomodísima. Sí: pero Yo no he llamado a mi Profeta a comodidades de esta tierra. Estudia la vida de los Profetas de antaño, a los que te pareces. Como los Profetas de antaño, Yo te he llamado para que des un Mensaje al mundo. “El mundo” de la religión verdadera, hoy en día, es más amplio que entonces, por eso tu Mensaje abarca más que sólo el Reino de Israel.
Tu Libro tiene que salir para que Yo pueda advertir y dar un Tiempo de Conversión antes de ejecutar la sentencia dictada. ¡Oh, Profeta de vida de sufrimiento! Tu vida en esta tierra no es de rosas. Yo no te he llamado a disfrutar de ésta, sino del Cielo.
29-11-09
Jesús: Queridos, amados hermanos: ante Mí hoy os congregáis, esperando recibir de Mí la Paz, de Mí la Gloria o de Mí la solución a vuestros problemas. ¡Qué pocos habéis venido hoy a dar! Darme sin recibir nada a cambio. Cuántos, inmersos en vuestras preocupaciones, sólo podéis albergar al “yo” egoísta. Pensad que vuestras preocupaciones no se solucionarán mientras no os olvidéis de vosotros mismos para pensar en Mí. Qué Deseo Yo. Qué busco Yo. Qué necesito Yo. Que Yo, Soy Dios. Y a Mí todo el Poder y la Gloria. Ocupaos de Mí. Ocupaos de mis cosas. No os preocupéis de vosotros. No os preocupéis vanamente de vuestras cosas. Esto es lo que espero hoy de vosotros, si es que habéis venido a consolarme y si es que queréis consolarme. Quiero que siempre, al llegar a mi Presencia, primero me preguntéis por Mí. Me saludéis y entabléis un diálogo Conmigo de respeto y adoración, que Yo ya sé de vuestras penas, y ésas las tengo muy grabadas en el Corazón. Que no por mucho repetírmelas se os van a solucionar.
Vosotros buscáis soluciones mundanas, y Yo busco la Solución Sobrenatural, la Solución Verdadera y Final a todos vuestros problemas. Ésa que sólo busca la Salvación vuestra y la de los que os rodean. ¡Qué distinto se ve todo así! Así podré hacer algo con vosotros. Así podré construir con vosotros. Así seréis “piedras vivas”212 para la construcción de mi Reino. Porque con unos terruños213 egoístas, poco se puede construir. Estos terruños sólo buscan su propio reino, no el Mío. Y se presentan ante Mí como constructores del Reino, cuando sólo buscan su propia comodidad. Pensad que una vida toda de cruz aquí en la tierra, merecerá la pena para la eternidad. Allí le daré Yo la recompensa a sus sudores y dolores. ¡Oh, qué poco me entendéis en esto! ¡Cómo querría que me comprendierais en esto! No lo digo por ti: amada pequeña constructora de mi Reino.
La-que-ha-dejado-todo-por-seguirme: casa, padres, hermanos, marido e hijos. Todo por seguirme: justicia en esta tierra, prestigio mundano, fama social. La que no le importa ser tenida por loca ante los hombres, con tal de cumplir Su Voluntad. Te amo, pequeña constructora de mi Reino. Al llegar tus hijos: ¡Alegría! ¡alegría en tu rostro! Quita esas lágrimas y acuérdate de ellos, y no en ti. Ni en nada más. Piensa hoy sólo en ellos. Amén. Te bendigo. Adiós.
17-12-09
Virgen: Hola, Marga. La mayoría de vosotros, cuando se os pide sufrir, decís que no. No así tú, pobre y dulce niña que, al pedirte Dios sufrir, le dijiste sí. Diciendo sí abriste la puerta a un montón de Dones. Ahora estás en la cumbre de ese sufrimiento. Alcánzame la estrella. Ofréceme así la dicha de todos tus Dones. Tus Dones, que te los hemos dado para tu felicidad eterna y tu plenitud terrestre. Subida a la cumbre de tu sufrimiento, alcánzame tu cruz, dame tu estrella. Yo la haré parte de mi Corona. Hija mía: Yo así te preparo para situaciones más difíciles. Sí: tendrás mucho que decir sólo con tu presencia. Te amo, corderita mía.
212 Cfr. I P 2,4-8.
213 Piedras de tierra quebradizas.
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