Ángeles / Foto: Facebook - P. Antonio Maria Cárdenas
REDACCIÓN CENTRAL, 02 Oct. 15 / 06:05 pm (ACI).- En un mundo donde prolifera
todo tipo de información se pueden encontrar muchos contenidos de la “Nueva Era”
(New Age), ola cultural-
filosófica-religiosa que distorsiona la veneración a los ángeles y los presenta como
energía, de una forma mágica y supersticiosa, confundiendo a las personas con ritos
paganos donde se usan velas, cuarzos y cadenas.
Ante esto el P. Antonio Cárdenas, miembro de la Orden de la Santa Cruz que
propaga la devoción católica de los Santos Ángeles, en declaraciones a ACIPrensa
animó a los fieles a guiarse únicamente de las enseñanzas de la Iglesia, entre las
que se encuentra el “bello secreto”.
1. Veneración y no adoración
En primer lugar, sostiene el sacerdote, la Iglesia siempre ha destacado la unión y
la veneración del Ángel de la Guarda a través de la oración, cuyos fundamentos se
encuentran en la Biblia y el Catecismo.
“El Catecismo de la Iglesia Católica a partir del numeral 325, más o menos,
comienza a hablar de estos seres espirituales y de la unión del hombre con ellos
porque Dios quiere eso. Es algo que está en la Sagrada Escritura”, señaló.
De igual manera el P. Cárdenas hizo hincapié en no caer en las creencias de la
“Nueva Era”, que presenta a los ángeles casi como si fueran dioses porque “los
ángeles son creaturas. Es decir, son creados por Dios. Nosotros veneramos a los
ángeles y promovemos la devoción a los ángeles, pero en el centro está nuestro
Señor, Dios Uno y Trino, la Santísima Trinidad. Ellos nos ayudan a unirnos a Dios”.
2. No es un adorno
La Nueva Era pone la “devoción” a los ángeles como un adorno, mientras que para
la vida de fe de los católicos esto es algo esencial “porque el ángel nos lleva siempre
a cumplir la voluntad de Dios”, indicó el religioso.
“El ángel nunca va a hacer algo que no sea la voluntad de Dios. Lo dice nuestro
Señor en el Evangelio de San Mateo, capítulo 18: ‘Sus ángeles están viendo
continuamente el rostro de mi Padre’. Entonces los ángeles siempre nos orientan
a nosotros hacia ese rostro de Dios”.
3. En defensa de la verdad y la vida
El P. Cárdenas, nacido en Colombia, refirió que en Bogotá hay un curso en el que
la gente paga para saber si uno tiene un “Serafín de la Guarda o un Querubín de
la Guarda o un Ángel de la Guarda” y enfatizó que “eso es totalmente falso”.
Asimismo destacó la misión pro vida y poco profundizada de los Ángeles de la
Guarda. “Desde el comienzo de la vida, dice el Catecismo de la Iglesia Católica,
entonces desde el vientre, desde el momento de la Concepción ya Dios ha dado
un ángel protector”.
“Los ángeles para la defensa de la vida son seres que en estos momentos deben
ser invocados y los debemos unir a nosotros si realmente queremos la vida porque
hoy en día estamos desconociendo esta visión trascendente de la existencia humana
y el ángel nos lleva siempre a nosotros a contemplar esta dimensión espiritual”.
4. Los Santos y el “Bello secreto”
El religioso indicó que uno de los consejos para estar más unidos al Ángel de la
Guarda es saludarlo por la mañana con la oración “Ángel de mi guarda” y en el
día pedirle la luz, como lo hacía por ejemplo San Juan Pablo II. “Él decía que a lo
largo del día le pedía la luz a su ángel custodio con una manera sencilla, una oración
que salga del corazón”.
Asimismo el sacerdote contó que San Juan XXIII decía que él era muy devoto de
los ángeles y que le pedía al ángel que lo despertara, que le ayudara a encontrar
los documentos. Por las noches aconsejó que es importante agradecerles por su
protección y “por todas las luces que nos han dado a lo largo del día”.
Otra práctica muy bonita y que lo decían los Padres de la Iglesia es la de saludar
a los ángeles de las personas con las cuales uno se encuentra durante el día.
Narra el miembro de la Orden de la Santa Cruz que esto era un consejo que dio
el Papa Pío XI a los cardenales y que se encuentra en el diario de San Juan XXIII,
quien llamaba a esta recomendación como “el bello secreto”.
“Él (Juan XXIII) dice que el Papa Pío XI llamó a los cardenales y les decía: ‘miren
si ustedes tienen un problema con alguien, antes de entrar ustedes a querer
resolver el problema, envíen su ángel de la guarda al ángel de la guarda de
aquella persona con la cual tienen problemas para que los ángeles vayan
allanando los caminos y así cuando usted se encuentre con esa persona con la
cual tiene problemas, sea más fácil el diálogo y la reconciliación”.
5. No olvidar que el demonio existe
Por último, el P. Cárdenas recordó que cuando uno habla de los ángeles tampoco
hay que olvidarse de la existencia del demonio, porque “el demonio es un ángel,
pero un ángel caído”. Al respecto advirtió que desafortunadamente hay teólogos
y un sector de la Iglesia que dicen que el maligno no existe o que es una energía
o que es algo que está dentro de cada uno.
“No, el demonio es, como decía Pablo VI, una criatura perturbadora. El demonio
existe. Hablar de los ángeles es hablar también de esta realidad que está presente,
que es la realidad del mal…. Pero los ángeles están presentes para ayudarnos a
nosotros a vencer ese mal”.
“Lo ángeles, dice la Carta a los Hebreos capítulo 1, versículo 14, que son mensajeros
que han sido enviados para aquellos que han de heredar la salvación. Entonces a
los ángeles Dios mismo nos los manda y nosotros por ese orgullo o por esa ignorancia
a veces o ese desconocimiento no estamos reconociendo la ayuda y la presencia
grandísima que nos traen estas criaturas espirituales”, puntualizó.
No hay comentarios:
Publicar un comentario