03-06-2015
Jesús: Niña mía, ven. Esto es lo que te quiero decir: Llegará un día que no me tendréis en los Sagrarios, no me tendréis en los Sagrarios de vuestras antiguas iglesias. Pero sí quiero que me alberguéis en … el oscuro rincón de vuestro corazón. ¡Oh, Jesús! ¡Qué dolor me causa oírte decir eso! ¿Por qué dices “oscuro”? ¿Son nuestros corazones oscuros para Ti?
Sí.
Ohhh. No, Jesús, di que no. Di que no, porque te miras en los corazones que te aman, que te amamos.
Jesús yo te amo mucho. Te amo por todos los que no te aman. Te amo con tu Maravilloso Amor, que obra el amor en Mí. Quiero amarte como te ama María, Madre Tuya y nuestra. Ella me está enseñando. De verdad que aprenderé.
¿Me lo prometes?
¡Sí! (Jesús se fue poniendo cada vez mejor. Cuando empezó a hablarme, su tristeza daba muchísima pena. Luego, al decirle que le amaba con mi corazón, todo lo que pude, cambió ánimos. Y me hace prometer que estaré siempre con Mamá, su María. Y nuestra. A su lado, para que me enseñe y admitiendo y fructificando en sus enseñanzas. ¡Ah!, ¡qué bien! ¡Menos mal! ¡Menos mal que la tenemos como Madre! ¡Menos mal!)
Virgen: Dile a Jesús, amada, cuánto le amas. Díselo más a menudo. Díselo, ¡decídselo! siempre que podáis y os acordéis. Y procurad en todo momento que vuestro corazón sea cada vez más puro y recto en vuestro amor. ¡Bienaventurados los hijos de Cristo que le consuelan y le aman! Bienaventurados los que dejan que el Espíritu Santo haga Maravillas en ellos,469 y puedan ser fuente de consuelo y amor al Amor de Dios. (Por un pensamiento mío) Tienes a todas estas mujeres “trabajando”. Hoy trabajando y olvidándose de su Verdadero Trabajo, que sería Consolar a vuestro Dios. Consolarle en la Eucaristía, y consolarle en los hermanos. ¡Ocupándose de los suyos!, sin dejar que otro usurpe su puesto. ¡Oh, amada! Las mujeres han abandonado sus puestos en la Eucaristía y en los hermanos; han dejado que otros los ocupen. Esos otros bien saben a lo que van. Bien los ocupan (rapiñamente), bien los ocupan, bajo conocimiento de causa de lo que hacen, para perderlos y perderse.
Jesús:
(Hay un ímpetu del Malo ahora. Noto que querría cogerme y tirarme con fuerza al suelo, para estamparme. No puede. Y lo hace en su imaginación) Jesús, quiero preguntarte algo. ¿Por qué aquí, en la iglesia, se siente tanto también al Demonio? ¿No estás Tú? Él debería irse. El Demonio me busca porque quiere matarme. Y como no lo logra, sabe que no lo logra, lo quiere en mis hijos, haciéndolos suyos. Sueña con la ficción de acabar un día con el Hijo de Dios Eucaristizado, porque siente que el poder lo tiene en lo físico, y Yo Soy Físico aquí. Con vosotros. Dios-con-vosotros. Aquí está todo lo que él quiere, todas sus ambiciones: vosotros y Yo. ¿Sabes con quién no puede?
¿Con quién?
Con la Virgen. Nuestra Señora. (Hace una inclinación de cabeza, sonriendo a su Madre) Óyele.
Demonio: ¡Ella! ¡Ella!, ¿qué haremos con Ella? ¡No podemos con Ella!
(Dice la palabra: “Ella”, y se aniquila él solo. Qué temor le entra. Qué poca cosa queda. Queda reducido. Hasta que se hace tan chiquitito, que se esfuma en una chispa de humo que se desvanece. ¡Oh, Dios mío! Pero la Virgen está aquí también. ¿Por qué a veces nos hace algo o te hacen algo a Ti? (Los Demonios)
Jesús: Porque Yo le he dicho a mi Madre que no haga nada en contra de vuestra voluntad. Sois vosotros los que decidís. De vosotros depende la acción del Demonio en vuestras vidas. (Ella no puede impedir los Sacrilegios, aunque esté aquí. ¡Oh! ¡Qué Misterio! ¡Aunque quisiera! Veo las lágrimas de Dolor de María viendo los sacrilegios al Santísimo. De todo tipo. Asistiendo a ellos. Sin poder hacer nada por Voluntad de su Hijo. Llora quedo, en el rincón derecho de este templo. Que es donde ponen a la Virgen en imagen. La imagen está arriba. La de la Sagrada Familia. Pero Ella está debajo. Con su velo. Y llorando. Con la cabeza inclinada. El Demonio os inspiró y vosotros le obedecisteis. Obedecisteis a él, sin querer obedecerme a Mí. Preferisteis al Abominador, antes que al Adorable. Y adorasteis la abominación. (Es como un excremento grande. Al que la gente adora, de rodillas. Están ante él. Y gente adorando. De rodillas. Muchos llegan, y se hincan) ¡Nooo! Jesús. ¡Esto es horroroso! Esto es a lo que nos llevarán vuestros sacrilegios. ¿Podemos impedir esto? No, no del todo. Prácticamente no podréis. Se realizará, y tiene ya lugar. (Está teniendo ahora mismo) Pero lo que sí podéis hacer y está en vuestra mano, es no albergar al Santísimo en “el oscuro rincón de vuestro corazón”.
(Esta temporada estoy leyendo un libro muy bueno sobre Garabandal470. Últimamente caen en mis manos cosas que no había leído antes sobre esas Apariciones. Ahora acabo de leer algo por casualidad en Internet. Medito mucho, y me causa mucha pena ver el rechazo que tuvo la gente para creer. Y daba mucha pena. Lloro interiormente)
Virgen: Llora conmigo, hija, el rechazo que tuvo entre las gentes de tu amado pueblo,471 mis Apariciones en Garabandal. Llora, y repara por ello. Porque Yo querría que hubiera sido otro Fátima, al menos, y desde allí se hubieran estado regalando Gracias para el mundo hasta ahora, como lo que sucede en Fátima y en tantos otros lugares del mundo donde Yo he venido a manifestarme, para que creáis. “Creerán cuando sea demasiado tarde…”.472 Me da dolor de Corazón tener que decir eso. Y ahora lo digo después de haberlo experimentado Yo misma473, con el paso de vuestro tiempo, el paso de los años. ¡A-o-hh! No quisiera que fuera “demasiado tarde” para algunos. Yo aguardo la Esperanza. ¿Y tú? Yo también. ¿Querrás ayudarme? Sí. Dime qué tengo que hacer. Has de presentarte al párroco actual, y decirle que quiero que se construya allí un Santuario. Es el lugar de mis Apariciones.
NOTAS:
469 Cfr. Lc 1,49.
470 Este libro, publicado recientemente por José Luis Saavedra, titulado “Garabandal, Mensaje de Esperanza”, es un estudio muy ordenado, completo y documentado, histórica y teológicamente, sobre los acontecimientos de San
Sebastián de Garabandal y la posición de la Diócesis de Santander. Para más información: www.evk.es
471 Se refiere a España.
472 Esta frase se la dijo la Virgen a San Pío de Pietrelcina, el cual escribió en 1962 una carta a las niñas videntes de Garabandal, en la que les dice: “Queridas Niñas: A las nueve de esta mañana la Santa Virgen María me ha hablado de vosotras, queridas niñas, de vuestras visiones, y me ha dicho: “Benditas niñas de San Sebastián de Garabandal, Yo os prometo que estaré con vosotras hasta el fin de vuestra vida, y vosotras estaréis conmigo hasta el fin del mundo, y luego en el gozo del paraíso”. Con la presente os remito una copia del Santo Rosario de Fátima que la Santísima Virgen me ha ordenado enviaros. Este Rosario ha sido dictado por la Santísima Virgen y quiere que sea propagado para la salvación de los pecadores y para la preservación de la humanidad de los peores castigos con que el buen Dios está amenazando. Una sola es la recomendación: Rezad y haced rezar, porque el mundo está en el camino de la perdición. No creen en vosotras ni en vuestros coloquios con la blanca Señora pero creerán cuando sea demasiado tarde.”
473 Haberlo visto con mis propios ojos, en vosotros. Es decir, cómo los acontecimientos han confirmado lo que dijo al Padre Pío en 1962.
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