El 13 de junio de 2013, el Líbano se consagró al Inmaculado Corazón de María. En esta semana, además de celebrar los dos años de este acto de consagración, el patriarca maronita Bechara Boutros Raï lo extendió a todo Oriente Medio.
En una valiente e incisiva homilía proclamada en presencia de más de 5.000 fieles en la basílica libanesa de Harissa, el patriarca denunció a los “mercenarios que reciben apoyo financiero, político y militar tanto de países de Oriente como de Occidente”.
Como respuesta a los “poderes del terror”, afirmó Raï: “Renovamos la consagración de nuestro pueblo y de nuestra patria libanesa, así como de todos los países de Oriente Medio, al Inmaculado Corazón de la Virgen María, repleto de ternura y de amor por los hombres, hermanos de su único Hijo”.
Recomendando que todos los fieles "recen diariamente el rosario para conseguir la paz en el mundo", el cardenal recordó que los cristianos intentan construir junto con los musulmanes, desde hace 1.400 anos, "una civilización-modelo para todas las sociedades multiculturales y plurirreligiosas". Defendió vivamente que este esfuerzo por la concordia no sea abandonado en medio de los actuales conflictos sanguinarios en la región.
Después de Beirut, la imagen peregrina de Nuestra Señora de Fátima pasará también por el patriarcado greco-católico, por un monasterio siro-católico y por la sede del patriarcado armenio-católico.
Mientras tanto, en el país vecino, Siria, María también da una señal de esperanza a los cristianos: la estatua mariana en lo alto de una colina de la localidad de Maaloula acaba de ser reerguida, después de la destrucción de la original perpetrada en 2013 por los yihadistas del Frente Nusra.
Maaloula es una pequeña ciudad de 4.000 habitantes, en su mayoría cristianos, que aún hablan arameo, la misma lengua que hablaba Jesús. Se trata de una de las poquísimas comunidades de Oriente Medio que conservan ese idioma condenado a la extinción. Además del arameo, Maaloula también conservó durante siglos algunos monasterios e iglesias construidos al comienzo de la historia del cristianismo.
También en Siria se inauguró, el pasado 6 de junio, algo inédito en el mundo islámico: una mezquita en la ciudad litoral de Tartous dedicada nada menos que a la Virgen María, madre de Jesucristo. María es reconocida por el islam como la madre del profeta Jesús.
Que María interceda por todos los cristianos probados por un sin fin de sufrimientos y persecuciones en esas tierras en que el cristianismo nació y comenzó a propagarse entre los pueblos.
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